«Tenemos que explicar a la gente los beneficios globales»

«Hemos tardado mucho en reaccionar. Los expertos hablan ya de la era del Antropoceno», reconoció Pepa Crespo, directora de Comunicación de Bioparc València, durante su intervención en el Foro ODS 6, 13, 14 y 15 organizado por Levante-EMV. 

Así lo constatan las cifras. Según un estudio de la revista Nature, en 2020 «lo fabricado por el ser humano en el planeta superó por primera vez en la historia la masa conjunta de los seres vivos (biomasa)». Pero todavía no es demasiado tarde: «Tenemos que tener esperanza. Si se actúa ya hay tiempo de reacción», afirmó. Por eso, uno de los retos que se ha marcado Bioparc es movilizar a la sociedad. «Somos ocio con causa. Queremos transformar a partir de la concienciación a través de la belleza de la naturaleza. Nuestro peor enemigo es la indiferencia. Tenemos que convencer a las personas para provocar ese cambio», compartió. 

La parte positiva del momento actual, admitió Crespo, es que «nunca antes ha habido tanta preocupación por el medioambiente». Recientemente, además, se han adoptado acuerdos internacionales como el Marco Mundial Kumming-Montreal de la Diversidad Biológica o el Tratado Global de los Océanos, que fija el objetivo de proteger el 30 % de los mismos para 2030. 

La adaptación es la clave

La directora de Comunicación de Bioparc también apuntó hacia la adaptación como la pieza clave para conseguir los objetivos de mitigación del cambio climático, y eso implica modificar el modo de vida de la sociedad, el consumo de energía, el transporte... «Necesitamos políticas valientes, pero también tenemos que explicar a la gente los beneficios globales que vamos a obtener. Hay que construir el relato en positivo», reivindicó Crespo, quien puso énfasis en la importancia de que la transición sea justa. «No puede quedar nadie atrás», añadió.  

Con todo, aludió a la responsabilidad de la ciudadanía sobre su papel en el estado de la Tierra: «Somos la generación con más poder sobre el futuro del planeta. Está en nuestras manos», concluyó.