Los coches ecológicos se abren paso

La dana provocó la destrucción de unos 120.000 coches en la provincia de Valencia. Una enormidad. Una de las incógnitas de aquel destrozo es si se convertiría en una oportunidad para avanzar en la movilidad ecológica. La respuesta es afirmativa. La patronal de los concesionarios Faconauto revela que los coches de combustión en el período 23/24 acaparaban el 57,3 % del total, mientras que justo un año después dicho porcentaje había bajado al 49,2 %. Los coches eléctricos puros han subido de un 6 % a un 8,4 % y los que funcionan con gasolina han bajado del 39,4 % al 31,5 %. 

 El nivel de reposición de los vehículos no va precisamente acelerado, si tenemos en cuenta que la demanda adicional producida entre noviembre de 2024 y marzo de 2025 es de 19.501. En el primero de esos meses apenas se notó la subida -596 coches vendidos más este año respecto del anterior: de 7.488 a 8.084-. En diciembre se produjo un salto de 5.856, en enero, de 4.498, en febrero, de 5.273 y en marzo, de 3.278. En este último mes, las ventas el año pasado ascenderon a 12.122 en la autonomía, mientras que en el presente subieron a 15.400. Estas operaciones se han visto impulsadas por el Plan Reinicia Auto + del Gobierno central y las ayudas de la Generalitat.

Desguaces

Por otro lado, el representante de la asociación que integra a los desguaces, Pere Anrubia, asegura que a estas alturas las campas donde se ubicaron temporalmente los miles de vehículos afectados ya han sido desocupadas y los damnificados que han querido o podido han renovado sus coches gracias a una declaración de responsabilidad propiciada por la Dirección General de Tráfico para darlos de baja de forma temporal. La baja definitiva tardará, porque los desguaces van lentos en el proceso de descontaminación de los vehículos que es imprescindible para cerrar el expediente de cada automóvil.

Esta misma semana, el Ayuntamiento de València ha dado por concluida la retirada de cerca de 3.500 vehículos de las 25 campas habilitadas en las tres pedanías del sur de la ciudad, La Torre, Castellar-l’Oliveral y El Forn d’Alcedo. El plan de retirada iniciado hace meses se ha dado por finalizado y las 25 campas ya están clausuradas y limpiadas. La retirada se aceleró para evitar riesgos medioambientales y de seguridad.

Servicios

Los servicios municipales pusieron en marcha un plan específico para la retirada progresiva de los vehículos dañados por las inundaciones del 29 de octubre. En un primer lugar se fueron retirando los vehículos de las diferentes calles de las tres pedanías afectadas para ir apilando los mismos en diversas campas.

La Policía Local de València ha realizado y coordinado el trabajo de identificación, catalogación y traslado de los vehículos afectados a las campas. Una parte de los automóviles fueron retirados por los propios dueños, una vez se les informó de la posibilidad de hacerlo. El resto han sido llevados a desguaces autorizados de la Comunitat Valenciana por un dispositivo de grúas y camiones que puso en marcha el propio Ayuntamiento a través de medios propios.

Fuentes de Faconauto valoraron de esta forma los efectos de la riada en su sector: «La dana golpeó la Comunitat Valenciana con una fuerza desmedida, dejando tras de sí un reguero de agua, barro y vehículos inservibles. Pero también sacó lo mejor de muchos: concesionarios convertidos en centros de apoyo, mecánicos que dejaron las llaves inglesas para empuñar palas, y empresas que, antes de abrir al público, abrieron sus puertas a sus vecinos» 

Las mismas fuentes añadieron que «muchos concesionarios, profundamente arraigados en sus comunidades, no pudieron seguir con su actividad como de costumbre y trabajaron por reestablecerla en el menor tiempo posible, ayudando también en las tareas de limpieza de los distintos núcleos de población. Mientras tanto, fueron los puntos de venta de regiones limítrofes las que asumieron una demanda inusual, fruto de la urgencia de quienes necesitaban recuperar su movilidad en el menor tiempo posible».