Condiciones laborales

Refugiados palestinos denuncian explotación laboral en las obras del Camp Nou

Un grupo de trabajadores de una subcontrata denuncian ante los tribunales haber sido despedidos ilegalmente, cobrar por debajo de convenio y jornadas de más de 10 horas diarias

Los testimonios de cuatro refugiados palestinos que denuncian explotación laboral en las obras del Camp Nou

Los testimonios de cuatro refugiados palestinos que denuncian explotación laboral en las obras del Camp Nou / Jordi Otix

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

Barcelona

Un grupo de refugiados palestinos que hasta hace poco trabajaban en las obras del Camp Nou han ido a los tribunales para denunciar su despido y las condiciones laborales de “explotación” en las que estaban trabajando. Empleados por una de las decenas de subcontratas que levantan el estadio blaugrana, describen jornadas de más de 10 horas al día, hasta siete días a la semana en algunos casos y salarios por debajo de lo que deberían estar cobrando según el convenio colectivo.

También denuncian amenazas constantes de echarlos a la calle si reclamaban sus derechos, cosa que acabó sucediendo y les ha empujado a los tribunales. EL PERIÓDICO ha podido confirmar que al menos cinco refugiados palestinos fueron cesados de manera presuntamente irregular por una de las subcontratas que operan actualmente en las obras del Camp Nou y que ya ha sido censurada previamente por la Inspección de Trabajo.   

Las prácticas que describen Marwan, Omar, Ahmed, Tariq e Ismail (nombres ficticios para preservar su anonimato) son prácticamente idénticas a las que ya denunciaron una decena de trabajadores a este medio en noviembre del 2023, al poco de arrancar las obras del Camp Nou. Y por las que más de una cuarentena de empresas subcontratadas en las mismas fueron censuradas por la Inspección de Trabajo, que impuso más de un millón de euros en requerimientos por salarios impagados y horas trabajadas pero no declaradas ni cotizadas.

Este grupo de trabajadores son todos palestinos, refugiados en Barcelona tras huir de la guerra y la ofensiva israelí que hace más de un año devasta su país. Aquí fueron acogidos por la Cruz Roja, que les dio hospedaje durante unos meses y fue allí donde a través del boca-oreja encontraron trabajo en el Camp Nou, necesitado de mano de obra para terminar sus obras.

La empresa a la que el Fútbol Club Barcelona encargó las obras es la turca Limak, que coordina los trabajos que una poblada red de subcontratas va realizando. Una de ellas es Opportunity of a Lifetime SL, la compañía para la que han trabajado hasta hace poco los cinco denunciantes y por la que, según narran, han ido pasando decenas de refugiados palestinos como ellos, que no han durado más que unas pocas semanas hasta ser despedidos. Las órdenes las recibían, según los mensajes que muestran en sus teléfonos móviles, de personas que se identificaban como dirigentes de Rinko Instalaciones Internacionales SL, una compañía requerida por la Inspección de Trabajo durante sus primeras actuaciones en el Camp Nou.

Ante las sospechas de los trabajadores que pueda tratarse de una empresa pantalla, EL PERIÓDICO ha preguntado a Rinko si tiene algún tipo de vínculo con Opportunity of a Lifetime, duda que ha quedado sin respuesta. Desde el Col·lectiu Ronda han presentado seis demandas por despido ilegal contra Opportunity of a Lifetime y Rinko. Todas están a la espera de juicio y en ninguna se han presentado ninguna de las dos empresas a la conciliación previa

Jornadas interminables

Manwar dejó su Nablus natal, ubicada en Cisjordania, huyendo de los bombardeos israelís. Cuenta que llegó a Barcelona en marzo de 2024 y tras trabajar durante un tiempo en un restaurante un amigo le recomendó probar suerte en las obras del Camp Nou. Duró menos de dos meses. "Siempre me pedían que me quedara a hacer más horas. Un día salimos pasadas las diez de la noche y me quejé, porque vivo fuera de Barcelona, tardó bastante en tren para ir y volver y al día siguiente a las ocho de la mañana tenía que estar otra vez en el Camp Nou. Cuando al día siguiente me pidieron que volviera a quedarme hasta las diez les dije que no y me contestaron 'Mañana no vuelvas más'", recuerda.

