Los vecinos de Zapadores explotan contra los bajos turísticos

El desmadre de los turistas de madrugada acaba con la paciencia de los residentes que se lían a gritos contra ellos

La pesadilla de convivir con un apartamento turístico: "Se ponen con altavoces en la calle a cantar y bailar"

Redacción Levante-EMV

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

València

La proliferación sin control de bajos turísticos por toda la ciudad de València está acabando con la paciencia de los residentes. Una joven que vive en una vivienda de Zapadores ha explotado contra un grupo de turistas extranjeros alojados en un bajo de la zona de Zapadores y que tenían la música a todo volumen a las dos de la madrugada. La joven, que al día siguiente tenía que salir a trabajar a las siete de la mañana, propinó varios improperios al grupo, que siguió a lo suyo como si estuviera en un bar de copas en fin de semana sin importarle el descanso de los vecinos.

La joven explicó a Levante-EMV que ya llevaba dos noches llamando a la policía porque los apartamentos turísticos de debajo de su casa "están llenos y los inquilinos se dedican a salir la calle a cantar y bailar con altavoces". El incidente se produjo en la madrugada del miércoles al jueves en un barrio que es de trabajadores y que está relativamente alejado de los puntos de interés turístico del Cap i Casal. A pesar de ello, la voracidad de los inversores ha llenado València de este tipo de negocios que carecen de control.

La joven, que estaba harta de no poder descansar, lamenta que "la última moda" de los inquilinos de los bajos turísticos de enfrente de su casa es "entrar y salir del apartamento con el altavoz a tope hasta las dos de la madrugada o así. A cada ratito, van saliendo a la calle y se ponen a bailar y a darle al cante".

Impunidad

El Ayuntamiento de València solo ha impuesto siete multas a apartamentos turísticos ilegales desde que tiene competencia sancionadora, cedida por la Generalitat en febrero de 2025. Según ha revelado el grupo municipal socialista esta semana a partir de los datos ofrecidos por el gobierno municipal, las siete sanciones de marzo a junio –último mes del que se tiene registro– se impusieron por el importe mínimo de 10.000 euros. Además, cinco de ellas se abonaron con pronto pago, reduciendo la factura a los 5.000 euros. 

Aunque solo se ha sancionado económicamente a siete infractores, la Policía Local de València ha abierto 389 actas de denuncia en lo que va de año. El año pasado se impusieron 620 y en 2022 –último año completo del anterior gobierno–, un total de 73, lejos de la cifra actual, lejos también de la sensibilización social actual respecto al impacto de este creciente negocio en los barrios. 

La nueva ordenanza de apartamentos turísticos de València, anunciada como la «más restrictiva de España» con diferentes candados administrativos, dejará margen para que se abran 5.500 nuevos apartamentos en los barrios de la ciudad que aún no se consideran saturados, esto es, en las zonas donde el número de pisos turísticos no es superior al 2% de las viviendas residenciales. 

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