Seguridad Social
El Gobierno quiere facilitar que los jubilados combinen su pensión con un 'minijob'
La Seguridad Social estudia aumentar el porcentaje de prestación pública que puede cobrar un jubilado si es contratado a tiempo parcial y combinarla así con su salario

Un grupo de pensionistas, jubilados, camina por la Diagonal. / JORDI COTRINA / EPC

El Gobierno está estudiando con la patronal y los sindicatos fórmulas para mejorar las condiciones de acceso a la jubilación flexible y tratar de hacerla atractiva para más pensionistas. Para ello, el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social pretende incentivar que las personas que ya estén jubiladas decidan reengancharse al mercado laboral y combinar parte de su pensión con un contrato a tiempo parcial. Es decir, combinar un porcentaje de la prestación pública -que quiere aumentar- con un ‘minijob’ –y su salario correspondiente-, como es más habitual en otros países de la Unión Europea. El objetivo del Ejecutivo pasa por tener atado un preacuerdo con patronal y sindicatos antes de julio y luego llevar los cambios al Congreso, lo que podría ubicar su entrada en vigor ya a partir de 2026.
Los perfiles más potencialmente beneficiados de esta reforma serían dos. Por un lado, trabajadores altamente cualificados y que, una vez llegada la edad legal de retiro, quieren seguir trabajando, pero menos horas. Y, por el otro, personas que hayan perdido su empleo a una edad próxima a la jubilación y hayan tenido que recurrir, para no quedarse sin ingresos, a la jubilación anticipada involuntaria. Reenganchándose mediante la jubilación flexible podrían obtener más ingresos y, una vez vuelvan a retirarse definitivamente, mejorar su pensión.
Ahora mismo, la jubilación flexible la ejercen en España un total de 3.174 personas, según los últimos datos internos de la Seguridad Social a los que ha tenido acceso este medio. En su mayoría son hombres, de 71 años, ejercen a media jornada y se acogen a esta modalidad durante cuatro años. Durante estos combinan una pensión media de 926,86 euros mensuales con un salario medio de 1.880 euros, es decir, manejan una renta de 2.806 euros mensuales.
La ministra Elma Saiz ha ido perfilando durante esta legislatura, en la línea de su antecesor, varias reformas para facilitar que los españoles trabajen más años a lo largo de su vida. En verano del año pasado pactó con los sindicatos una batería de cambios, entre los que se contaban mejoras para la jubilación demorada -tardar más en retirarse- y en la jubilación activa -acceder a la pensión, pero seguir trabajando-. Ahora, el Ministerio prepara más cambios en una línea parecida, tal como lleva semanas debatiendo con la patronal y sindicatos.
La Seguridad Social quiere promover lo que técnicamente se conoce como jubilación flexible, que es bastante parecida a la jubilación activa, pero está específicamente pensada para aquellas personas que no quieran seguir trabajando a tiempo completo, sino bajar una marcha su carga de trabajo y estar a tiempo parcial. Para incentivarla, la propuesta que ha puesto encima de la mesa el Ejecutivo plantea, entre otros, un sistema de tramos que posibilita que el jubilado perciba más ingresos si encuentra un empleo a tiempo parcial, según confirman a este medio distintas fuentes del diálogo social.
Trabajar y cotizar más años
Actualmente, ya existe esta fórmula y funciona de la siguiente manera: el trabajador tiene que haber llegado a la edad de jubilación, que oscila entre los 65 y los 67 años (dependiendo del tiempo que tenga cotizado el trabajador). Se jubila y es entonces cuando solicita por ejercer la jubilación flexible, que no es otra cosa que combinar pensión y un contrato a tiempo parcial. La dedicación deberá ser de un mínimo del 25% de jornada hasta un máximo del 75%. Y cobra el sueldo y la parte de pensión proporcional a la dedicación.
Por ejemplo, si le tocarían 2.000 euros de pensión y es contratado a media jornada, cobrará el sueldo que le paguen más 1.000 euros de pensión. El trabajador-pensionista va cotizando durante los años que permanezca en dicha situación y una vez se retira, la Seguridad Social recalcula su pensión y la incrementa en función del tiempo trabajado y el salario percibido durante el mismo.
Ahora el Gobierno plantea incrementar el porcentaje de pensión que percibe el jubilado flexible. Si ahora suma un 100% de ingresos a través, por ejemplo, de trabajar un 75% de jornada y cobrar un 25% de pensión, este segundo porcentaje subiría para que el total de ingresos superara el 100%.
La ministra Saiz ha abierto una mesa “técnica” con patronal y sindicatos para estudiar esta y otras modificaciones para hacer más atractiva una fórmula que hasta ahora en España ha sido muy residual. Según datos del Ministerio, en marzo había un total de 3.174 las personas que están ejerciendo la jubilación flexible (el 75% de ellos hombres y con una media de edad de 71 años y 3 meses), sobre un total de jubilados de 6,4 millones. El objetivo, salvando las distancias, es acercar esta modalidad a la jubilación activa, que actualmente cuenta con unos 66.000 practicantes.
Uno de los principales escollos que los negociadores ven son las reticencias entre parte del empresariado a contratar a personas de edad avanzada, lo que se conoce como edadismo. No en vano, los mayores de 45 años están identificados como un colectivo preferente en las políticas activas de empleo y el porcentaje de parados senior no ha dejado de aumentar en los últimos años.
Estudiando otros modelos
Fuentes conocedoras de las conversaciones explican que los participantes están estudiando los modelos de Noruega y otros países de la Unión Europea para tratar de incorporar aspectos que allí funcionen. En algunos estados miembros, como Alemania, la combinación entre pensión y ‘minijob’ es mucho más frecuente. En el país germano esta fórmula busca compensar unas pensiones exiguas. Y es que España es un país, en este sentido, más garantista para con sus jubilados.
Según los últimos datos disponibles de la OCDE, referentes al 2022, la tasa de reposición en España era del 86%, frente al 55% de Alemania. La tasa de reposición mide el porcentaje de ingresos que el trabajador mantiene una vez deja de percibir su salario y pasa a cobrar pensión. Es decir, en España un trabajador con un sueldo de 1.000 euros recibirá una pensión, de media, de 860 euros; mientras que en Alemania, con el mimo salario, recibiría una pensión de 550 euros.
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