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El perfil | Fernando Candela

El valenciano que pilota Iberia Express

El presidente y consejero delegado de la filial de bajo coste de Iberia procede de la cantera de Air Nostrum e imparte clases de álgebra en la escuela de empresarios de València, Edem, promovida por Juan Roig

Los números hablan. Y si no que se lo pregunten a Fernando Candela (València, 1964), presidente y consejero delegado de Iberia Express, ingeniero industrial de formación y matemático de vocación. Donde muchos sólo ven números y operaciones, él detecta tendencias, identifica patrones que explican comportamientos y propone soluciones. Sin las mates y su capacidad de análisis y de planificación, no habría llegado donde está.

A Candela, casado y padre de dos hijos gemelos de 24 años, los números le sedujeron desde bien temprano, ya en el colegio de los Maristas, donde estudió desde EGB hasta COU. Las matemáticas fueron esenciales en su formación y le permitieron licenciarse como ingeniero industrial por la Universitat Politècnica de València. Su proyecto fin de carrera, sobre biomecánica deportiva, le llevó a empezar su trayectoria profesional como investigador en el Instituto de Biomecánica de València.

Después de dos años de investigación saltó a la empresa privada y se incorporó a Andersen Consulting (hoy Accenture), como consultor de proyectos de tecnología. En esa época la compañía realizaba trabajos para Valenciana de Cementos, la empresa de la familia Serratosa que después se vendió a la mexicana Cemex. Con los fondos obtenidos, una rama de los Serratosa creó Nefinsa (Emilio Serratosa Ridaura y sus hijos) y la otra, Inmobiliaria Electra (José Serratosa Ridaura y sus vástagos).

Cuando Nefinsa decidió crear una empresa de aviación regional, Air Nostrum, recurrió a Andersen Consulting para materializar la iniciativa. Candela formó parte del equipo que la consultora organizó para el proyecto Air Nostrum. Su trabajo fue del agrado inmediato de Carlos Bertomeu, entonces director de Inversiones de Nefinsa y consejero delegado de Air Nostrum. Bertomeu le ofreció incorporarse al organigrama de la aerolínea como Director de Planificación y Control de Gestión en 1995.

Candela, apasionado de la música deMark Knopfler, Bob Dylan y Joaquín Sabina, no se limitó a su puesto en Air Nostrum y participó en otros planes de relevancia de Nefinsa, como la compra del fabricante de tejas Uralita. Durante tres meses, a finales de 2002, participó en el equipo que realizó un diagnóstico de cómo estaba Uralita y de cuál sería la mejor estructura de gobernanza (organigrama y puestos directivos) tras la compra por parte de Nefinsa.

En los 18 años en Air Nostrum, Candela coincidió con dos directivos que tiempo después serían clave para la aviación en España: Luis Gallego (que fue director técnico del taller de mantenimiento de Air Nostrum y hoy preside Iberia) y Javier Sánchez Prieto (subdirector de Planificación y Control de Gestión en Air Nostrum y hoy presidente de Vueling).

Gallego, que había dejado Air Nostrum para fichar por Clickair -filial del grupo Iberia que luego se fusionaría con Vueling-, recibió el encargo de crear una aerolínea de bajo coste, lo que se convertiría después en Iberia Express. El éxito del proyecto le catapultó hasta la cúpula del grupo y se convirtió primero en consejero delegado de Iberia (2013) y después, en presidente ejecutivo (2014). Para cubrir el hueco que dejó en el organigrama de la filial de bajo coste, tiró de la cantera de Air Nostrum y en mayo de 2013 designó a Candela como consejero delegado de Iberia Express, cargo que amplió con la presidencia del consejo un año después, en 2014.

Los que han trabajado con él sostienen que Candela destaca por su capacidad de análisis y planificación, así como por su rigor. Las mates, otra vez, que le han servido para enfrentarse a situaciones complejas, como el diseño de la red de vuelos, la gestión de los precios o la planificación de operaciones. El directivo aplica lo aprendido no sólo en Iberia Express sino también en la docencia. Candela es profesor de álgebra en Edem, la escuela de empresarios de Valencia promovida por Juan Roig, presidente de Mercadona.

Cuando no está a los mandos de la empresa o en las aulas, puede que el presidente y consejero delegado de Iberia Exprés, que este año celebra su quinto aniversario, esté disfrutando de sus grandes aficiones: la bicicleta -que practica-, el motociclismo, los rallies o la Fórmula 1. «Todo lo que tiene ruedas me encanta», explica Candela, que, sin embargo, nunca ha tenido ganas de aprender a pilotar un avión.

La buena mesa es uno de sus placeres favoritos, en sus múltiples versiones. Le gusta tanto comer en uno de los mejores restaurantes del mundo, el Celler de Can Roca, como acudir a uno de sus templos de Dénia, El Baret de Miguel, donde se le puede ver tomar mollejas, puré de garbanzos o crujiente de salmonete. «Si el cielo existe, debe ser como Dénia», afirma Candela.

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