Levante-EMV con las empresas valencianas

Juan Carlos Sanjuan: «La guerra arancelaria ha provocado una parada de las reservas»

El fundador y CEO de Casual Hoteles apunta que "si quebrara Ryanair habría que crear otro Ryanair"

Juan Carlos Sanjuan, fundador y CEO de Casual Hoteles.

Juan Carlos Sanjuan, fundador y CEO de Casual Hoteles. / Fernando Bustamante

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

València

Hotelero con alma de piloto

Juan Carlos Sanjuan (València, 1973) compaginó desde los 18 años el trabajo con la carrera de Empresariales en la Universitat de València. Quería ser piloto de aviones, pero mientras estaba en la carrera se encontró con su antiguo entrenador de baloncesto que le animó a entrar en el mundo de los hoteles. «Me dijo que me fuera a trabajar con él y entré de recepcionista de noche en el Rey don Jaime en 1992. Ahí empezó mi carrera en el mundo del turismo», confiesa. En 2013 le surgió la oportunidad de quedarse con un hotel pequeño en València y 11 años después tiene 28 establecimientos.

Acaban de llegar a las mil habitaciones, ¿cómo ha sido su crecimiento? 

Llevamos once años y ha sido un crecimiento bastante estable. Nosotros no tenemos edificios en propiedad, los alquilamos para operar. Al año recibo más de 500 ofertas de hoteles para estudiar y analizo un 10 % de esos proyectos. De esos 50 analizados, presento ofertas por entre 15 o 20, y me suelo sentar con la mitad de los propietarios. Todos los años firmo entre tres o cinco hoteles. No son macrohoteles. El más grande que tenemos es el Casual Kubik Atenas, que es de 112 habitaciones. Nuestros hoteles tienen de media entre 50 y 80 habitaciones.

¿Cómo eligen las ciudades? 

Buscamos ciudades principales. Al final yo siempre digo que las ciudades que tú has estudiado de pequeño son las que quieres visitar de mayor. ¿Quién no quiere ir a Atenas, Florencia, Milán, Nápoles, Madrid, Barcelona o Lisboa? Me interesa sobre todo entrar en ciudades con un valor cultural alto. De todas formas, una cosa es lo que buscas y otra a lo que puedes acceder. Hay hoteles que están en venta, pero con un precio desorbitado.

¿Qué ciudad importante le queda en España?

Prácticamente ninguna. Me gustaría entrar en Alicante porque es de la Comunitat Valenciana y está en desarrollo. También me interesa La Coruña. Además, me gustaría reforzar la presencia de Casual Hoteles en Madrid, Barcelona, Málaga y Sevilla. En València tenemos cinco hoteles y yo creo que está bien.

¿Van a crecer en España?

Es muy difícil crecer en España. Nuestro país es el segundo destino mundial del turismo y hay muchas empresas (hoteleras) enfocadas en España. En Grecia o en Portugal no hay tanta gente buscando crecer porque el turismo no es tan importante como aquí. Francia es el primer destino y luego estamos ahí nosotros peleándonos con Estados Unidos. Y claro, al final te das cuenta de que el foco lo tiene aquí puesto todo el mundo. Te enfrentas con no sé cuántos mil gestores (hoteleros). Los fondos de inversión compran caro y alquilan caro. Yo no necesito complicarme la vida. Yo soy de la avenida de la Plata y la empresa me va bien. Soy socio único y no necesito arriesgarme. No voy a pagar precios desorbitados porque los contratos de alquiler son a 20 años.

¿Está preocupado por la turismofobia? 

