La digitalización está produciendo una «revolución» que ha cambiado los hábitos del consumidor y los sistemas de producción de la economía, desde el sector primario hasta los servicios. Por el camino, este proceso está democratizando el acceso a servicios gratuitos, pero también genera un impacto en el empleo cuyo alcance todavía es difícil vislumbrar. Sobre todos estos aspectos debatieron el pasado miércoles, en un desayuno organizado por BBVA y El Mercantil Valenciano, un grupo de expertos del ámbito universitario, la consultoria, la empresa y el nuevo tejido empresarial tecnológico. El catedrático de Ciencias de la Computación la Universitat de València Gregorio Martín abrió el debate apuntando algunas claves del momento.

La situación del sector:

-GREGORIO MARTÍN

Si vemos las cosas desde arriba aquí hay algo más que una transformación de empresas. Davos le ha dado el nombre de cuarta revolución. Creo que se equivoca. No está claro que vaya a ser una revolución, falta perspectiva. Estamos ante un proceso que yo llamo digitalización, consistente en una evolución que hace que cambien incluso la antropología. El proceso de producción ha terminado. Por digitalización entiendo el cruce de dos fenómenos. Por un lado, algo creado por cinco áreas de conocimiento: ingeniería, microelectrónica, hardware, ciencias de la computación, telecomunicaciones y robótica. Es un proceso fantástico de la explosión de la sociedad del conocimiento. Y, en paralelo, otros procesos: la universalización del formato digital para hablar entre nosotros; una potenciación de la capacidad individual de la memoria que da acceso al conocimiento inmediato; tercero, superar el espacio con las comunicaciones y conseguir que las áreas de conocimiento se aprovechen unas de otras; cuarto, la capacidad de sinergia de otras áreas de conocimiento que no tenían que ver con lo digital y ahora lo son. No encontraréis una actividad humana que no esté atravesada por la digitalización; y quinto: la forma en que se cruza lo físico con lo digital.

Con este esquema, hay unos impactos económicos. Lo de la destrucción creativa, que aparecen tantos empleos como desparecen, eso no es cierto. El capital no sabe qué hacer con el capital. Y no es cierto que la educación vaya a resolver esto: si todas las enfermeras pasan a ser médicos, no habríamos creado un solo empleo. La consecuencia de esto es que no hay empleo. Después de este proceso el mundo no es igual.

-LUIS VERA (IDAI NATURE SL)

Nosotros fabricamos fertilizantes basados en extractos naturales destinados a la agricultura ecológica. Es una idea amable con el medio ambiente y el agricultor y la bandera de un mundo sostenible, con menos contaminación de acuífero, suelo y un producto que llegue al lineal en perfecto estado de salud y sin aumentar el precio.

Nosotros hemos hecho un esfuerzo importante para implementar la digitalización en nuestros sistemas productivos y de gestión con la última tecnología. Es una actividad bastante artesanal, pero hacemos una inversión del 6% en I+D, con un laboratorio activo. Acabamos de presentar un proyecto, en colaboración con una empresa inglesa, con un sensor de detección temprana de hongos para el champiñón: el tema es matar el hongo sin matar el champiñón.

-JULIO GARCÍA (INTEGRALE)

Somos una ingeniería. Yo empecé en Ford, lanzando la fábrica en el 74. Aprendí mucho de lo que era la mejora constante. Me enseñaron muchas cosas, pero llegó un momento en que vi que en vez de seguir progresando en una multinacional, donde añades poco valor, quería luchar contra molinos, como buen quijote que soy. Y como controlar la calidad era ciencia ficción, me dediqué a luchar contra esos gigantes. Me dediqué a enseñar desde el punto de vista de la ingeniería aplicada a un proceso de calidad y de transformación a una cosa más eficaz. Hoy participamos en crisis industriales como ingenieros, en desarrollar sistemas para evitar el fallo humano. Somos cien personas que resolvemos cada día crisis en el sector del automóvil. Si aparece una pieza mala todo es malo: no puedes fabricar. Tenemos gente a pie de fábrica que entiende el proceso y el producto y aplica una solución instantánea para seguir montando. Respecto al empleo, predico lo mismo que Gregorio Martín. Que todos seamos ingenieros, malo; que todos los mecánicos se hagan ingenieros, malo. Hace falta mecánicos. Yo empecé formando un equipo joven y sin experiencia.

- J. L. HORTELANO (PLUGANDPLAY)

Somos una aceleradora de empresas. Empezó en el 2000 en Silicon Valley, alojando a Google. El fundador era un iraní expatriado que vendía alfombras. Estaba en Palo Alto en el momento adecuado. Los fundadores le alquilaban un altillo. Los siguientes que vinieron fueron los de Paypal. Les cambió el alquiler por una participación del 2%. Con su venta en 2005 obtuvo varias decenas de millones y se dio cuenta de que el apoyo a tecnológicas era más negocio que el inmobiliario. Compró un edifico y monto un alojamiento para empresas. Desde entonces hemos invertido en 600 empresas.

Tanto allí como aquí tenemos un déficit importante de ingenieros, personal capacitado y bien formado para determinados puestos, que se ocupan por autodidactas. En Silicon Valley, cualquier ingeniero que vaya tiene trabajo mañana. Pero vemos una falta importantísima de trabajadores cualificados y demasiado capital. Hay más dinero que proyectos interesantes en los que invertir.

