Siemens ha desarrollado un sistema que permite reducir un 5 % la factura del gas, la electricidad y el oxígeno en las fábricas de fritas que suministran esmaltes a la industria azulejera. La incidencia es alta porque la factura energética supone un 60 % de los costes industriales. La multinacional ha entrado en el proyecto Futurcer, una iniciativa lanzada por la Asociación nacional de fabricantes de fritas, esmaltes y colores cerámicos (Anfecc) para la descarbonización del proceso productivo a través de la eficiencia energética.

La iniciativa opta a captar fondos del programa de reconstrucción de la Unión Europea destinados a la industria electrointensiva. Bruselas ha forzado a los grandes consumidores energéticos a buscar alternativas que faciliten la descarbonización de la economía para reducir las emisiones de CO2. El sector cerámico y el de las fritas y esmaltes es intensivo en consumo de energía y sus emisiones de CO2 tienen un gran margen de mejora. En este contexto, Siemens ha orientado su tecnología para ofrecer a las empresas soluciones para que mejoren su eficiencia energética y se digitalicen. José Ramón Castro, director general de Siemens Digital Industries, incide en que es esencial mejorar la gestión del consumo de energía de la industria electrointensiva. «Hay muchos aspectos en los que podemos ayudar a las empresas. El sector cerámico está en pleno proceso de descarbonización para limitar las emisiones de CO2. Tenemos soluciones sobre cómo mejorar la eficiencia energética, la digitalización de los procesos, la captación y tratamiento de datos (edge computing) y el análisis de gases», señala el directivo de Siemens. Castro insiste en que la tecnología que han desarrollado permite reducir entre un 3 % y un 5 % los costes en gas, oxígeno y electricidad. «Estos representan más del 60 % de los costes industriales», apunta el ejecutivo.

La compañía asegura que, además, su tecnología permite tener «un acceso remoto, eficiente y seguro a las máquinas y las plantas con todas las medidas de ciberseguridad para evitar cualquier acceso no autorizado a las redes corporativas. Con todas estas herramientas se calcula que la productividad de la planta puede aumentar en torno a un 10 %. Estimamos que solo monitorizando y con medidas de eficiencia se puede reducir un 5 % la factura energética».