La hostelería valenciana denuncia una caída en la facturación por la tensión arancelaria

La tensión geopolítica abierta a nivel mundial por los anuncios arancelarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya tiene consecuencias en la hostelería de la Comunitat Valenciana. Siguiendo un aviso que ya lanzó la alianza empresarial del sector turístico Exceltur la pasada semana, el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunidad Valenciana (Conhostur), Manuel Espinar, ha alertado en declaraciones a este diario que actualmente en los negocios de su sector "se está notando mucho la tensión geopolítica". "Los aranceles no sabemos cómo van a afectar, pero sí que estamos detectando que la demanda se está retrayendo y eso afecta en nuestra facturación", ha aclarado el dirigente.

Lastre en el gasto

En concreto, Espinar recuerda que durante la última década "las noticias macroeconómicas están jugando un papel fundamental en la capacidad de gasto" que tienen los ciudadanos, una situación que se vio con una guerra de Ucrania que "ya nos influyó". Y ahora, ante la amenaza de la Administración Trump -pausada durante 90 días en lo que a la Unión Europea se refiere- de elevar las tarifas aduaneras a los productos que lleguen de fuera de su territorio, no "sabemos aún cuánto pero la demanda se retrae". Y "nuestros proveedores lo corroboran", incide el responsable hostelero.

Es una situación que cobra todavía más relevancia si se tiene en cuenta cómo han sido los últimos meses para el sector. Porque a pesar del éxito turístico -ejemplificado en datos récord como los del aeropuerto de Valencia- el balance hostelero "no ha sido como queríamos", cayendo la facturación "entre un 15 % y un 20 %" en fechas señaladas como las Fallas. En palabras de Espinar, "la climatología ha jugado una mala pasada y el flujo turístico, cayendo San José un miércoles, también fue menor". "No ha habido correlación en la hostelería entre ese récord turístico y la facturación", incide sobre una situación que preocupa -denuncia el dirigente- en un momento en el que "debido a la presión fiscal prácticamente vamos a entrar en respiración artificial".

Buena expectativa para Semana Santa

Sin embargo, el sector espera dar la vuelta a esa situación durante esta Semana Santa. "Tenemos datos a nivel hotelero que reflejan una subida de la ocupación", destaca Espinar, que cree que las expectativas apuntan -a priori- a que en estas festividades "se puedan igualar o incluso superar un poco los registros del año pasado, sobre todo porque la Semana Santa no ha venido correlativa casi a las Fallas" y ha dado tiempo a que la ciudadanía "recupere su capacidad de gasto".

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