Ford España ganó 64,3 millones en 2023 pese a perder la mitad de sus modelos

La filial de la marca del óvalo, que cerró el ejercicio 2022 con más de 61 millones de pérdidas, facturó 7.263 millones de euros, un 3 % menos, y produjo un 13,7 % menos de vehículos

Coches en producción en Ford Almussafes, en 2023.

Coches en producción en Ford Almussafes, en 2023. / Perales Iborra

Juanma Vázquez

Juanma Vázquez

València

Ford España volvió a beneficios en 2023 a pesar de perder dos de los cuatro modelos que aún conservaba en producción. Así se desprende de las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil por la filial española de la firma del óvalo, un documento en el que la marca -que en el país está compuesta principalmente por la planta de fabricación de Almussafes y por las oficinas que tiene en Madrid- refleja que en el año 2023 tuvo unos beneficios después de impuestos de 64,3 millones de euros, una mejora considerable respecto a los 61,3 millones de euros que perdió en el ejercicio previo.

Pérdida de producción e ingresos

Son unas ganancias que, sin embargo, contrastan con la situación a la baja que se registró en otras partidas. Sin ir más lejos, la facturación -sin tener aún en cuenta un ERE de más de 600 personas que se acabaría acordando a mediados de 2024- se redujo un 3 % con relación al año previo hasta quedarse en los 7.623 millones de euros, mientras que la fabricación en la planta valenciana se desplomó un 13,7 % hasta quedarse en los 211.834 vehículos.

Esa producción, que un año después seguiría cayendo hasta superar por poco los 120.000 coches, se produjo después de que Almussafes perdiera dos de los cuatro modelos que a inicios de 2023 seguía teniendo en sus líneas, en concreto el S-Max y el Galaxy, además de despedir la furgoneta Transit en su versión americana. En paralelo, el área de motores produjo un total de 419.457 unidades -un 18 % más-, de los cuales dos de cada tres se exportaron fuera de España.

Los "riesgos"

Más allá de números, las cuentas de Ford España también alertan de varios "riesgos", entre ellos la "competencia significativa de los actuales y nuevos competidores en las industrias de la automoción". Este factor cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que, entre 2020 y 2024, la firma ha pasado de vender 648.530 vehículos en Europa a solo 426.307. A ello se suma el temor a verse afectada "negativamente por los acontecimientos económicos o geopolíticos, incluidas las políticas comerciales proteccionistas como los aranceles u otros eventos", un aviso destacado en un momento en el que Ford -igual que otros fabricantes estadounidenses con plantas fuera del país norteamericano- están ya padeciendo las consecuencias de las subidas arancelarias de Donald Trump.

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