«Hay veces que el apego y la pasión por la tierra no es compatible con la economía»

Ximo Aguilella, en una imagen del pasado miércoles.

Ximo Aguilella, en una imagen del pasado miércoles. / M.A. Montesinos

José Luis Zaragozá

José Luis Zaragozá

Joaquim Aguilella | Decano del Colegio de Ingenieros Agrónomos de València, Castelló, Alicante y Baleares . Es responsable de desarrollo, permisos y licencias de Metka-EGN Spain, del grupo multinacional Mytilineos, que impulsa y construye proyectos llave en mano de energías renovables . Toma las riendas de una asociación profesional que agrupa a 1.550 asociados. Se muestra optimista sobre el futuro de la agricultura mediterránea, a pesar de los minifundios y el desembarco de los fondos de inversión.

Las inversiones vuelven al campo. No hay más que ver las últimas operaciones de los fondos de inversión en el negocio agrario en España. ¿Qué futuro pronostica al sector primario en estos tiempos de nueva PAC, de aumentos disparatados de los costes y de competencia de terceros países?

La competencia va a ser cada vez más dura. Pero hay dos problemas distintos: unos son los coyunturales que, por la capacidad tecnológica, podemos resolver con solvencia adquiriendo incluso ventajas competitivas. Los otros son los generados innecesariamente. Esos son los realmente peligrosos. Competir en igualdad de condiciones no nos debe asustar porque todo el sistema se adaptará; lo peligroso es que yo juegue con unas reglas y a los demás se les permita jugar con otras. Y para más ‘inri’, que mi propio país me ate las manos, como pasa con el recorte del trasvase Tajo-Segura. Si nos empeñamos en que aquí sea imposible producir y competir acabaremos dependiendo de terceros países y perderemos nuestra soberanía alimentaria, nuestro paisaje y buena parte de la economía.

La UE reclama más burocracia y un cuaderno digital. ¿Ahogará a los agricultores, cuya media de edad se sitúa en los 65 años?

Hay dos cosas diferentes. La gente de 65, 70, 75 se maneja sin problemas con el móvil. Gestionar un cuaderno de campo digital acabará siendo igual de habitual que usar el WhattsApp, con independencia de la edad. Y, además, si somos capaces de explotar adecuadamente los datos que generamos, seremos capaces de avanzar más rápido. La tecnología no es, ni va a ser, un problema; todo lo contrario. En cambio, las pegas vienen de condicionantes improductivos.

«Los barbechos eran fantásticos... hasta que nos dimos cuenta que dependíamos de los granos de Ucrania»

¿Cómo ve el futuro de los principales cultivos mediterráneos?

Dependerá de lo que queramos que sea. Si no nos empeñamos en lo contrario seguiremos teniendo esos cultivos mediterráneos. Otra cosa importante es qué consideramos como cultivos mediterráneos. La gente tiende a pensar que todo es una foto fija pero nuestros cultivos han variado a lo largo del tiempo y lo seguirán haciendo. La filoxera provocó cambios importantes en la distribución de nuestros viñedos; hasta hace cuatro días el cultivo del kaki era testimonial, cuando ahora es emblema de una comarca y en determinadas zonas, el aguacate o el mango ya son nuevos cultivos tradicionales.

Avanza la inteligencia artificial (IA), la agricultura de precisión, la minería de datos… ¿Va con mucho retraso el sector primario de la Comunitat Valenciana?

La tecnología se incorpora a la agricultura masivamente. Pero como muchos de nuestros males el problema es la dimensión. Un propietario de ocho hanegadas ni puede ni tiene sentido que despliegue toda la infraestructura necesaria para implantar IA, pero sí tiene sentido hacerlo a nivel de cooperativa, de comunidad de regantes o de OPFH (Organización de Productores de Frutas y Hortalizas). Ya se habla de la cosecha de datos. Y el Colegio lo que hace es formar a sus colegiados e informar a los potenciales usuarios.

