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Políticos a distancia

«La lengua que hablan los políticos no tiene nada que ver con la voz del sector agrario»

Esta semana el sector arrocero sacó centenares de tractores en dirección a Valencia.

Mucho se habla de la distante Bruselas que dicta políticas muy alejadas de las necesidades reales de los agricultores y ganaderos valencianos. Sin embargo, la flagrante insensibilidad y la falta de soluciones de la clase política también se produce en Madrid y València, a pesar de tener los problemas delante de sus narices. Ahora que la pandemia nos ha dado una tregua, el sector agrario ha podido volver a alzar la voz de nuevo. Las movilizaciones que la covid-19 paralizó hace algo más de un año no quedaron suspendidas, sino aplazadas, y nos haremos oír mientras las asignaturas pendientes no obtengan respuestas eficaces y mientras no hayan precios justos.  

Coincidiendo con las Fallas, convertimos una montaña de naranjos arrancados en un monumento reivindicativo para hacer visible lo que muchos políticos no quieren ver: que los agricultores valencianos dejamos de cultivar 2.000 campos en el último año porque sus explotaciones no son rentables. Las llamas de esta ‘cremà’ deberían remover la conciencia a esos iluminados que sueñan desde sus despachos con una imagen bucólica y falsa de la agricultura.  

Esta semana el sector arrocero sacó centenares de tractores en dirección a Valencia, causando más de 12 kilómetros de atascos y levantando la expectación entre los ciudadanos. Además de los motivos que aquejan al resto del campo, como los desequilibrios de la cadena alimentaria y la competencia desleal que fomentan los tratados con países terceros, los arroceros se concentraron a las puertas de la Delegación del Gobierno con el objeto de oponerse al hachazo a las ayudas de la PAC que, con los bajos precios percibidos, resultan imprescindibles para garantizar la supervivencia del cultivo.  

La tractorada también paró frente a la conselleria de Agricultura como un aviso de que la próxima será allí si no se planta ante la propuesta de Política Agraria Común (PAC) del Gobierno central de Pedro Sánchez y si no ceja en imponer más y más restricciones ambientales, cuando es el arroz la garantía de los parques naturales de La Albufera y el Marjal de Pego-Oliva. 

La lengua que hablan los políticos no tiene nada que ver con la voz del sector agrario. Los robos son otro ejemplo de ello. Casi nadie denuncia porque creen que no sirve para nada. Por eso los datos oficiales no representan la realidad del campo. 

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