Iberdrola ha incrementado en un 75 % su cartera de autoconsumo, en el primer semestre del 2022, según un comunicado difundido por la compañía. De este modo, la eléctrica asegura que gestiona el 40 % de los clientes del mercado del autoconsumo fotovoltaico en España, en una apuesta de la compañía por acelerar hacia la transición energética y el desarrollo de nuevos productos que mejoren la eficiencia y el ahorro energético.

Además, la compañía ha puesto el autoconsumo a disposición de cualquier cliente, tenga o no cubierta propia. En España, más de dos tercios de la población viven en edificios en altura. Para cubrir este segmento, la compañía lanzó en 2019 sus Comunidades Solares, mediante las cuales varios usuarios pueden compartir su propia energía 100 % renovable desde una misma instalación fotovoltaica. Las soluciones de autoconsumo colectivo de Iberdrola incluyen instalaciones llave en mano y la posibilidad de colocar los paneles solares sin inversión previa, cediendo el espacio de la cubierta a la empresa y facilitando el acceso a la energía verde generada a las personas que vivan en un radio de 500 metros.

La instalación de un sistema solar de autoconsumo puede suponer un ahorro en la factura anual del 30 % en el caso de comunidades de vecinos; un 50 % para empresas y negocios; y hasta un 70 % en viviendas unifamiliares. Este ahorro se produce por una triple vía: la energía producida por la instalación que el usuario no tiene que comprar, la compensación por los excedentes de energía no consumida, que es vertida a la red y el ahorro por menores impuestos.

Iberdrola espera que el número de instalaciones casi se triplique en 2022, hasta alcanzar las 170.000. Según la compañía, la aceleración es consecuencia del aumento del precio del gas y la llegada de los fondos Next Generation de la UE y la reducción de los costes de los paneles solares.