Estoy preocupado por la vertiente social que se le está dando. Yo no creo que haya turismofobia. Además, es hipócrita porque el que sale en contra del turista dos días después coge un tren para irse a ver Madrid. Yo creo que el problema en València es que no sabemos ni cuántas camas tenemos. Ni nosotros ni los políticos. Tanto la parte socialista y Compromís antes como el PP y Vox ahora no están actuando. Tenemos licencias de actividad autorizadas por la Generalitat y el Ayuntamiento de València y por otra parte están las plataformas como Airbnb y Booking donde se anuncian los hoteles y apartamentos. No creo que en la época actual sea muy complicado ver quién opera sin licencia. Que los sancionen y los cierren. El problema de València es que no sabemos si faltan o sobran camas.

¿Le preocupan los apartamentos turísticos? 

No. Son otro tipo de alojamiento. Los apartamentos turísticos legales o las viviendas turísticas legales no son competencia desleal. A mí me preocupan los apartamentos ilegales porque no pagan Seguridad Social, no tienen seguro de la vivienda, no tienen controlados temas como la legionela y no envían los datos de los inquilinos. Otra cosa es que los apartamentos turísticos tengan una normativa más laxa que un hotel, que en parte lo puedo entender. Por ejemplo, yo tengo que hacer unos tratamientos de desratización que ellos no. Lo entiendo porque yo junto a muchísimas más personas. Pero me parece fundamental que los apartamentos paguen impuestos, tengan seguro y estén dados de alta.

¿Qué le parece la normativa de los cinco candados de València? 

Es como matar moscas a cañonazos. Los apartamentos ilegales siguen estando ahí. En la finca donde tengo mis oficinas hay uno y los vecinos callan. Lo que han hecho ahora es decir que los vecinos denuncien. No oiga, no, los vecinos no tienen que denunciar. Tenemos policía local y nacional, e inspectores. Es tan sencillo como detectar un apartamento turístico ilegal y enviarle una notificación de cierre. Si se le vuelve a detectar, se le mete una multa de 100.000 euros. No tiene sentido ponerle una multa de 3.000 euros porque es lo que gana en un mes.

¿Tiene València demasiada dependencia de Ryanair? 

Sí. València y toda Europa, incluso Madrid. Vas a Bérgamo para ir a Milán y está lleno de aviones de Ryanair. Si Ryanair quebrara se tendría que crear otro Ryanair. Tenemos una dependencia brutal. Yo no lo veo mal. Yo vuelo en Ryanair. No es cierto que en Ryanair solo vuelan los pobres.

¿Le queda recorrido a València para crecer?

No lo sé. Dicen que hay 25.000 camas, pero ¿cuántas ilegales hay? El aeropuerto tiene ya muy poca capacidad. Hay que tomar ya una decisión urgente. No sé si lo más rápido sería que Castellón fuera un aeropuerto satélite y darle más vida con autobuses lanzadera cada media hora. Sería parecido a lo que pasa con Bérgamo o con El Altet y Benidorm. En València hay muy poca estacionalidad y sí tiene capacidad para crecer, pero el problema es que no podemos seguir trayendo gente sin saber qué capacidad tenemos. Ahí sí se podría generar turismofobia.

¿Cómo les ha afectado la dana? 

Afectó muchísimo a nivel de reservas. Demasiado. Hoy por hoy sigue afectando la dana. València no ha repuntado. Las Fallas no fueron lo que eran. Cuando caen cuatro gotas en València la gente no quiere venir. Tiramos los precios al suelo y no ganamos demanda. La dana afectó mucho a València y muchísimo a la marca España. Diciembre y enero han sido meses muy malos en España. Tú salías de España y la gente te preguntaba cómo estaba València. Yo respondía que València estaba perfecta y me decían que mirara los vídeos. Claro, le tenías que explicar que eso no era València. A Benidorm le afectó también. Nosotros pensamos que todo el mundo tiene nuestro nivel cultural, pero no es así. Un estadounidense no sabe poner España en el mapa. Ellos oyen Valencia y no van a España. Pasó con los norteamericanos y los europeos del norte.

¿Cómo está acometiendo la expansión internacional de Casual Hoteles? 

