Que cunda el ejemplo

Tras las fiestas navideñas se desató la tercera ola de la covid 19 en la Comunitat Valenciana. Las restricciones se hicieron necesarias, y muchos comercios tuvieron que restringir horarios, otros como la hostelería, directamente echar el cierre. Pero la población tiene que seguir comiendo, por eso los agricultores no paramos, no hemos parado en ningún momento. La agricultura es una actividad fundamental y, por tanto, los agricultores y los ganaderos hemos vuelto a demostrar que somos imprescindibles para la sociedad, y por eso desde estas líneas vuelvo reivindicar la dignificación de la profesión de agricultor y ganadero. Estas profesiones no solo dan de comer. También contribuyen al mantenimiento de la población en el medio rural generando miles de puestos de trabajo directos e indirectos y constituyéndose como piedra angular para evitar el despoblamiento y contribuyendo activamente en el sostenimiento del medio ambiente. Esta multifunción de nuestra actividad bien la hace merecedora de ser reconocida como sector estratégico y de interés general, y por tanto la administración debe velar por el buen funcionamiento del mismo. Es inconcebible que un sector tan importante como el agroalimentario base su sostenibilidad en gran medida en machacar al eslabón más débil, al agricultor y al ganadero. Es cierto que el mercado tiene sus vaivenes, pero el agricultor es sometido sistemáticamente a prácticas desleales aprovechando su situación de debilidad y es necesario que se ponga fin a esta situación. El ministerio dio un paso importante con la ley de la cadena alimentaria. Ahora le pido a la consellería de Agricultura que se la estudie bien y que empiece a pensar en qué pueden hacer para que la ley se cumpla. Y, si es posible, cumplir la ley. Es más, se debería ir más allá y cambiar la forma de trabajar pensando en el sostenimiento de todo el sector, pero para eso algunos deben dejar de mirarse el ombligo. Para muestra un botón: esta misma semana la UPA y Lidl llegaron a un acuerdo que es un hito en las relaciones entre la producción y la distribución. Tras meses de trabajo se presentó una gama de AOVE procedente de olivar tradicional que garantiza la justa remuneración a los productores de oliva independientemente de la situación del mercado, lo que supone el mantenimiento de miles de explotaciones dotándolas de estabilidad y contribuyendo sin duda a la fijación de la población en el medioambiente. Este acuerdo sienta las bases de una relación basada en el respeto y el equilibrio. Que cunda el ejemplo.

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