Empleo

Fracaso en las políticas de orientación a parados

Fedea cuestiona la labor del SEPE y pide establecer acuerdos con las agencias privadas de colocación para elevar la eficiencia

efe

madrid

La investigadora de la Fundación de Estudios Aplicados (Fedea) Sara de la Rica cree que el Servicio Público de Empleo (SEPE) no tiene actualmente capacidad para abordar adecuadamente políticas de orientación y seguimiento de parados, como el programa extraordinario de activación para el empleo que se ha comenzado a aplicar. Así lo indica en un estudio titulado «Políticas activas de empleo. Una panorámica», en el que señala que los talones de Aquiles del SEPE son su escasa infraestructura y la falta de personal adecuado para realizar estas tareas.

De la Rica llama a compensar estas deficiencias ya que, de acuerdo con su análisis, las políticas de orientación y seguimiento son las más eficaces y menos costosas de las que conforman el abanico de las políticas activas de empleo, no así los incentivos directos a la contratación en las empresas, que han sido la opción más utilizada por España en los últimos años.

En este sentido, la investigadora considera que para llevar a cabo itinerarios personalizados para que los parados se reincorporen cuanto antes al mercado de trabajo, el SEPE debe introducir severas modificaciones o apoyarse en las agencias públicas de colocación. En la práctica, la configuración de la nueva ayuda ya prevé este tipo de colaboración público-privada.

Así pues, la investigadora propone avanzar en la insuficiente suscripción de acuerdos entre el SEPE y las agencias privadas de colaboración, e incentivar a los trabajadores de ambas instancias de acuerdo con sus resultados.

Por otro lado, De la Rica señala que muchos parados de larga duración acaban agotando los subsidios al no encontrar empleos con una remuneración superior a dicha ayuda. Por ello, llama a conectar los subsidios con la activación por ejemplo permitiendo que los empleados puedan compatibilizar subsidio y salario, con la idea de que la primera opción sea la de coger un trabajo.

De la Rica entiende que en España se han dedicado hasta el 40% de los recursos en políticas activas a sufragar incentivos directos a la contratación, que sólo se han mostrado eficaces cuando se dirigen a colectivos concretos, como mujeres de mediana edad, mientras que estas políticas de orientación han sido las grandes olvidadas. Esta circunstancia es la contraria en algunos países del Norte de Europa, como Dinamarca o los Países Bajos. La investigadora achaca parte de este gasto ineficiente en políticas activas a que en España se ha producido hasta ahora una escasa evaluación de los resultados.

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