AGRICULTURA

Técnicos del IVIA se desplazan a Chipre para controlar la plaga más grave que amenaza la citricultura mediterránea

El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias ha llevado a cabo cuatro misiones científicas en dos años en territorio chipriota

Técnicos del IVIA, durante su trabajo de análisis e investigación en Chipre.

Técnicos del IVIA, durante su trabajo de análisis e investigación en Chipre. / Levante-EMV

José Luis Zaragozá

José Luis Zaragozá

València

La Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana trata de frenar en Europa la plaga citrícola más temida por el sector en todo el mundo: el HLB o 'greening', una plaga que provoca el enverdecimiento de la fruta y mata a las plantas. La citada plaga está presente en más de cincuenta países de Asia, América, África y Oceanía, donde ha devastado en pocos años extensas zonas citrícolas. Como ejemplos de su voracidad, en Brasil, ha sido necesario arrancar 24 millones de árboles, mientras que en Florida (EE UU) causó entre los años 2005 y 2011 una reducción del 23% de su producción citrícola. Tanto es así que el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), centro de referencia mundial en el sector, se ha implicado de lleno en el sector desde hace décadas en el control del Diaphorina citri, vector del HLB, en colaboración con otros países europeos como Chipre, que ya ha conseguido reducir la población del vector gracias al programa de control biológico promovido por el IVIA.

Según la dirección del instituto agrario, desde la detección del Diaphorina citri en Chipre en 2023, la Unidad de Entomología del Centro de Protección Vegetal y Biotecnología del IVIA está colaborando con el Gobierno chipriota para desarrollar un programa de control biológico contra el vector causante de esta grave amenaza para los cítricos. “Esta colaboración con socios europeos nos ayuda a frenar la mayor amenaza fitosanitaria para los cítricos”, explica Alejandro Tena, director del IVIA. “La participación del IVIA en esta misión refuerza su papel como referente internacional en sanidad vegetal y control biológico; confirma el firme compromiso del instituto con la protección de la citricultura mediterránea y el desarrollo de soluciones sostenibles ante amenazas emergentes como el HLB”.

Insector transmisor del HLB.

Insector transmisor del HLB. / Levante-EMV

La imparable propagación en Portugal, desde hace algo más de una década, del insecto portador de la cepa africana del HLB puso en alerta al sector citrícola de España. Esta situación, confirmada por la última auditoría de la Comisión Europea (CE) realizada en el país vecino en noviembre del año pasado, más allá de tranquilizar descartando la presencia de la bacteria que provoca la enfermedad, ya alertaba de que las medidas implementadas por el país vecino son insuficientes para erradicar, ni siquiera para contener a la Trioza. Este hecho, sumado a la confirmación en enero de la presencia del otro vector de esta enfermedad en Israel –la 'Diaphorina citri'-, que tiene mayor capacidad para adaptarse a climas mediterráneos y que trasmite la cepa asiática, más agresiva, y la africana.

Misiones científicas

Durante estos dos años, el IVIA ha llevado a cabo cuatro misiones científicas en territorio chipriota en las que han participado tanto Tena como la doctora Meritxell Pérez-Hedo y el profesor Alberto Urbaneja. Además, ha proporcionado asesoramiento científico, apoyo técnico, materiales de formación y estrategias de respuesta, participando activamente en la planificación conjunta con las autoridades locales y en acciones de formación sobre el terreno.

Trabajos de investigación en Chipre.

Trabajos de investigación en Chipre. / Levante-EMV

En la más reciente de estas misiones, realizada entre el 6 y el 11 de mayo de 2025 por Alberto Urbaneja, se constataron in situ los resultados del programa de control biológico basado en la introducción del parasitoideTamarixia radiata y la identificación de un parasitoide autóctono.

Dispersión natural

“Las observaciones de campo confirmaron el establecimiento y dispersión natural por toda la isla del parasitoide Tamarixia radiata, así como de una nueva especie de parasitoide nativo. Los niveles de parasitismo han sido muy elevados esta primavera y las poblaciones de Diaphorina citri son mucho más bajas que años anteriores en toda la isla”, explica Urbaneja. Precisamente, uno de los hallazgos más relevantes fue la detección en campo de la nueva especie de parasitoide que también parasita a Diaphorina citri con una incidencia notable.

La reciente misión en Chipre tenía por objetivo revisar los avances del programa y definir acciones conjuntas para consolidar sus resultados. Incluyó reuniones técnicas con el Ministerio de Agricultura chipriota así como de la Universidad de California Riverside y del Departamento de Agricultura de California.

Tracking Pixel Contents