Opinión

No ganamos para sustos

Quienes cultivan huertos tienen menos riesgo de cáncer y mejor salud mental

Quienes cultivan huertos tienen menos riesgo de cáncer y mejor salud mental / PEXELS

Inmaculada Sanfeliu

Para todo el panorama vegetal –forestal o agrícola- la UE reguló que existen 20 plagas y enfermedades foráneas catalogadas como «prioritarias» por su enorme impacto económico, social y medioambiental. Los Estados miembros deben disponer de un plan de contingencia, de vigilancia y monitorización y, en caso de detección, deben aplicar especiales medidas de cuarentena. De ese ‘top 20’, se sabe que siete podrían afectar a los cítricos. Pues bien, la citricultura europea está ya amenazada por cinco de estos patógenos y lo está porque ya han sido detectados en territorio europeo, porque se ha confirmado su presencia en zonas vecinas con idéntico clima –el de la ribera sur del Mediterráneo- y/o porque se tiene constancia de la existencia de insectos vectores que se sabe contribuyen a la expansión de la enfermedad.

Desde el CGC alertamos de la primera detección en cítricos de Xylella fastidiosa en la UE. Entre las plantas afectadas por esta enfermedad prioritaria en la zona de Oporto se han encontrado limoneros, pomelos, mandarinos y naranjos. Portugal ya tiene 14 zonas demarcadas y hay muchas detecciones en viveros. El laboratorio luso apunta que podrían haber sido infectadas por la subespecie fastidiosa, distinta a la ‘multiplex’ que afecta a los almendros de Alicante pero que también está presente en Mallorca.

Es evidente que la citricultura europea no gana para sustos y que vive en un permanente estado de alerta fitosanitaria. En tales circunstancias y sin considerar siquiera el impacto en los mercados agroalimentarios de la invasión de Rusia sobre Ucrania, la CE presentó el pasado verano su estrategia ‘De la granja a la mesa’ que, entre otros objetivos de sostenibilidad, exige reducir el uso y el riesgo de los productos fitosanitarios en un 50% de aquí a 2030. Afortunadamente, el Consejo de Ministros de Agricultura del 19 de diciembre reclamó que, antes de validar tales metas, se realice una nueva evaluación. El CGC coincide en tal diagnóstico: la lucha biológica que se plantea como alternativa aún es sólo una incipiente alternativa que requerirá de mucho más desarrollo y los pocos pesticidas que nos quedan hoy ya no dan más de sí, es más, su eficiencia irá a menos porque las resistencias son cada vez más frecuentes. Ese pacto por la sostenibilidad es hoy insostenible.

Suscríbete para seguir leyendo