Aeropuerto de Valencia, un año a la espera de detalles sobre su ampliación

Hace exactamente un año el presidente de Aena, Maurici Lucena, anunciaba en la Junta de Accionistas de la compañía que el aeropuerto de Valencia sería una de las instalaciones que se verían ampliadas en el próximo Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA III) que estará vigente entre 2027 y 2031. Era una comunicación que suponía cumplir con una petición -ampliamente reclamada por la Administración y el tejido empresarial- en un momento en el que el alza turística encadenaba récord tras récord en las instalaciones de Manises. Doce meses después, esos balances históricos no se han detenido -esta misma semana se conocía que en marzo se superaron los 966.000 pasajeros y que en el acumulado anual ya se rozan los 2,5 millones-, una situación que contrasta con la falta de detalles que a día de hoy aún hay sobre cómo será la expansión de la infraestructura.

En concreto, el aeropuerto se encuentra a la espera de que el gestor aeroportuario anuncie el inicio de la licitación para la redacción del proyecto de ampliación, un proceso que en enero ya se comenzó para El Altet. Sobre cuándo podría arrancar este trámite, fuentes de Aena todavía no se aventuran a indicar fechas concretas, pero insisten a Levante-EMV en que el objetivo no ha cambiado y se quiere que la amplicación "entre en el plan inversor del DORA 2027-2031". Además, apuntan un matiz. Y es que todos los estudios previos tienen que estar ya claros "antes de que se apruebe la propuesta del DORA", una fecha que según avanzó a inicios de este mes el propio Lucena debería ser "en la segunda mitad de 2026". Sin ir más lejos, el actual documento -el DORA II- ya fue aprobado en unos plazos similares por el Consejo de Ministros, concretamente el 28 de septiembre de 2021.

Lo que se sabe a día de hoy

Pero más allá de estos tiempos, la realidad es que pocos son los detalles que se han ido conociendo del proyecto en el último año. Por un lado fue el ministro de Transportes, Óscar Puente, el que señaló en mayo que esta inversión tendría un coste de alrededor de 400 millones de euros. Asimismo, en fechas similares se conoció que esta expansión se traduciría en una reforma del edificio terminal, pero no de la zona de vuelo.O lo que es lo mismo, que la reforma para modernizar y ampliar la terminal de Manises no aumentará el espacio de aterrizaje y despegue de los aviones -una parte que a día de hoy aún tiene margen para seguir creciendo-, sino que se centrará en mejorar aspectos que influyen en la comodidad del pasajero y el mejor funcionamiento de las instalaciones.

En el caso de las primeras, por ejemplo, estará con casi total seguridad el aumento de elementos como asientos, enchufes, puestos de restauración o aseos, mientras que entre los segundos podría estar la mejora de otros enclaves como las cintas de entrega de equipajes o el número de puertas de embarque desde las cuales partir.

Peticiones empresariales

Mientras se esperan esos detalles, los empresarios valencianos coinciden en la importancia de que esta expansión se acelere. Desde la Cámara de Comercio de Valencia destacan a este diario que los datos registrados hasta 2024 -cuando se sumaron cerca de 10,8 millones de usuarios en Manises- "ponen de manifiesto que ya se han superado todas las previsiones realizadas por los informes oficiales". Y, por eso, añaden que el aeropuerto -que podría llegar en el año 2030 a los 17,3 millones de pasajeros si "tuviese una mayor capacidad y se mantienen las condiciones socieconómicas"- "no puede esperar tantos años". "Es impresindible que el actual Plan DORA dé respuesta al volumen de pasajeros evitando alcanzar la saturación", añaden desde la entidad cameral.

En una visión similar se posiciona la CEV, que insiste en la "urgencia de avanzar en el desarrollo de infraestructuras aeroportuarias que respondan a la realidad actual del tráfico aéreo en la Comunitat Valenciana". "Hay una demanda creciente y sostenida que requiere una respuesta planificada y ambiciosa", remarcan desde la patronal que estima que con la expansión se podrán generar más de 930 millones de euros de valor añadido bruto al año y cerca de 17.500 empleos anuales. Asimismo, también recuerdan que se debería "estudiar técnicamente si la opción más eficiente y sostenible a medio-largo plazo sería la construcción de un nuevo aeropuerto en el entorno metropolitano de Valencia", una vía que -en otros términos y momentos- ya se exploró por inversores privados con proyectos en la Ribera y Requena antes de la crisis de 2008.

Por otro lado, desde el sector turístico, también se destaca la importancia de un proyecto que "llega tarde". Así lo apunta la secretaria general de la patronal hotelera Hosbec y exconsellera de Turismo, Nuria Montes, quien destaca que la expansión de unas instalaciones valencianas que ve "deficientes y comprometen el servicio" resulta "estratégica porque dos terceras partes de los visitantes que vienen son extranjeros". Además, cree que la ampliación permitirá también "explorar mercados lejanos" en un momento marcado por la llegada ya de la conexión con Montreal (Canadá) y con los trabajos para la recuperación del vuelo directo con Estados Unidos siempre en la recámara.

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