Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cabras que comen naranjas

El proyecto circular Feet impulsa un novedoso proceso para alimentar a las cabras con hojas de cítricos

Cabras que comen naranjas

Se dice que del marrano se aprovechan hasta los andares y va a resultar que con los cítricos va a suceder lo mismo. Nada nuevo que aportar sobre el fruto del naranjo o el limonero y sus múltiples aplicaciones para la alimentación o la industria de la cosmética. Ahora también sus hojas y las ramas van a ser de utilidad, en especial en estos tiempos en que crece la conciencia ecológica. El proyecto Circular Feet, impulsado por la Fundación de la Comunitat Valenciana por una Economía Baja en Carbono (Fundación Lowcarbon Economy), parte de una costumbre casera o, si se quiere, «de subsistencia», como explica su presidente, Josep Antoni Nebot. Se trata de utilizar esos restos orgánicos para alimentar a las cabras.

Tras la recolección en los campos de cítricos tiene lugar la poda de los árboles para garantizar la floración adecuada en la próxima campaña y propiciar un crecimiento controlado de los mismos. Esos residuos naturales, tradicionalmente, se destruían mediante su quema, que, como afirma Nebot, tiene un coste ambiental obvio, o su triturado en el propio campo, «que tampoco es bueno por los problemas de hongos y bacterias que genera en los terrenos». La alternativa, añade, es la «valorización del residuo».

Circular Feet propone separar la madera del naranjo de sus hojas. El fin de la primera es ser vendida como biomasa para producir energía y servir como fuente energética para el secado de la hoja. Esta última «la procesamos y se le quitan algunos productos que conllevan, como parte de los aceites esenciales, para que no sean tan amargas y las cabras se las puedan comer a gusto». El proceso es como sigue: Tras el secado, las hojas se trituran en un molino en la Vall d'Uixó y luego se pasan por un refinador, se granulan y se convierten en pellet.

Nebot explica que las hojas de naranjo, por sí mismo, no tienen suficientes propiedades alimenticias. Es por ello que se mezclen con cereales y leguminosas «y ahí ya tienes pienso para las cabras lecheras». Una de las grandes ventajas de este producto es que su precio es muy similar al del pienso normal que se utiliza para alimentar ganado, pero con el añadido de que se trata de una tarifa «estable y no sometida a las fluctuaciones de las lonjas, como sucede con la alfalfa».

Aunque pueda pensarse, a primera vista, lo contrario -ya saben aquello de que el sabor procede de lo que comemos-, la leche que producirán estas cabras no tendrá aromas de cítricos.

El proyecto se encuentra en estos momentos en fase de desarrollo, como cuenta el presidente de la citada fundación: «Tenemos empresas ya interesadas en el proceso y la tecnología. El producto lo hemos probado ya con ganaderos de la Comunitat Valenciana y Castilla y esperamos que en breve salga al mercado».

Circular Feet es un proyecto patrocinado por la Fundación Bancaja del que participan diez empresas del sector tecnológico. La iniciativa, según Nebot, se encuentra «en fase de demostración y espero que en 2020 entraremos en la fase industrial». Otro de sus propósitos es contribuir a reducir las 500.000 toneladas de residuos que se generan cada año en los campos citrícolas, tan abundantes en la Comunitat Valenciana. Es el equivalente de 200 campos de fútbol llenos hasta los tres metros de altura, según Nebot. La quema de los mismos (o de una parte) conlleva emisiones de CO2 a la atmósfera.

Compartir el artículo

stats