Y a he comentado previamente aquí la urgencia del cambio de modelo estructural y la necesidad de subirse al tren de la economía del conocimiento. Pues bien, el pasado día 11 el presidente Sánchez presentó el plan para convertir a España en Nación Emprendedora.

Lo que más me llamó la atención es que algo que debería marcar en letras mayúsculas la agenda política y económica del país, algo que debería y va a impactar en el bolsillo y el devenir de las próximas décadas de los españoles, apenas tuvo impacto.

El 12 de Febrero los titulares de los dos medios de prensa (no deportivos) más seguidos en España, en su portada no hacían referencia a este anuncio. Uno de ellos, se centraba en la posición de Illa contra todos en las elecciones catalanas y no aparecía ni en el faldón. El otro, se centraba en la elocuencia diplomática y democrática de nuestro vicepresidente, y ponía una foto de Sánchez en la presentación de España Nación Emprendedora, ¡sin nombrarla! Nos estamos jugando pagar la deuda pública acumulada por las dos últimas crisis, nos estamos jugando el empleo de nuestros hijos y nietos. No voy a insistir demasiado una vez más, pero mientras países como Dinamarca o Finlandia, basados en la economía del conocimiento han pasado de puntillas por la crisis covid, incluso ven impulsado su ya fuerte sector digital. Aquí en España, con la economía basada en el turismo y la construcción hemos estado a la cabeza de Europa, y casi del mundo, en la caída de la economía y del empleo. Parece que hay alguien dentro de la administración que se ha dado cuenta de la necesidad brutal del cambio, y de ahí el plan presentado. Claramente partimos con desventaja, Estados Unidos lleva tiempo con su Silicon Valley, los países nórdicos se metieron de lleno con la transformación a través de Nokia y Ericsson, por poner ejemplos, China ha aprovechado ser la fábrica del mundo del hardware para lanzarse en la lucha de la economía del conocimiento.

En Israel, los taxistas te recogen hablando de las últimas apps y avances tecnológicos del país; pero también en la recepción del hotel, y por supuesto a toda hora en portada en los medios. Por ello, si eres taxista, recepcionista de hotel, periodista, presidente o lo que seas, pero sobre todo si eres docente o regulador, tienes tu parte de responsabilidad en convertir España en Nación Emprendedora. ¡Ayúdanos! Es la última oportunidad de subirnos al tren del conocimiento, es la última oportunidad para que nuestros hijos y nietos tengan una vida similar o mejor a la nuestra, y está en nuestras manos.