Opinión

2023, año de nueva PAC

2023, año de nueva PAC

2023, año de nueva PAC / Cirilo Arnandis

Cirilo Arnandis

La llegada del año nuevo lleva aparejada la entrada en vigor a todos los efectos de la nueva Política Agraria Común (PAC), tras un periodo de dos años en el que se ha consumido parte del presupuesto que tiene asignado, pero bajo las reglas del anterior periodo de programación (2014-2021).

En su campaña de promoción pública, que tiene como eslogan ‘Lo que pasa en el campo no se queda en el campo’, el Ministerio de Agricultura incide en que la PAC «llena nuestra nevera de alimentos, ayuda a agricultores y ganaderos a producir alimentos sostenibles, crea oportunidades para mujeres y jóvenes, y mantiene vivos nuestros pueblos». No indica, no obstante, que cuenta con menos presupuesto para alcanzar estos objetivos, que supone nuevas obligaciones para los agricultores, que puede afectar a nuestra competitividad y que no toca todas las teclas necesarias para equilibrar la cadena alimentaria y que el sector productor obtenga unas rentas adecuadas por el trabajo que desarrolla y los riesgos que asume. Se abre, en cualquier caso, el periodo de una PAC más medioambientalista, con prioridades que podemos compartir, pero demasiadas obligaciones aparejadas cuyo impacto nos genera una innegable preocupación.

Más que un alivio, una alegría o una esperanza, la llegada de una nueva PAC siempre supone un reto. En 2023, comienza el proceso de adaptación al Sistema de Información de Explotaciones Agrarias (SIEX) y a la plena digitalización de los cuadernos de campo. Las dudas existentes en el conjunto del sector en torno a este proceso y a la disponibilidad de las herramientas digitales necesarias, de los datos que deben contener o de la integración de sistemas existentes con las nuevas bases de datos han hecho que el MAPA haya fijado un calendario progresivo de obligatoriedad para todos los titulares de explotaciones. En este proceso, las cooperativas y las agrupaciones de ATRIA serán clave, aportando soluciones y apoyando a los socios en la adaptación a las nuevas exigencias.

A todo esto, mientras arranca oficialmente la PAC 2023-2027, ya se están manteniendo los primeros contactos para definir las líneas del próximo periodo de programación. Así funcionan las cosas en Europa. Los asuntos de palacio, especialmente los que son tan complejos como este, van despacio. Fíjense en lo que les digo: puede que ya estemos llegando tarde para trabajar como corresponde en la PAC post 2027.

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