CaixaBank, gracias a una aportación económica de Fundación «la Caixa», ha impulsado múltiples iniciativas en la Comunitat Valenciana para apoyar a varias entidades sociales que facilitan y promueven el desarrollo integral y la inserción de las personas afectadas por esta enfermedad.

En 2020 destinaron 15.200 euros a la Asociación de daño cerebral adquirido y esclerosis de Vila-real, a la Asociación de esclerosis múltiple de Castellón y a la Asociación Colibrí de esclerosis múltiple de Santa Pola. Además, durante el primer trimestre de este año han dedicado ya cerca de 10.000 euros a proyectos de diferentes asociaciones y entidades sociales que trabajan en favor de personas con esta enfermedad.

En total, en todo el territorio nacional, la colaboración de Fundación «La Caixa» y CaixaBank permitió destinar cerca de 243.000 euros a 53 entidades dedicadas a la esclerosis múltiple. Gracias a su capilaridad territorial, la red de oficinas de CaixaBank puede realizar esta labor de detección de proyectos de entidades sociales locales y canalizar así parte del presupuesto de la fundación.

En 2020, el 89 % de las oficinas del banco apoyaron algún proyecto social e hicieron posible que miles de pequeñas y medianas entidades sociales solidarias pudieran acceder a ayudas económicas para sacar adelante sus programas.

La pandemia ha agravado la situación de este colectivo y ha supuesto un freno a su actividad y desarrollo diario, por los riesgos que ha supuesto para su salud. Por este motivo, la Fundación «la Caixa» y CaixaBank han lanzado, en colaboración con diversas asociaciones y entidades locales, iniciativas para multiplicar el apoyo y fomentar la inclusión de este colectivo.

2020: un año marcado por la covid-19

Gracias a esta colaboración entre CaixaBank y la Fundación «la Caixa», en 2020 cerca de 7.000 entidades sociales se beneficiaron de diferentes tipos de ayuda.

Cabe destacar que la mayoría de las aportaciones fue destinada a paliar los efectos socioeconómicos provocados por la covid-19. De forma más concreta, la inversión se ha dirigido a acciones destinadas a colectivos en exclusión social y pobreza, programas destinados a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, colectivos con necesidades especiales o enfermos, acciones vinculadas con la gente mayor, así como proyectos de inserción laboral.

Entre las iniciativas apoyadas se encuentran acciones de distribución de alimentos a colectivos vulnerables, de la mano de comedores sociales, entrega de material escolar y tecnológico para la infancia en riesgo de exclusión, así como la dotación de tablets a residencias para la gente mayor.