-JAVIER DE LA LLAVE (COMPREA)

Somos una de las empresas en las que ha invertido PlugandPlay. Primero fracasamos, aprendimos de la experiencia y eso nos llevó a otra empresa. Soy ingeniero informático y empecé en una consultora. Vi que no era mi objetivo crecer donde estás entre 40.000 trabajadores. Pasé por Destinia y vi que quería hacer cosas por mi cuenta. Decidimos venir a Valencia. Ahora nos dedicamos a llevar comida del supermercado a casa en una hora. Funcionaba en Estados Unidos. Vimos que era la siguiente tendencia y Amazon ha validado nuestra idea. ¿Qué aporta la universidad en nuestra carrera? En nuestro caso la persona que tiene mejor trayectoria no ha acabado ni el Bachiller. Pasó por El País, Tuenti, Firefox y luego decidió hacérselo por su cuenta. El 20% de lo que usas diariamente lo has aprendido en la carrera y el 80% restante, en el propio trabajo.

-RICARDO CHICHARRO (BBVA)

El contexto en que nos encontramos ahora es de profundos cambios, de la sociedad y de hábitos de los consumidores. Podemos hablar de revolución, sí. Son cambios profundos que se están acelerando. Uno de los factores de la aceleración es el smartphone. En España está en torno a un 90% de penetración. Hay furor. Y el consumidor es cada vez más exigente: si puede hacer algo con un clic quiere lo mismo con nuestros servicios. Buscamos adaptarnos a esas necesidades. Hay servicios por los que hace años el cliente hacía cola. Y hoy no está dispuesto a esperar 20 minutos para hacer una transacción que puede hacer en 20 segundos.

El reto es interesante y hay que invertir. Estamos comprando startups y talento de fuera. Necesitamos aprender de terceros. Uno de los retos es hacer que el cliente pueda hacer con el móvil las funcionalidades que puede hacer en una oficina. El reto es llegar al 100%. El cliente digital interactúa quince veces más. Hay clientes puramente remotos.

El factor humano:

-GREGORIO MARTÍN

Lo que hizo bien PlugandPlay fue una inversión inmobiliaria porque el metro cuadrado más caro es el de Palo Alto. Quiero entrar en esta visión que dais los tecnólogos de que nos falta gente. ¿Nos falta gente? En este país de borricos necesitábamos muchos fisioterapeutas y ahora hay uno por cada calle. Como con los abogados en su momento. Y tiene una responsabilidad terrible la universidad pública. No hay una reflexión sobre esto. No sabemos si lo del ´bigdata´ es una moda o el fin del mundo. Seamos cuidados con estas cosas. No creáis empleo. Los últimos años las ´startups´ han dejado de crear empleo que había en la etapa anterior, según estadísticas de Estados Unidos. Seamos cuidadosos con la idea de que movilizaremos la economía con startups. La imagen que se da es que quiero llegar a un nivel para que me compre una empresa mayor. Si el objetivo social de mi empresa es que me compre Facebook...

-JUAN LUIS HORTELANO

No coincido en nada. Soy ingeniero informático y necesitamos un montón de perfiles (marketing, contenidos, comunicación...) que no encontramos y hace falta formar. En Valencia se nota menos, pero hay inflación de sueldos. Los ingenieros se los quitan de una empresa a otra. Dar el mensaje de que se necesitan trabajadores no es negativo. Las modas las dictan las universidades. Pasa hasta en la agricultura: si a alguien le va bien con cebollas, todos plantan cebollas. Al año siguiente todos arruinados.

-JULIO GARCÍA

Es idiotez pura del ser humano. La universidad no debería decidir pero la familia dice que para ser persona tienes que estudiar tal. Si no tienes trabajadores, fórmalo. Es mejor para el empresario crear tu propia cantera. Nadie podrá pisarte tu terreno. Simplemente quejándote no consigues nada. No busques gente, créala.

-LUIS VERA

Estamos teniendo dificultades en encontrar ingenieros agrónomos, no porque no haya experiencia „y tenemos una escuela conocida internacionalmente en la UPV„ sino porque necesitamos un tipo de ingeniero dispuesto a ir al campo, ir a una cooperativa, intentar transformar modelos mentales. Es sacrificado, te levantas pronto, hace calor, frío. Tras la digitalización queda el factor humano. Y a nosotros esto nos preocupa.

motor de cambio

Motor de cambio:

-JUAN LUIS HORTELANO

Volviendo a la digitalización, de no ser por las startups ni la banca ni la empresa hubieran cambiado tan rápido. Sin Tesla las marcas automovilísticas no estarían fabricando eléctricos. Los bancos han ido por delante de la industria en este proceso.

-GREGORIO MARTÍN

¿Qué será más importante en el sector bancario en este proceso de negocio? ¿el que pone el interface o el propio banco? Y hay otro problema: el autoservicio que la gente se da donde está dispuesto a hacerse un trabajo que antes hacía una persona bien preparada. Hay un hachazo del 50% de la plantilla. Hay muchos servicios basados en la gratuidad y eso no produce dinero.

-RICARDO CHICHARRO

Tenemos clientes que sí demandan eso. Quieren su transacción dónde, cómo y cuándo quieran. Es un valor añadido. Otros no lo desean y seguimos con la oficina. Hay que redefinir los roles de los empleados y muchos están en la gestión remota. [...] Sobre la gratuidad, la tecnología es un canal de llegada al cliente. Las ventas digitales están evolucionando. Un 15% de las compras se terminan en una web o app. Lo de cobrar por usar una aplicación ni se hace hoy el consumidor estará dispuesto a hacerlo.