La startup valenciana Caminandum pone en contacto a personas con aficiones comunes que buscan compañía para hacer deporte. La empresa funciona como los clubs deportivos, pero con una cuota ínfima al mes. Su fundador, el francés afincado en València Thierry Scelles, tuvo la idea durante el confinamiento por el coronavirus al descubrir que una gran cantidad de personas buscan compañeros deportivos sin la complicación de inscribirse en un equipo. Scelles insiste en que su aplicación (que estará disponible en iOS y Android) funciona «como Tinder. Empareja A con B en función de las afinidades». El fundador de la compañía asegura que el servicio busca fomentar la amistad a través de actividades de ocio y deportivas. «Es un club deportivo y social online que tiene como objetivo que las personas queden y hagan actividades juntas», subraya.

«Maduré el proyecto tras montar un club de amigos después del confinamiento para salir a caminar. Me di cuenta de que había mucha gente que necesitaba relacionarse tras el encierro. Querían hacer actividades deportivas y conocer gente. En menos de tres meses el club tenía 300 personas. Organicé doce recorridos diferentes para hacer una caminata diferente a la semana, apunta. Al principio lo hice sin ánimo de lucro, pero comprobé que había nicho de mercado para montar un negocio», subraya Thierry Scelles. El emprendedor vio que en València hay personas que buscan compañía para caminar, correr, practicar vela o jugar al tenis y amplió las opciones de la plataforma. El modelo de negocio se basa en el cobro de una cuota mensual de 1 euro, lejos de los precios de los clubs de corredores que cuestan unos veinte euros al mes. La cuota es especialmente asequible para alcanzar el mayor número de personas en el menor tiempo posible. Scelles quiere complementar estos ingresos con su propia línea de ropa (como también hacen los clubs deportivos). «Estoy diseñando una gama de ropa con el logo del club. Es una empresa con una parte de negocio online y otra física», subraya.

El empresario insiste en que su modelo de negocio es muy escalable. «Cada mil usuarios son mil euros al mes solo por el uso de la plataforma. La empresa va a empezar a operar en València, pero después se va a extender por todo el país», afirma Thierry Scelles. La red social de Caminandum ya opera, además de en España, en Francia, Italia y Suiza.