“Las pymes necesitan interiorizar también en su cultura la sostenibilidad”

Jorge Linares, director gerente de Cámara Valencia, comparte con Levante-EMV las claves para impulsar el desarrollo sostenible en la empresa

Jorge Linares, director gerente de Cámara Valencia.

Jorge Linares, director gerente de Cámara Valencia. / ED

C.García

La Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Valencia es la entidad encargada de prestar servicios a las empresas, representar, promocionar y defender los intereses generales del comercio, la industria y la navegación. Jorge Linares, su director gerente, comparte con Levante-EMV las claves para impulsar la sostenibilidad en la empresa y contar con una buena estrategia sostenible. 

PREGUNTA: ¿Por qué las empresas apuestan por la sostenibilidad? ¿Es un compromiso firme?

RESPUESTA: Las empresas apuestan por la sostenibilidad por diferentes motivos: algunas por convicción propia, por exigencia legislativa por parte de las diferentes administraciones competentes en la materia puesto que en los últimos años ha habido un notable aumento de la regulación en sostenibilidad, otras por requerimiento de sus clientes, que cada vez lo piden más, sobre todo a nivel internacional y de grandes empresas a sus proveedores de menor tamaño, lo que está ocasionando un efecto tractor de la sostenibilidad. El sector financiero, sobre todo la banca y los seguros también están ejerciendo una notable presión, en tanto que han incluido criterios de sostenibilidad en la evaluación de sus clientes —riesgos, crediticia—.

En definitiva, podemos afirmar que hemos visto como se ha pasado de un  marco notablemente voluntario basado en estándares de cumplimiento y buenas prácticas a un entorno regulado —Ley de Cambio Climático, Igualdad, Canales de Denuncia, etc.—. En esto la Comunitat Valenciana ha sido líder con la creación del Registro de Entidad Valenciana Socialmente Responsable, que entró en vigor el pasado 7 de marzo, y que constituye una iniciativa pionera para ayudar, sobre todo a las pymes, y así ha sido reconocido a nivel europeo, a avanzar en su grado de compromiso y transparencia en sostenibilidad. 

Por todo ello, el compromiso de las empresas no puede ser más que firme. Ya no valen las meras intenciones ni declaraciones pomposas de “lavado verde”, sobre todo teniendo en cuenta la Directiva en ciernes que está preparando la Unión Europea sobre “Greenwashing”. El Greenwashing es un método de marketing que consiste en hacer que una marca o un producto parezca más ecológico de lo que realmente es. Se trata de una práctica engañosa y puede ser considerada como publicidad engañosa. El pasado ejercicio, la Comisión Europea detectó casi 350 afirmaciones en relación a principios de sostenibilidad que se mostraban como «aparentemente dudosas». La mayoría de mensajes podían ser «considerados vagos». Además, en el 59% de los casos se observó que las empresas no proporcionaban pruebas fácilmente accesibles que pudieran servir para respaldar sus afirmaciones.

P: ¿Qué debe tener en cuenta una buena estrategia sostenible?

R: Una buena estrategia debe partir del compromiso y el propósito del máximo órgano de dirección y decisión de la organización, y el apoyo transversal de todos sus empleados y stakeholders. Eso es fundamental. Pero no basta. Es necesario que además se “aterrice” en objetivos, acciones concretas, una buena comunicación interna y externa e indicaciones de evaluación y mejora. No obstante, debemos ser conscientes que nuestras empresas, en su gran mayoría son pymes y que esto supone que no podemos olvidar su realidad estructural y que deben sentir que la sostenibilidad les ayuda a ser más competitivos. Si no ocurre esto de manera real y demostrable, la sostenibilidad pasará. Por ello, la sostenibilidad ha de formar parte de la estrategia de cada empresa independientemente del sector de actividad y tamaño. La sostenibilidad es un claro factor de competitividad.

Con el fin de poder conocer la evolución y su impacto en cada empresa, se han desarrollado indicadores suficientes que permiten a las empresas medir de manera objetiva su evolución en sostenibilidad, también de cara a los mercados y otros grupos de interés que cada vez más amplían sus requerimientos de información para evaluar el desempeño de sus posibles proveedores, clientes, etc. La nueva Directiva de Información Corporativa en Sostenibilidad, cuya trasposición ya se está trabajando a nivel nacional, hace especial hincapié en indicadores que permitan medir el impacto – social, económico y ambiental-, objetivos – que está desarrollando el EFRAG, la autoridad competente a nivel europeo- hacia la transparencia y la comparabilidad, asimilando los datos financieros con los -mal llamados hasta ahora- extra financieros, puesto que sin duda también impactan las finanzas de las empresas. 

