Damià Tormo: «En Valencia somos líderes en biotecnología, pero no lo contamos bien»

El premio Jaume I de Revelación Empresarial defiende el potencial de las terapias genéticas para tratar enfermedades hereditarias que hasta ahora eran incurables

"Vendimos una firma de 4.000 millones, pero también nos mueve generar un ecosistema biotecnológico, empleo y soluciones médicas"

Damià Tormo, el miércoles en su despacho en el Parque Tecnológico de Paterna.

Damià Tormo, el miércoles en su despacho en el Parque Tecnológico de Paterna. / JM López

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

València

Empresario y científico

Damià Tormo (València, 1981) ha sido galardonado esta semana con el premio Jaume I de Revelación Empresarial. Tormo es científico especializado en biotecnología y empresario. Es socio cofundador y CEO de Columbus Venture Partners, compañía que ha creado medio centenar de empresas biotecnológicas e invierte en el sector con capital riesgo. Una de sus empresas, Viralgen, fue comprada por Bayer en 2020 por 4.000 millones de dólares.

¿Cómo está posicionada Valencia en biotecnología?

En Valencia somos referentes en biotecnología. Un ejemplo son tres premiados con el Jaume I de otros años: Antonio Pellicer, que montó un empresón con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI); Carlos Simón, que impulsó Igemonix (vendida en 2021 por 1.250 millones de euros); y Ángela Pérez, que ha promovido en la Marina un biohub de biotecnología. En Valencia somos líderes en biotecnología, pero no lo estamos contando suficientemente bien.

Usted fue investigador en la universidad de Michigan en Estados Unidos, que es un país con una cultura muy emprendedora y científica, ¿qué puede aprender España de Estados Unidos para avanzar en el emprendimiento científico?

Yo he podido obtener una visión global porque he estudiado y trabajado en España, Alemania -se doctoró en Bonn- y Estados Unidos. Una parte de la cultura emprendedora estadounidense está centrada en la transferencia del conocimiento científico a soluciones para la sociedad. Eso lo tienen muy claro. Sin embargo, hace unas décadas en España no se veía tan bien en el entorno universitario. Ahora está cambiando. Por ejemplo, yo estoy dentro del Consejo Social de la Universitat de València y cada vez más intentamos que toda esa investigación y ciencia se traslade a la sociedad y al paciente.

Harvard

Ahora en Estados Unidos puede haber un cierto retroceso en la universidad por las políticas de Trump. ¿Le preocupa lo que está pasando en Harvard por el veto a los estudiantes extranjeros?

Me preocupa bastante todo lo que está pasando porque genera muchísima incertidumbre. Y la incertidumbre nunca es buena para la toma de decisiones personales o empresariales. Cosas como las que pasan en Harvard con el intento de limitación de estudiantes extranjeros genera toda esa incertidumbre que perjudica a medio y largo plazo. Hace mucho daño.

Usted representa la conexión entre la universidad y la empresa para la llegada de avances científicos a la sociedad. ¿Qué es lo más complicado en ese puente? 

La parte de cómo industrializar una investigación. Hay una parte de investigación que puede funcionar bien en el laboratorio, pero ¿cómo generas de eso un producto que pueda llegar a la sociedad y al paciente? En estos momentos, gracias a la biotecnología avanzamos muchísimo con terapias para enfermedades que antes eran prácticamente incurables.

¿Qué avances se están consiguiendo?

Muchísimos. Nosotros hemos desarrollado empresas de terapias genéticas para tratar enfermedades hereditarias debidas a una mutación. Ahora somos capaces de poner en esas células la información genética correcta para corregir la enfermedad. Antes solo se podía paliar la enfermedad. Ahora podemos ir a la base para curarlas (con terapia génica).

Damià Tormo, en las instalaciones de su empresa, el mièrcoles.

Damià Tormo, en las instalaciones de su empresa, el mièrcoles. / JM López

Usted es cofundador y CEO de la sociedad gestora de capital riesgo Columbus Venture Partners, desde la que han creado e impulsado con financiación empresas biotecnológicas. ¿Quién está detrás?

Los fundadores somos Javier García y yo. Javier era un antiguo directivo de la farmacéutica Lilly en Estados Unidos. Llevaba la parte de desarrollo de negocio y yo era un emprendedor. En ese momento nos conocimos y empezamos a trabajar conjuntamente. Desde entonces hemos trabajado mano a mano y juntado un equipo supertalentoso. Hemos ido montando una empresa detrás de otra. Llevamos cerca de cincuenta empresas.

Viralgen

¿Qué empresa destacaría? 

Algunas han sido hitos realmente importantes en nuestra carrera. Fundamos una empresa de terapia génica que se llama Viralgen. Mi socio Javier García cogió el mando y creció rápidamente en tres o cuatro años con más de 500 personas. Produce tratamientos para modificar genéticamente las células dañadas. Al cabo de un tiempo, se vendió a la farmacéutica Bayer en una de las transacciones más grandes que hubo ese año a nivel mundial.

¿Por cuánto se vendió?

Por cuatro mil millones de dólares.

¿Qué les mueve en Columbus Partner? 

Nos mueve la generación de valor. Pero no solo un valor económico, sino el de generar un ecosistema biotecnológico, empleo y soluciones médicas. Hemos desarrollado tratamientos que curan a mucha gente. Y también hacemos un trabajo filantrópico a través de la Fundación Columbus. Intentamos que una parte significativa de lo que ganamos vaya a la fundación. Por ejemplo, montamos el primer centro en España de Protonterapia -un tipo de radioterapia que utiliza haces de protones para tratar el cáncer- y decidimos que hasta que estuviera listo cualquier niño con cáncer nos lo llevábamos fuera a tratarlo. Fueron centenares.

Capital riesgo

En Columbus Partners a parte de crear empresas invierten con capital riesgo. 

Al final, el ecosistema necesita cuatro cosas: infraestructura, la parte científica, talento con gente muy preparada e inversión. Tenemos mucha suerte de contar con inversores que apuestan no solo por el retorno económico, sino por lo que podemos hacer por la sociedad. El último vehículo de inversión que montamos era de 150 millones.

Volviendo a la conexión de empresa y universidad en Estados Unidos, ¿les llega también capital de aquella zona? 

Sí. Nosotros también tenemos nuestra oficina en Boston, que es donde está Harvard. Uno de los socios y parte del equipo están allí. Trabajamos mucho con Estados Unidos y tenemos muchas empresas allí. 

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