La vuelta al cole significa la vuelta a las rutinas, a los horarios, volver a ver a los amigos de la escuela, volver a hacer deberes.

Pero también la vuelta al cole implica nuevos retos educativos y nuevas oportunidades de mejorar la relación que tiene nuestro hijo con la escuela, con sus compañeros y consigo mismo.

Por eso, os traemos cinco aprendizajes educativos que puedes enseñar a tu hijo antes de que vuelva al colegio.

Ver el error como un aprendizaje

Nos decía Noelia López-Cheda en esta ponencia esta frase tan importante: “Nos estamos olvidando de que cuando nuestros hijos prueban y fallan, aprenden. Y cuando prueban y aciertan se llevan un chute de autoestima”. Fallar es imprescindible para crecer. Los errores y las equivocaciones van a permitir a nuestros hijos trabajar su resiliencia para que ellos aprendan que un fallo no debe ser el motivo para tirar la toalla. ¿Cómo podemos hacer ver a nuestro hijo que los errores no son malos, que podemos aprender de ellos? Noelia nos daba principalmente dos claves: enseñándoles a gestionar las emociones que les provoca fallar y ponerles mini retos para que los vaya superando adaptados a su edad. Por ejemplo, se puede enfrentar él solo a un mini bache/reto como puede ser que se le olviden hacer los deberes y afrontar la conversación con el profesor en clase.

No todo se consigue a base del click, sino del esfuerzo

En la sociedad en la que vivimos, queremos algo y lo conseguimos de inmediato. También pasa con nuestros hijos. Les cubrimos sus deseos en el momento. Necesitan saber que la gratificación no viene dada de por sí, sino que conlleva tiempo y esfuerzo. "Hay que explicar a nuestros hijos que los éxitos vienen después de mucho trabajo”, nos contaba Fernando Botella. Un ejemplo reciente de lo valioso que es el esfuerzo lo podemos ver en los Juegos Olímpicos: al igual que los deportistas olímpicos trabajan durante años para conseguir un logro, nuestros hijos deben ir trabajando su esfuerzo para conseguir las metas que se propongan.

Es más, la psicóloga Carol Dweck demostró en un experimento cómo los niños se esforzaban más cuando se les felicitaba por su esfuerzo que cuando se hacía por lo listos que eran. Por ejemplo, nuestro hijo va a sentirse menos presionado por las notas o por conseguir ciertas cosas al ver que nosotros como padres no le felicitamos cuando consigue un 10, sino que le felicitamos cuando se ha esforzado a pesar de no haber conseguido una nota tan buena.

Acoger a los nuevos compañeros

Los niños que llegan nuevos a la escuela o al colegio se suelen sentir solos, no saben a quién dirigirse. Nuestros hijos pueden ser las personas que ayuden a adaptarse a las personas nuevas, pero para ello necesitan desarrollar ciertas habilidades, entre ellas, la empatía. Es esencial que nosotros como padres eduquemos en la empatía a nuestros hijos, que aprendan a ponerse en el lugar del otro para que entiendan que el mundo no es solo su burbuja, sino que hay muchos factores a su alrededor. "La educación en empatía tiene en cuenta las necesidades y derechos de los demás. Por tanto, nos lleva a crear sociedades justas”, nos contaba Luis Moya Albiol, Catedrático de Psicobiología y autor del libro'‘Educar en la empatía: el antídoto contra el bullying'.

No discriminar al diferente

La discriminación por diferentes motivos en las escuelas sigue siendo un problema muy real. Como nos decía el psicólogo David Cuadrado, es muy necesario la “prevención, sensibilización y gestión de las emociones y las conductas previas que pueden degenerar, en un futuro, en situaciones de bullying o ciberbullying”. La educación no se debe basar en la intervención de estas situaciones, sino en su prevención.

Como antes explicábamos, para que nuestros hijos no discriminen a nadie y no se conviertan en cómplices del bullying en las escuelas, es esencial desarrollar la empatía. “Está demostrado que cuando estamos empatizando con alguien, no podemos ser violentos a la vez, porque las áreas cerebrales que actúan sobre ambas actitudes se solapan, en gran parte, por lo que una inhibe a la otra”, nos explicaba Luis Moya Albiol.

Enseñarle a trabajar en equipo

Nuestros hijos e hijas van a estar compartiendo su tiempo con otros compañeros, van a tener que saber que cada uno aporta un granito de arena a las tareas que tengan que hacer en equipo. Saber ayudar al resto, escuchar las ideas de los demás, respetar el turno de palabra y tener compromiso son enseñanzas necesarias para que nuestro hijo forme un buen equipo de trabajo. Asimismo, esto asentará las bases para cuando en su futuro tenga que afrontar proyectos y retos más grandes.