Cuando me quejé y les dije que no quería hacer más horas extra me dijeron: 'Mañana no vuelvas más'

Manwar

— Ex trabajador de una subcontrata del Camp Nou

Omar cuenta que trabajaba todos los días de la semana, de lunes a domingo, y que durante los meses previos a ser despedido apenas descansó un par de días. Uno, el día 1 de enero, que no les llamaron a trabajar, y otro, un día que tuvo que ausentarse para firmar unos papeles de extranjería. "Nos engañaban. Te prometían un extra si te quedabas haciendo más horas, pero luego a final de mes veías que no te pagaban todo lo que habías trabajado y lo que te pagaban lo hacían a un precio hora menor al que habías pactado”, recuerda. 

El trabajo es muy duro, desde el primer día pensé en dejarlo, pero necesito el dinero para mi familia

Omar

— Ex trabajador de una subcontrata del Camp Nou

Omar acabó desarrollando una dolencia en la rodilla por el exceso de trabajo, fue al médico para pedir la baja y entonces la empresa, al recibir el parte, le despidió, según consta en la denuncia interpuesta por los abogados del Col·lectiu Ronda, bufete que les está llevando la defensa. “Era muy duro, desde el primer día pensé en dejarlo”, cuenta. Pero necesitaba el dinero para mandárselo a su familia. Hoy ya no está en Barcelona, se ha marchado a Alemania en busca de mejores sueldos.

"En Limak trabajamos cada día para garantizar que nuestra compañía sea un lugar donde cada persona sea respetada y valorada, independientemente de su origen o identidad. Aunque la empresa Opportunity of a Lifetime no está directamente subcontratada por Limak, se le exige igualmente el máximo nivel de profesionalidad, respeto hacia los trabajadores y cumplimiento de la ley", afirma, a preguntas de ese medio, la empresa encargada de la obra.

Las nóminas no cuadran

Ahmed denuncia que Opportunity of Lifetime también le pagó menos. No solo menos de lo que verbalmente habían acordado, sino también menos de lo que figura en su nómina. Por un lado, muestra la nómina en papel, que recoge un importe de algo más de 1.000 euros netos, y por el otro, los extractos de su cuenta bancaria, donde el pago –en concepto “salary transfer”– que finalmente le hizo la empresa no llega a los 700 euros. El descuadre entre las nóminas y lo que finalmente perciben los trabajadores es una denuncia de fraude habitual entre las empresas denominadas “pirata” del sector de la construcción. 

Este grupo de trabajadores denuncia que es frecuente que algunos empleados sean coaccionados por sus superiores para que, una vez han cobrado, devuelvan parte del dinero con la amenaza de que si no lo hacen, serán despedidos. Este medio no ha podido confirmar dichas afirmaciones, si bien otros empleados que también han estado vinculados a la misma empresa sostienen la misma versión. 

Tariq tenía en su Cisjordania natal una pequeña fábrica de muebles que tuvo que malvender una vez empezó la ofensiva, ya que los pedidos no dejaban de bajar y las facturas de crecer. Hace unos años conoció Catalunya a través de un popular grupo de música que fue allí a tocar de manera solidaria y decidió probar suerte en Barcelona. Su padre había trabajado toda la vida en la construcción y cuando era pequeño le ayudaba en algunos trabajos. Con esa experiencia previa pensaba que se manejaría bien en las obras del Camp Nou. "Si llego a saber lo que me espera no vengo", afirma.

Cuando Manwar tuvo que huir de Palestina ante el avance de las tropas israelís pudo haber ido a Noruega, donde tiene un tío que vive y trabaja allí desde hace años. Pero prefirió Barcelona, guiado por su devoción al Barça, del que quedó prendado durante la época de Pep Guardiola. Emocionado, muestra su cuenta de Instagram, plagada de vídeos de aquel Messi que regateaba rivales como si estuviera en el patio de la escuela. "Quería explicar a mis amigos que estaba construyendo el Camp Nou, el estadio de mi equipo, mi estadio. Pero ha sido muy doloroso, me han tratado mal, con racismo, me han engañado cuando después de lo que he dejado atrás lo que necesitaba era seguridad... Me he sentido como si trabajara para una empresa israelí", afirma.

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