Recientemente ha finalizado la trigésima edición de Forinvest, única feria dedicada a la financiación e inversión en España en la que más de 200 ponentes analizaron la situación económico-financiera de las empresas. Y en el foro relativo a la innovación se constató que tanto las empresas emergentes como las que están en fase de scale up o crecimiento actualmente no consiguen ni la inversión suficiente para el lanzamiento de sus proyectos, ni para su desarrollo rápido una vez lanzadas por lo que deben autofinanciarse.

La financiación necesaria para poner en marcha una empresa o darle un fuerte impulso sigue siendo una cuestión clave a la hora de plantearse el desarrollo de un proyecto.

Pero antes de empezar a buscar financiación, lo primero que tenemos que saber es ¿para que la queremos?, ¿qué importe necesitamos?, ¿lo necesitamos todo de una vez o por fases?, ¿para cuándo lo necesitamos?, ¿cómo vamos a devolver el dinero?... Y evidentemente estimar cuál es la valoración de la empresa según el mercado y no lo que nosotros pensamos que vale.

Sin esta información no debemos comenzar la búsqueda de inversores, ya que aparte de dar una mala impresión, estaremos dándoles una gran ventaja inicial en la negociación porque con su experiencia ellos sí que harán una estimación más exacta.

Pero, ¿qué debemos hacer para que nuestro proyecto empresarial sea lo más atractivo para un inversor? Tendremos que preparar un documento que nos permita aumentar las posibilidades de atraer inversores y captar financiación. Deberá contener: una presentación breve que resalte los aspectos más importantes del negocio y las personas que lo componen; el problema o necesidad que resuelve del mercado y el nicho potencial al que nos dirigimos; cómo solucionaremos el problema detectado; las características de nuestro producto, con sus puntos fuertes y diferenciadores que dan solución al problema; e información del nicho de negocio, el público objetivo, el comportamiento del mercado, las previsiones de crecimiento? Todo ello con datos y fuentes de conocimiento, y por último, la situación de la competencia y nuestra estrategia de penetración y posicionamiento.

Tras esto pasaremos a desarrollar el modelo de negocio empresarial y las proyecciones financieras.

Entendamos que un proyecto sólido, viable y de referencia no tiene que ser necesariamente original, pero sí que tiene que demostrar la capacidad de generar interés y fidelización de los posibles clientes, y por tanto su rentabilidad presente y futura. Si es así, será de interés para los inversores.

Respecto a ¿cuándo buscar a un inversor para tu empresa?: Tal y como he escuchado a alguno de ellos, «lo más tarde posible, y si puedes evitarlo, mejor». Algunas razones para ello serian: haber aumentado la valoración de la empresa (al haber hecho más ventas) y que ya conocerás y controlarás mejor tu negocio. Así estaremos más preparados para poder abordar más mercados.