El Corte Inglés ha obtenido la certificación Residuo Cero de Aenor para todos sus establecimientos y plataformas logísticas de la Comunitat Valenciana. En total son siete los centros de la compañía ubicados en Castelló, València, Alicante y Elche que, junto a las plataformas logísticas de La Reva y Atalayas, cuentan ya con este sello medioambiental.

El director de Aenor en la Comunitat Valenciana, Salvador Ibáñez, entregó ayer el certificado Residuo Cero al director regional de El Corte Inglés, Juan Sabater Rosell, en un acto en el que ambos pusieron de relieve la importancia de este título.

El certificado Aenor de Residuo Cero acredita que El Corte Inglés valoriza al menos el 90 % de todas sus fracciones de residuos, evitando que estos tengan como destino final el vertedero. Este certificado ayuda a las organizaciones a optimizar procesos, poniendo el foco en los puntos de generación de residuos y contribuyendo al impulso de la economía vircular, ya que se prioriza la reutilización y el reciclaje, aprovechando los residuos como materia prima para nuevos procesos. De esta forma, la empresa se adelanta en la aplicación de las nuevas directrices europeas.

Para lograr este objetivo, El Corte Inglés ha contado con la colaboración de la consultora especializada Ecocuadrado, así como con el compromiso e implicación de sus empleados, que, con gran esfuerzo por su parte, han conseguido en unos meses adaptar el funcionamiento de sus centros y almacenes a un sistema sostenible, minimizando el impacto de su actividad hasta alcanzar la certificación Residuo Cero. El Corte Inglés ha sido la primera empresa española de distribución en obtener esta certificación para sus centros comerciales y ya han sido certificados los de Galicia, Castilla y León, Asturias, Cantabria, Navarra, Aragón, País Vasco y, ahora, Región de Murcia y la Comunitat Valenciana.

La actividad desarrollada por El Corte Inglés en la Comunitat Valenciana genera más de 50 fracciones diferentes de residuos, que se segregan correctamente para su valorización, con el fin de lograr el reaprovechamiento de un 95 %.