P: ¿Cómo puede esta aumentar la ventaja competitiva de las entidades?

R: Una buena estrategia de sostenibilidad permite a las organizaciones ser más resilientes y competitivas. Se adelantan a ese ‘tsunami’ regulatorio en sostenibilidad y se preparan para las medidas que las diferentes regulaciones les van a exigir. Pero también se adelantan a las exigencias de sus clientes e incluso pueden trabajar en marcos colaborativos de innovación responsable, que les permitan avanzar en eficiencias, ahorros, nuevos productos y procesos que integren aspectos como la circularidad o la reducción de la huella de carbono, servicio y productos más ecoeficientes y competitivos. 

Si reducimos la factura energética en una empresa se reduce la huella de carbono y aumenta su competitividad, obteniéndose un triple beneficio social, ambiental y económico.

Resulta por ello crucial integrar la sostenibilidad como un elemento estratégico y una herramienta que, alineada con el negocio, ayude a reducir riesgos, minimizar los impactos negativos que puedan derivarse de éstos y maximizar el impacto positivo y la generación de valor económico, social y ambiental. Ése es el enfoque clave de la sostenibilidad 2023, en el que conceptos como riesgo, impacto, eficiencia y transparencia marcarán la hoja de ruta sostenible de las empresas en los próximos años, alineada con las políticas públicas y la incorporación de criterios de sostenibilidad en todos los niveles —licitaciones públicas, procesos de compras en mercados globales y acceso a la financiación—.

Las empresas deben entender que no se trata solo de un nuevo marco regulatorio, ni algo que dependa de la voluntariedad, sino de un auténtico cambio de mercado. La sostenibilidad hoy en día constituye una ventaja competitiva, pero en no mucho tiempo será un requerimiento indispensable para operar. 

P: ¿Cómo afectan los recursos de la empresa y su tamaño a la implementación de estas prácticas sostenibles?

R: No hay que olvidar que en España las pymes suponen el 99,8 % de las empresas, representan poco más del 62% del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 66% del empleo empresarial total. Las pymes con asalariados suponen el 46% de las empresas, y emplean a más de ocho millones de trabajadores, lo que representa el 53,30% del empleo empresarial total. Su relevancia implica que cualquier política orientada a la mejora del posicionamiento de nuestro país en el entorno económico global, tome en consideración de forma prioritaria a las pymes. Por eso resulta fundamental conocer cuál es su grado de contribución, actual y potencial, al desarrollo sostenible, y cómo pueden aplicar este concepto a su día a día.

En la Comunitat Valenciana, según el estudio “Contribución empresas valencianas a la Agenda 2030”, presentado por Pacto Mundial recientemente (noviembre 2022) se ha identificado que el 85% de las empresas valencianas conocen los ODS y que su trabajo en sostenibilidad ha impactado de forma positiva en sus resultados económicos (51%) y ventajas económicas (76%). De manera que, una vez recorrido el camino de la sensibilización, y aunque todavía queda mucho por hacer, el foco debe centrarse en su integración en los procesos de decisión. En ese mismo estudio se recogía, por ejemplo, como el 46% de las empresas valencianas no realiza medición o evaluación de su contribución a los ODS y un 28% prioriza los ODS sin un análisis de los impactos positivos y negativos.

Foro de Desarrollo Sostenible organizado por Cámara Valencia.

Foro de Desarrollo Sostenible organizado por Cámara Valencia. / ED

Por tanto, y teniendo en cuenta que la sostenibilidad ya no puede considerarse sólo un asunto de las grandes, por el efecto tractor antes mencionado, sobre todo en los procesos de compras, de las empresas de mayor tamaño a sus proveedores más pequeños, pero también a través de las licitaciones públicas, con incorporación de criterios de sostenibilidad, las pymes necesitan interiorizar también en su cultura la sostenibilidad. Y en esto ser pequeña puede ser una ventaja. No se trata de incorporar procesos tediosos ajenos a la operativa de la empresa, si no de encontrar aquello que puede contribuir, a través del propio negocio, a tener un impacto positivo en el medio ambiente, la economía y la sociedad; y reducir el impacto negativo. 