La estrategia ‘De la granja a la mesa’ que propone Bruselas, ¿hará más justa, saludable y sostenible la agricultura?

Todas estas grandes estrategias son un conjunto de buenas intenciones que son muy fáciles de defender y alabar en un parlamento porque propicia presentaciones y relatos muy atractivos. Pero el sistema alimentario europeo es extremadamente complejo. El problema no es lo que pensemos sobre la estrategia, el problema es que la estrategia son nuestras reglas del juego y todos deben jugar con ellas. Si en un partido de fútbol sólo se puede chutar con el pie, no es justo que a nuestros competidores se les permita hacerlo también con la mano. Los barbechos eran fantásticos… hasta que nos hemos dado cuenta de que dependíamos de Ucrania.

Como experto en energía solar y renovables, ¿qué piensa del atasco que sufre el desarrollo de las renovables en la Comunitat Valenciana?

Los atascos y las trabas surgen porque se legisla desde la placidez de un parlamento a golpe de buenas intenciones y ganas de generar relatos bonitos para una población que, en general, no se plantea dónde va su basura, cómo y de dónde viene el agua que sale del grifo, el pan que se come o de dónde y cómo se genera la energía que consumo. Y ni mucho menos, la energía embebida en todo lo que tengo y consumo. Son cosas invisibles para la población. Y cuando las normas que regulan estas cosas invisibles son compendios de buenas intenciones vienen los problemas para aplicarse. En general, tenemos un problema de sobreproducción normativa que resuelve los problemas que le gustaría resolver al legislador y no los problemas que se han de resolver en la realidad. Esto genera unos modelos de decisión impracticables y sin ningún elemento de protección para el que emprende el proyecto.

La entrada de plagas y enfermedades foráneas abruma al sector citrícola, entre otros. ¿Qué le parece la limitación de fitosanitarios por parte de la UE ?

Los controles de entrada de material vegetal en Europa deberían ser radicalmente más exigentes. La otra cuestión es la limitación de fitosanitarios. A nadie se le puede escapar que sin herramientas para el control de plagas y enfermedades estamos vendidos, porque estas no llaman a la puerta y piden permiso; llegan sin avisar y entre otras cosas, comprometen a nuestro sistema alimentario, es decir, a nuestra capacidad de autosuministrarnos lo que comemos. Otra cosa es el uso que se haga de los fitosanitarios, que debería estar siempre bajo nuestra estricta supervisión.

La Ley de Estructuras agrarias contra el minifundio está ahí, pero de poco ha servido, ¿no?

Más que la lucha contra el minifundio debemos hablar de lucha contra las estructuras inviables y es sobre lo que entiendo que incide la Ley de Estructuras Agrarias. Al respecto, se conseguirá avanzar en la consecución de estructuras agrarias viables cuando la gente quiera que se haga y para eso todos deberíamos ser un poco más realistas y entender en qué situación estamos cada uno, porque en estas cuestiones pesa muchísimo el apego, la cultura o la pasión por la tierra. Y hay veces que esto no es compatible con la economía.

¿Qué valoración hace de la política agraria del ‘Govern del Botànic’ que agota en breve su segunda legislatura?

En política agraria hay poco margen de maniobra porque se depende en gran medida de lo que venga de Europa. Además, estamos atados de pies y manos por un número ingente de normas que constriñen muchas iniciativas que aplacarían algunos golpes como el insoportable incremento de precios o las nuevas plagas y enfermedades. Eso sí, creo que se debería hacer un esfuerzo mucho mayor para tener más peso e influencia en Madrid y en Bruselas, pues es imprescindible que conozcan nuestras particularidades. Por lo que respecta al funcionamiento, no podemos perder de vista que esta conselleria es enorme: gestiona muchísimos fondos e inversiones, tiene muchas competencias y presta muchos servicios. Creo que lo que ha marcado la diferencia ha sido la falta de fondos para ejecutar infraestructuras necesarias y articular nuevas ayudas para mejorar la competitividad de la empresa.

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