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En las entrañas de una megaobra

Hasta Cuatrocientos operarios trabajan a la vez en la construcción de las cuatro torres de viviendas de Neinor frente a la fe. La promotora, cotizada en bolsa, acelera los plazos con nuevas técnicas de construcción para no sufrir retrasos y evitar que le penalice el mercado bursátil.

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En las entrañas de una megaobra en València Germán Caballero

La forma de construir ha cambiado de forma radical en los últimos diez años. Las promotoras que ahora dominan el mercado en València son grandes inmobiliarias cotizadas en bolsa que tienen que cumplir a rajatabla los plazos de entrega para que no las penalice el mercado bursátil. La situación se complica cuando se afronta una megaobra de 75 millones de inversión con cuatro torres y 417 viviendas en la que intervienen 180 empresas subcontratistas y coinciden a la vez hasta 400 trabajadores como ocurre en el proyecto Sky Homes de Neinor en València. Este periódico ha visitado esta semana las obras para descubrir cómo se construye hoy en día. Los trabajos están hiperconectados para ir a toda velocidad. Las veinte plantas crecen a un ritmo de una cada diez días y a la vez se van acabando los pisos de las inferiores. La previsión de Neinor es que cuando en julio esté completamente levantada la estructura de la primera torre las viviendas de los primeros pisos ya estarán terminadas. El compromiso de la promotora es entregar las viviendas el 31 de diciembre de 2022. De las cuatro torres dos se van a destinar al alquiler.

Primeras viviendas tabicadas (izquierda), mallas de protección de los huecos, planos de la obra y operarios trabajando en la planta undécima. | Germán Caballero

El edificio Sky Homes es el proyecto más grande que se acomete en València desde hace quince años. Juan Cabrera, director técnico de Neinor en Valencia, precisa que las cuatro torres se asientan sobre una base de 200 metros de largo y 32 metros de ancho e insiste en que la cimentación fue la parte más delicada. Los primeros trabajos en el solar consistieron en una ejecución perimetral de pantallas de hormigón de 45 centímetros de ancho y 25 metros de profundidad. Después se colocaron bombas de achique para agotar el nivel freático de la obra y poder excavar sin que apareciese agua (como se hace en las obras del metro). En total se extrajeron 70.000 metros cúbicos de tierra que fueron transportados por 5.000 camiones a vertederos autorizados. Alcanzada la cota de cimentación, la constructora adjudicataria de los trabajos (Vialterra) construyó una inmensa losa de hormigón de 1,80 metros que es la base de los sótanos y las cuatro torres. Los obreros vertieron 11.500 metros cúbicos de hormigón de dos centrales hormigoneras y fueron necesarios más de 2.300 camiones cuba. Estos trabajos iniciales tardaron diez meses.

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La segunda fase de la obra arrancó a principios de septiembre. Vialterra utiliza cuatro grúas que alcanzarán 84 metros de altura para trabajar en las veinte plantas de las cuatro torres que cuando estén terminadas medirán 65 metros. Un elemento que diferencia el proyecto es que en el interior de las viviendas no habrá pilares de carga, por lo que quedarán con espacios abiertos (si un propietario quisiera podría tener una sola estancia diáfana). Vialterra utiliza una técnica que consiste en el uso de pilares apantallados colocados en el perímetro del edificio, en los pasillos de las zonas comunes y en torno a las escaleras y los elevadores. En total se van a poner en pie 271 pilares que sustentarán los cuatro edificios.

En las entrañas de una megaobra

Los obreros ya están tabicando los pisos de las primeras plantas mientras las torres continúan ganando altura y ya han llegado al piso 11. En las zonas comunes han tomado forma los vasos de las piscinas y el gimnasio comunitario. José Luis Negro, delegado en Valencia de Vialterra, precisa que ahora mismo hay 180 trabajadores y en el pico máximo habrá 400 personas a la vez (100 por torre). En el interior de la obra hay sensación de seguridad. Todos los huecos están protegidos por mallas para evitar caídas accidentales.

En las entrañas de una megaobra

Las cuatro torres las ha diseñado el despacho de arquitectos valenciano Quino Bono, que ha buscado que los edificios tengan una imagen icónica y futurista. Las fachadas estarán recubiertas por 18.500 metros cuadrados de aluminio (la superficie equivalente a algo más de cuatro campos de fútbol). Sixto Bayo, director territorial en Valencia de Neinor Homes, destaca que para instalar el aluminio van a utilizar andamios móviles procedentes de varias autonomías porque no hay suficientes en la Comunitat Valenciana debido a las dimensiones de los edificios. Las viviendas se han diseñado con grandes terrazas. Los responsables de la obra aseguran que en julio tienen previsto alcanzar la cota máxima en la primera torre y que en ese momento los pintores ya habrán terminado las primeras viviendas. Las cuatro torres estarán separadas en dos urbanizaciones. La primera será para los propietarios y la segunda para las familias que opten por vivir de alquiler. La promotora ya ha vendido más de la mitad de las viviendas. El metro cuadrado cuesta 2.200 euros y un piso de cuatro dormitorios ronda entre los 300.0000 y los 360.000 euros. El plazo de las obras es de 29 meses, un año menos de lo que habrían tardado con las técnicas de hace una década.

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