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Vuelven las cooperativas

El cooperativismo permite obtener ahorros del 17% en la compra de una casa y personalizar "algo" la obra tras años de olvido, este sistema ha vuelto de l mano de gestoras madrileñas

Promoción de viviendas en València.

La promoción de viviendas en régimen de cooperativa ha vuelto a València tras quince años en los que prácticamente no se ha desarrollado ningún proyecto. Los cooperativistas pueden obtener un ahorro económico de entre el 10 % y el 17 %, acceder a beneficios fiscales como la exención del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados en las viviendas de protección oficial y tienen un mayor poder de decisión a la hora de personalizar las viviendas. A pesar de las ventajas, València está lejos de ciudades como Madrid, donde es mucho más habitual promover en régimen de cooperativa para ahorrar costes. Los consultores inmobiliarios creen que el modelo no está más implantado en la Comunitat porque a los valencianos «les cuesta entender el régimen de cooperativa. Es una figura bien regulada y si hay confianza en el gestor (la empresa que lidera el proyecto) es parecido a cualquier promoción normal con la ventaja del ahorro de costes». Las gestoras de cooperativas que están desarrollando viviendas en València proceden de Madrid. Las más importantes son Libra (con cuatro promociones en València y una en Aldaia) y Prygesa (con dos proyectos en la capital del Túria y uno en Dénia). Rubén Villanueva, delegado en València de la gestora Prygesa, coincide con los consultores en que en la Comunitat Valenciana todavía hay «poca cultura de cooperativismo de vivienda. En Madrid las cooperativas funcionan muy bien. La gran ventaja de las cooperativas es que puedes participar en el proyecto».

Las inmobiliarias apuntan que es un sistema que cuesta de entender a los valencianos pese a que es "muy seguro"

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José Manuel Martínez Plaza, subdirector general de Olivares Consultores y director del Área de Residencial, recuerda que en la Comunitat Valenciana sí que está muy implantado el cooperativismo en el campo con las cooperativas agrícolas y en el sector de la distribución con Consum, pero en el sector de la vivienda hay más reticencias. «Es curioso, pero en València no hay gestoras de cooperativas de viviendas. Las gestoras son todas de Madrid. A los compradores les cuesta entender el régimen de una cooperativa de vivienda. Nosotros llevamos la cooperativa de Mestalla y lo que retraía la venta era el concepto de cooperativa. El comprador no lo entendía bien», afirma. Martínez Plaza insiste en que es un método de promoción de viviendas seguro. «Es un sistema bien regulado y ofrece una seguridad jurídica mayor que el de una promoción tradicional. La cuestión es encontrar financiación. Los bancos exigen más requisitos que a una empresa promotora», añade el directivo de Olivares Consultores.

Vicente Díez, portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia, cree que el cooperativismo de viviendas no tiene más fuerza en Valencia por el recuerdo del escándalo del caso PSV, la cooperativa de viviendas impulsada por el sindicato UGT hace 30 años y que fracasó tras captar a 20.000 clientes en toda España. «Hay cierta desconfianza, aunque ofrece ventajas importantes como el ahorro. Un problema que tiene València son los retrasos en la concesión de la licencia de obras, que puede llegar a dos años. En ese contexto es complicado porque los costes de la construcción suben», destaca el portavoz de los API valencianos. El director general de la promotora valenciana Urbem, Miguel Esparza, coincide con Díez en que los valencianos «tienen aversión al riesgo». «Aquí somos de precio fijo y hay gente que cree que con el sistema de cooperativa al final le puede salir más caro. Si ya es difícil invertir como para que te salga mal», apunta Esparza.

Sin embargo, las consultoras inmobiliarias y las gestoras de cooperativas insisten en que es un sistema «muy seguro» y añaden que en el caso de la vivienda de protección oficial el precio final está tasado por la Administración (en la capital del Túria el metro cuadrado está a 1.819 euros). El delegado de la gestora de cooperativas Prygesa advierte de que un problema es la subida de los precios de la construcción, ya que en València ha pasado de costar 700 euros el metro cuadrado de obra construida a 850 euros en dos años (un incremento del 21 %). «En barrios como Quatre Carreres los números de la vivienda protegida no salen», asegura Rubén Villanueva. Prygesa, empresa madrileña fundada hace 75 años, desarrolla dos promociones en régimen de cooperativa en València y una en Dénia. La compañía tiene una rama dedicada a la gestión de cooperativas y otra a la promoción directa, por lo que conoce bien los dos sistemas. «La ventaja de las cooperativas es el ahorro de costes y que permiten cierto grado de personalización de los proyectos», precisa Villanueva. Las viviendas en régimen de cooperativa de Prygesa tienen entre una y tres habitaciones y miden entre 60 y 120 metros cuadrado.

Miguel Palmero, director general de Libra Gestión de Proyectos, afirma que en los ochenta y noventa el «mundo cooperativista» tenía mucha fuerza en València, pero después esta forma de promoción de viviendas decayó y desapareció definitivamente tras el desplome del mercado inmobiliario de hace 13 años. «Colaboramos en València con un grupo de arquitectos que gestionaban cooperativas de vivienda. Tras la crisis, los gestores valencianos de vivienda desaparecieron y no han vuelto a resucitar. Nosotros entramos en València cuando todavía no se había recuperado el mercado inmobiliario (año 2016) y no tuvimos problemas para captar socios (la firma colocó en dos semanas el 40 % de una promoción de 53 viviendas de tamaño grande)», dice el directivo. Palmero pone de relieve que este sistema de promoción de viviendas ofrece muchas garantías porque está muy controlado desde el punto de vista financiero. «Es un método de promoción tan seguro como los otros. Nosotros auditamos las cuentas y eso es algo que no hacen todas las empresas inmobiliarias. Los bancos nos piden información de los cooperativistas y hacen un análisis profundo sobre su solvencia. El proceso de promoción está muy garantizado», asegura. Las gestoras de cooperativas de viviendas cobran entre un 8 y un 10 %. «Estos gastos en una promotora tradicional se pueden ir al 25 %. Es un ahorro importante», insiste. Libra ha entregado cien viviendas en València en el último año, en dos promociones situadas en Patraix y Malilla. Ahora tiene en marcha otras 350.

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