Un gran número de viticultores de Utiel-Requena salieron el pasado jueves a la calle a protestar por las bajísimas cotizaciones de esta campaña para las variedades destinadas a la elaboración de cava. Unas cotizaciones que se han visto reducidas en más de un 40% respecto a la campaña pasada, amenazando gravemente la viabilidad de las explotaciones y la continuidad de la actividad agraria. Con esta protesta, se secundaron las movilizaciones convocadas en las zonas de Catalunya y Extremadura adscritas a la DO Cava.
La manifestación de Requena fue convocada por AVA-Asaja, Unió de Llauradors, CCPV-COAG y contó con la adhesión de Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana, ofreciéndose de esta forma una imagen de unidad a la hora de movilizar al sector y trasladando una serie de reivindicaciones acordadas por todas estas organizaciones.
En las últimas semanas, desde diferentes grupos minoritarios se impulsa la posibilidad de convocar una huelga general del sector primario en protesta por la situación de la Agricultura valenciana. Es evidente que son necesarias acciones contundentes y efectivas para mostrar a la sociedad en general y a nuestros representantes políticos en particular la gravedad de la situación por la que estamos pasando desde hace ya demasiado tiempo.
Pero la contundencia no se demuestra a través de la movilización en si misma, si no a través del grado de adhesión, compromiso y seguimiento que tenga. Es necesario aunar voluntades, buscar puntos de encuentro y aparcar diferencias, para alcanzar acuerdos que nos permitan reforzar la unidad del sector y defender de forma unitaria un grupo de reivindicaciones consensuadas previamente, que den respuesta a los problemas de nuestro sector agrario y que sepan atender a las diferentes sensibilidades de aquellos que lo integramos.
Respaldo mayoritario
No podemos transmitir a la sociedad, a los poderes políticos y a los diferentes agentes con los que compartimos el sector agroalimentario una imagen de desunión, ni enviar mensajes populistas o tirar de demagogia a la hora de defender a nuestros agricultores y agricultoras.
En este sentido, una convocatoria que no cuente con el respaldo mayoritario de las entidades representativas, o que se enroque en manifiestos con reivindicaciones inasumibles o inalcanzables, únicamente servirá para dividir todavía más al sector, en un momento crucial en el que lo que necesitamos es precisamente lo contrario: la máxima unidad posible.
