La exalcaldesa de Guardamar de la Safor, Rosana Seguí (1975), aterriza en una Dirección General que durante el primer Botànic ha sido un campo de batalla con el sector privado y que estuvo mediatizada por el perfil político de su antecesor, Natxo Costa. Tras llamar la atención en Compromís con un buen resultado en las primarias a las Corts, el conseller de Economía, Rafa Climent, la ha repescado para dirigir la política de Comercio. Licenciada en Ciencias Empresariales, con experiencia en la empresa y profesora de Comercio, Seguí aspira a mantener consensos y dejar patente el programa de su partido.
El área que ha comenzado a gestionar fue un campo de minas en el Botànic I. ¿Con qué talante se lo toma? ¿Aspira a que siga notándose el peso político de Compromís?
Cuando me puse al mando de la conselleria tenía claro que seguiríamos políticas que respeten el principio de 'Econovida'. Por encima de todo están los valores, de sostenibilidad, cuidado del territorio y, sobre todo, las personas. Por tanto, quiero mantener esa línea. También me gusta hablar y discutir las cosas, pero siempre he sido capaz de llegar a consensos. Desde esta Dirección General se ha llegado a consensos muy importantes y mi intención es mantenerlos.
¿Qué piensa cuando pasea por el centro de València y ve que prácticamente no queda comercio tradicional? ¿Qué se puede hacer en un escenario de libre mercado para conservar la esencia de las ciudades en pleno boom turístico global?
Es una lástima pero hay muchos municipios pequeños que ni siquiera tienen comercio. Cierran las persianas y no se vuelven a levantar. Queremos buscar soluciones. ¿Cuáles? Luchar contra la globalización es difícil pero hemos de hacer fuerza en el consumidor, trasladarle su importancia. Es el que decide que haya o no comercio en su municipio. Enseñarle la importancia de lo que supone su compra en un sitio u otro, por internet o no, qué huella va a dejar en nuestro territorio o a nivel global. Hablamos mucho de sostenibilidad, de medio ambiente, pero un consumidor ha de ser consciente de qué pasa cuando hace 'clic' en una gran multinacional por internet, qué huella deja en el planeta, cuántos kilómetros ha de viajar ese paquete hasta que llega a casa. Y cuál es la consecuencia en tu pueblo de ahorrarte dos céntimos en un producto que está en la tienda de al lado. Si los comercios de las ciudades mueren, las ciudades mueren.
¿Qué opina del proyecto comercial para Paterna Intu Mediterrani?
Es un proyecto que está sobredimensionado. Creo que la C. Valenciana ya tiene suficientes centros comerciales. Continúo pensando lo mismo que mi antecesor.
¿No teme que el ruido dañe la imagen de la autonomía en cuanto a territorio receptor de inversión extranjero?
Lo dudo. Es un modelo caduco. Ese modelo, en Estados Unidos que es un país pionero, está fracasando. Estamos masificados de áreas comerciales. Si montas esto, las demás se van a vaciar. La mano de obra pasará de un sitio a otro, pero generar puestos de trabajo, lo dudo. No creo que frene la inversión, está viniendo inversión de fuera, y que València sea Capital Mundial del Diseño dice mucho. Eso sí es un atractivo para el pueblo. No creo que sea el proyecto extranjero el que no sea bienvenido. Hay proyectos de fuera que son muy visionarios y aportan mucho a nuestra sociedad. Es el modelo, no porque sea extranjero o nacional.
¿Le satisface el acuerdo al que se llegó para limitar solo en parte el número de festivos aperturables en las zonas de gran afluencia turística? ¿Es partidaria de reabrir el debate?
Es un acuerdo en que no ganó ninguna parte. Lo positivo y difícil es llegar a un acuerdo. Voy a respetarlo, evidentemente, y doy la enhorabuena porque no es fácil. Pero necesito hablar con todos los actores.
Compromís comenzó a estudiar la pasada legislatura la posibilidad de crear un impuesto medioambiental a grandes superficies comerciales, como ya hacen Cataluña, Aragón y Asturias. Ahora que el TJUE le ha dado el visto bueno, ¿está en su agenda política?
Es uno de los puntos que quiero valorar y hablar con el conseller Climent. Es algo que deberíamos valorar. Si generas un impacto tienes que sufragarlo.
Parece un debate equiparable al de la tasa turística.
Sí, son tasas justas. Estás generando unos gastos, una huella en el territorio que se ha de subsanar. Tú estás beneficiándote y yo estoy recibiendo el problema.
Su Dirección General va a perder las competencias de las Ferias y las Cámaras. ¿Le hubiera gustado tenerlas?
La Dirección General no pierde las competencias, nosotros estamos aquí. Esta conselleria es completamente transversal, el trabajo es de todos. Desde el Botànic I había unas políticas estructurales y Natxo Costa es el que tenía toda la información y yo he delegado en él para que acabe la reestructuración que estaba en marcha. Las competencias de la Dirección General ya son suficientemente amplias, pero estoy en la Feria y las Cámaras. No quiere decir que estemos a parte.