Con locura. Por ahora estamos en países de la zona euro (Portugal, Italia y Grecia). El tema de la moneda no me afecta y el idioma tampoco porque casi todo el mundo habla inglés y tenemos sistemas informáticos con inteligencia artificial que lo traducen todo de forma automática. Muchas personas tienen una mentalidad de que Europa es una cosa ajena. Yo concibo más Europa como esa imagen federal de Estados Unidos. Por ejemplo, acabo de ver una cosa en Atenas y me ampara la normativa europea. Por mucho que digan que no, la normativa europea está por encima de la griega o de la española. Con el paraguas de Europa se consiguen hacer muchas cosas. Solo hay que acompasarse un poco a la normativa legal de cada país. Una vez has entrado en un país, aprendes las dificultades legales y replicar en otros hoteles es sencillo.

¿En qué países le gustaría entrar? 

Estoy mirando cosas en Praga. Estamos en la fase final. A ver si tenemos suerte porque nos estamos peleando con otra cadena internacional muchísimo más grande que nosotros. Estamos intentando abrir en Austria y en Alemania (en Berlín y Düsseldorf). Me gustaría mucho Amsterdam, pero es complicado. Quiero operar en Bruselas y me encantaría Francia, pero es extremadamente difícil. En Francia tienes que comprar el hotel y la gestora que lo lleva, aunque sea el mismo propietario. Tienes que hacer como dos compras y son precios elevadísimos. La inversión es muy alta a muy largo plazo y a mí no me gusta hacer inversiones a más de tres años.

¿Y se ha planteado seriamente algo fuera de Europa?

Pues la covid a mí me pilló yéndome a ver hoteles a Estados Unidos. Aquello fue la quiebra de varios compañeros. Si quieres dar un paso a ese modelo de negocio fuera de Europa debes irte allí una temporada larga. Y abrir treinta hoteles para tener una marca potente en Estados Unidos. No abrir dos hotelitos. No es mi momento. Yo ahora mismo estoy muy enfocado en Europa. Sí que he mirado algo en el norte de África, en ciudades como Tánger, pero no ha habido nada.

Antes sí que tenían hoteles en propiedad. 

En febrero vendí el último hotel que me quedaba en propiedad. Era el Casual Jazz San Sebastián. El edificio del Casual Vintage, el antiguo hotel Londres de València, era mío, pero lo tuve que vender a un fondo francés. Me lo compró durante la covid y con esa venta acabe de salvar la compañía. En el caso de San Sebastián, he decidido retirarme un poco de la ciudad. Me he quedado con un hotel de 60 habitaciones, Casual Olas San Sebastián, que va muy bien. El otro me ha servido para hacer caja.

¿Qué facturación tienen?

Ya somos conocidos, tenemos 28 hoteles. Si todo va bien, este año cerraremos con una facturación de 40 millones y 10 millones de ebidta (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones). El año pasado facturamos 33 millones. Hemos incorporado Ibiza, Atenas y Milán, y al final de año abriremos en Nápoles. La facturación va a crecer mucho por la incorporación de estos hoteles.

¿Está preocupado por la guerra arancelaria? ¿Qué consecuencia está teniendo?

Se está produciendo una paralización de las reservas. Es alucinante cómo influye una situación de incertidumbre como esta. El turismo ha pasado de ser la quinta necesidad del ser humano a ser la segunda o la tercer. La prioridad ahora es la alimentación y el ocio. La covid nos ha cambiado las prioridades y la forma de ver la vida. La gente busca ahora disfrutar y pasarlo bien. Entonces, ¿qué pasa? Que cuando llega alguna cosita como esta el impacto es tremendo. Es como otro golpe de realidad. La gente piensa que igual se encarece todo y frena su gasto. En el caso del turismo se puede frenar muy rápido. No es como otros gastos.Cancelas la reserva del hotel y no vas. Entonces, el turismo es muy sensible a cualquier cambio geopolítico.

Tracking Pixel Contents