Hace un par de semanas, Vilafamés recibió la visita de un grupo de usuarios del programa «Inclusión de personas con un problema en salud mental y sus familias» de Afempes —cuenta con la colaboración de Fundación «La Caixa»—, acompañados por sus familiares. Una jornada de ocio conjunto, en la que pudieron compartir momentos felices y recuperar «los recuerdos bonitos en familia», explica Dolores Martín, una de las impulsoras del programa.

El objetivo principal de este programa es impulsar la integración de personas con problemas de salud mental diagnosticados y, además, dar un «respiro familiar» a sus seres queridos. Para ello, desarrollan un intenso calendario de acciones, con actividades de ocio y deporte, apoyo a la emancipación, talleres de sensibilización a la población, aumento de la participación social de las personas usuarias en la sociedad, el respiro familiar y, también, el voluntariado.

Todas estas actividades se combinan en tres modalidades diferentes: realizan talleres exclusivos para las personas diagnosticadas con alguna enfermedad mental; planes conjuntos con sus familiares; y actividades solo para los familiares, que se programan a la vez que las primeras, para que «haya un respiro familiar real».  

¿En qué consisten este tipo de actividades coetáneas pero separadas? «En una ocasión, programamos un viaje a Gandía para nuestros usuarios y, simultáneamente, otro a Benidorm para sus familiares —, explica—. En ese entorno, los familiares pueden relajarse, conocer la experiencia de otras personas y entablar o fortalecer una red de contactos sociales personal». 

El centro nació en el año 2001 y, desde entonces, sus responsables llevan 21 años contribuyendo a mejorar la sociedad, asistiendo a personas y familias, algunos de los cuales llevan junto a ellos estas más de dos décadas. «La valoración es muy positiva, hemos conseguido nuestros objetivos, pero somos conscientes de que las metas generales no son alcanzables —, reconoce Martín—. Cada vez hay más personas con problemas de salud mental y habría que aumentar los recursos y la formación de los profesionales en todos los ámbitos de nuestra sociedad».

 Pocos días después de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental —la conmemoración fue el pasado lunes, 10 de octubre—, reconoce que, ahora, existe una mayor sensibilización por parte de la opinión pública, aunque la estigmatización varía dependiendo del tipo de dolencia. «Así como los problemas cotidianos, como el estrés o la ansiedad, están más aceptados, sigue habiendo tabúes con otras enfermedades como la esquizofrenia o el trastorno de personalidad». Y, además, se muestra contundente: «Algo tenemos que estar haciendo mal cuando hay tantos adolescentes con problemas de salud mental. No nos han enseñado a educar las emociones».