La gran amenaza citrícola que viene desde el Nilo

La superficie total plantada de naranjos en Egipto, uno de los principales países a los que importa la Unión Europea junto con Sudáfrica, Turquía y Marruecos, se estima en 172.200 hectáreas (ha), un 4,5% más que la campaña anterior, y la superficie cosechada total en la presente campaña 2022/23 se evalúa en 151.200 ha, un aumento del 12% con respecto al año pasado. Sin duda, el crecimiento de la superficie naranjera del país norteafricano y con amplios programas de expansión agraria a lo largo de la ribera del gigantesco río Nilo, el potencial de superficie cosechada egipcia se atribuye a un aumento del 7,7% en el número de árboles en producción respecto al año anterior debido a las condiciones climáticas favorables óptimas durante el periodo de floración que impactaron positivamente en la producción de frutos y, por lo tanto, en la cosecha como resultado.

Con todo, «lo verdaderamente alarmante es que, de un total de 23.910.000 de naranjos plantados, se estiman 13.910.000 árboles ya en producción y 10.000.000 que todavía no lo han hecho», asegura un informe de ValenciaFruits suscrito por la presidenta del Comité de Gestión de Cítricos, Inmaculada Sanfeliu. Se estima que la producción de naranja 2022/2023 aumentará casi un 20%, para llegar a 3,6 millones de toneladas en comparación con el aforo del año comercial anterior de 3,0 millones de toneladas. El aumento en la producción, según las estimaciones realizadas el CGC, se atribuye a las condiciones climáticas y temperaturas óptimas durante la floración de los árboles, lo que incrementó la fructificación y la producción.

Respecto a las exportaciones, el referido informe calcula que las exportaciones de naranja aumentarán aproximadamente un 30,7% en la presente campaña 2022-2023 para llegar a 1,7 millones de t. Las naranjas son el principal cultivo de cítricos en Egipto y representan alrededor del 80% del área total de cultivo.

Por variedades, la Washington Navel es la principal variedad del grupo de las Navels que se cultiva y hay otras variedades de naranja Navel también cultivadas como Navelate, Cara Cara, New Hall, Navelina, Fisher, Leng, Fukumoto y Lane Late. La Valencia ocupa el segundo lugar después de las Navels en cuanto a superficie cultivada y representa el 80% de todas las naranjas exportadas.

En la presente temporada los citricultores egipcios, según confirman también diversos operadores consultados, tienen un problema con la abundancia de calibres pequeños. Tal cosa ha facilitado que las ventas egípcias de naranjas de zumo para el mercado fresco en Europa estén aumentando considerablemente. La campaña pasada, según confirma Sanfeliu, los exportadores de este país africano tuvieron demasiados frutos de gran tamaño que no eran aptos para exprimir, pero este año ven grandes cantidades de naranjas que pasan por las máquinas exprimidoras sin ningún problema. Siempre según el análisis del CGC, las naranjas de calibre pequeño (100/113/125) representan este año entre el 30-40% del total. Las naranjas de calibre medio (72/80/88) y grande (40/56) comprenden cada una alrededor del 30% de la cosecha. Con lo que respecta a las Valencia, los calibres grandes (40/56) solo representan el 10-15% de la producción.

Las exportaciones de naranjas representaron el 83,2% de las exportaciones totales de cítricos de Egipto en la campaña 2021/22. El resto de ventas exteriores de este país árabe fueron mandarinas (10%), limones (5,8%) y pomelos (1%).

Diversas fuentes confirman, por otra parte, que el coste de los fletes marítimos se ha normalizado este año, lo que está animando los envíos al viejo continente. La devaluación de la libra egipcia, que cayó bruscamente frente al dólar a comienzos de este año pero que arrastraba fuertes depreciaciones durante los meses anteriores, está mejorando ostensiblemente también la situación competitiva de la oferta egipcia en el mercado internacional. En definitiva, «aunque nuestra cosecha de naranjas será menor este año, el consumo y la competencia de Egipto tendrá un papel clave a la hora de determinar si el mercado reacciona con mejores precios, ya que, así como la demanda de clementinas y mandarinas sigue creciendo cada año, la de naranjas sigue disminuyendo», advierte Sanfeliu en el informe de Valencia Fruits. «Con precios tan altos en campo esta campaña por la baja cosecha, con el aumento de los costes de producción y con un pesimismo económico como está habiendo en Europa por la crisis energética y la inflación, existe una gran incertidumbre en el mercado y una gran preocupación entre los operadores de que la actual crisis económica termine afectando al consumo traduciéndose en un descenso de las ventas», concluye la presidenta del CGC quien además matiza que, en tales condiciones, «todo apunta a que la fruta fresca se convertirá en un producto de lujo en un contexto de inflación global».

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