Sin embargo, a veces el día a día es complicado. Somos conscientes de ello. Y por eso las Alianzas —el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17— cobran especial relevancia para las pymes. Es importante trabajar en alianzas y buscar sinergias. Foros de encuentro en sostenibilidad, como los que organiza Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Valencia o a través de sus diferentes eventos, talleres y Foro de Desarrollo Sostenible, por ejemplo, ayudan a visibilidad las herramientas y buenas prácticas en sostenibilidad, democratizando y territorializando la sostenibilidad para todas las empresas, aquí en Valencia. 

P: ¿Qué consejos daría a las pymes que empiezan con su camino hacia la sostenibilidad?

R: El primer consejo es que se informen apropiadamente y se dejen acompañar. Desde Cámara Valencia ayudamos a las empresas, especialmente la PYME, a elaborar junto con ellas una hoja de ruta hacia la sostenibilidad. Para ello, Cámara Valencia pone a disposición de las empresas diferentes herramientas y servicios adaptados para que las pymes puedan ir ganando en sostenibilidad y, consecuentemente, en competitividad.

Por ejemplo, tenemos un Portal de Sostenibilidad con guías y manuales, buenas prácticas y proveedores que les ayudarán a implantar soluciones concretas; además de una oferta constante y extensa de talleres, eventos y webinars que abarcan las diferentes áreas de la sostenibilidad, desde movilidad sostenible, economía circular o, por ejemplo, cómo prepararse para el Registro de Entidad Valenciana Socialmente Responsable o para ser un proveedor responsable y saber dar respuesta a los requerimientos en la materia de los clientes. 

Pero hay más. Tenemos un servicio de apoyo para la mejora de la eficiencia energética a través de Negocio Local Sostenible y una Oficina de Sostenibilidad que ofrece diagnóstico y recomendaciones en sostenibilidad para pymes, de manera gratuita, y un servicio de preguntas y respuestas, entre otros. 

P: ¿Cómo afectan las exigencias regulatorias europeas en materia de sostenibilidad a las compañías?

R: La Consellería de Economía Sostenible, Sectores productivos, Comercio y Trabajo precisamente ha presentado recientemente un estudio sobre el impacto e implicaciones de la normativa europea de sostenibilidad en el tejido empresarial valenciano, destacando aquellos ámbitos sobre los que impactará en los próximos años. 

Estos son: eficiencia energética, para dar respuesta a los objetivos cada vez más ambiciosos en la materia; información y transparencia en la información sobre sostenibilidad, adecuándose a los requisitos que establece la nueva Directiva de Información Corporativa en Sostenibilidad y los estándares que está desarrollando el EFRAG; la transición hacia un modelo de circularidad y descarbonización de la economía; la ampliación de los compromisos en sostenibilidad a las relaciones con clientes —Greenwashing- y proveedores— debida diligencia en cadena de suministro. 

Todo ello requerirá, entre otros, que las empresas adapten la Información corporativa en sostenibilidad integrando no solo la visión retrospectiva, como se ha hecho hasta ahora en muchos casos, sino también la estrategia en sostenibilidad y la integración de riesgos ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza) en los procesos y toma de decisiones; la incorporación de la sostenibilidad en la gestión responsable de la cadena de suministro; la adopción de medidas de cálculo enfocadas a la reducción de la huella —energética, ambiental, hídrica—; el aumento de la circularidad (gestión de residuos, ecoproductos y ecodiseño), entre otros. 

P: ¿Cómo ve el futuro de la sostenibilidad en la Comunitat Valenciana?

R: La Comunitat Valenciana ha sido pionera en la creación de un Registro de Entidad Valenciana Socialmente Responsable, con especial hincapié en la necesaria involucración de las pymes en ese cambio hacia un modelo más sostenible. Esto, junto a la adopción de otras leyes ambiciosas, como la de Cambio Climático de la Comunitat Valenciana, han sentado las bases para aumentar la ambición de los compromisos en la Comunidad, tanto en el sector público como en el privado. El nombramiento de València como Capital Verde Europea en 2024 es un reconocimiento a esa labor pionera, y hay muchos otros ejemplos, a nivel empresarial y público. 

Es importante seguir trabajando en esa línea y saber comunicar lo que se está haciendo, animando a las empresas a apostar por la sostenibilidad como un claro factor de competitividad y diferenciación. Mejorar por la sostenibilidad es aportar valor a la sociedad valenciana, crecimiento para las empresas y respeto a nuestro entorno.