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La montaña rusa del mueble

La demanda de mobiliario de hogar crece y compensa el desplome de las ventas a hoteles y restaurantes

Diferentes tipos de mueble de hogar y de hoteles (canal contract) y, de izquierda a derecha, Enric Ros (Muebles Ros), Amparo Bertomeu (Anieme) y Conrado Padilla (Ecus) | ACTIVOS

La pandemia ha impactado de lleno para bien y para mal en el sector del mueble, una industria que en España agrupa a casi 7.000 empresas y hoy da empleo a 63.124 trabajadores, solo 70 empleados menos que en 2019. Más de un tercio de la producción se destina a la exportación. Las ventas para hogar se dispararon tras el confinamiento y compensaron en parte el hundimiento del canal contract, el que surte de mobiliario a hoteles, restaurantes y oficinas, permitiendo así que el sector facturara el año pasado en España 4.153 millones de euros, solo un 9,9 % menos que en 2019, según el estudio del Observatorio Español del Mercado del Mueble del Instituto Tecnológico del Mueble (Aidimme).

La caída del negocio en el sector del mueble en 2020 ha sido un 1,1 % inferior a la del PIB nacional (-11 %). «Es menor porque hay subsectores del mueble que sí han aumentado sus ventas pese a la pandemia. El año 2020 fue de crisis y recuperación en ‘V’. Durante el confinamiento se paró todo con caídas de ventas superiores al 24 % y a partir del verano algunos sectores se recuperaron con fuerza. La subida de ventas fue especialmente intensa en los muebles de baño y de cocina», subraya Vicente Sales Vivó, autor del estudio del Observatorio del Mueble de Aidimme.

El director de la feria del mueble Hábitat (València), Daniel Marco, incide en que la pandemia ha hecho que la gente valore más su casa. Esta declaración la confirma cualquier visita a los municipios que viven de la producción de muebles en España, como Yecla (Murcia), que ahora tiene problemas para encontrar trabajadores para las fábricas de sofás.

«Ha habido una renovación del mobiliario de hogar, aunque el sector del mueble es muy amplio y la evolución ha sido desigual. Las familias han ahorrado mucho dinero en ocio y viajes y han destinado una parte al hogar. Por otro lado, el canal contract sí ha estado muy afectado por el cierre de hoteles, restaurantes y oficinas. Los fabricantes tienen esperanzas en la recuperación con la vuelta del turismo», dice Marco.

El montaña rusa del mueble

Vicente Pons, director comercial de la empresa Point, coincide con Marco en la próxima recuperación del canal contract. Point es una empresa familiar con sede en Xaló (Alicante) dedicada al mobiliario de exteriores para hoteles y hogares que el año pasado facturó 7,5 millones de euros. La compañía conoce las dos caras de la moneda ya que el 30 % de sus ventas son del canal doméstico (retail) y el 70 % de contract . «En retail hemos aumentado las ventas un 4 %, pero en contract hemos bajado un 12 %. Las cadenas hoteleras son nuestros principales clientes y en España sus establecimientos llevan muchos meses cerrados y algunos propietarios sufren problemas financieros. Estamos notando el cambio del perfil de propietario. Antes tratábamos en España con cadenas pequeñas y ahora con fondos de inversión. Nosotros trabajamos con cuatro fondos. Uno ha comprado 80 hoteles y otro 30, y ellos sí que están invirtiendo en la reforma de los establecimientos ante la vuelta del turismo. En 2021 hemos notado la recuperación del contract y estamos convencidos de que cerraremos un buen año», destaca Vicente Pons.

El montaña rusa del mueble

Algunos fabricantes que trabajan en los dos segmentos están preocupados por la posibilidad de que en breve se produzca una disminución del consumo de hogar ante la posibilidad de volver a gastar en ocio y en viajes con el avance de la campaña de vacunación.

«La demanda del mueble de hogar está dopada porque los consumidores no tienen muchas alternativas y veremos qué pasa en el futuro. Además, necesitamos estabilidad porque cada poco tenemos un sobresalto. Francia acaba de anunciar el cierre de todo el comercio no esencial durante un mes y para nosotros es un país muy importante. Esto cambia tu visión de un día para otro», lamenta Conrado Padilla, CEO de la empresa de Yecla de colchones, sofás y sillones Ecus. La firma, que el año pasado facturó 20 millones tras bajar un 5 % su cifra de negocio, confirma que está sufriendo con el canal contract pero subraya que sus ventas han subido en las tiendas y sobre todo en internet. «Nosotros esperábamos una recuperación más rápida del sector hotelero, pero apenas tenemos cartera de pedidos aunque ya hay ciertos movimientos en Canarias y el Caribe», apunta Padilla.

El montaña rusa del mueble

Segmento juvenil

Un ejemplo de que la alegría va por barrios es el de la empresa leridana de mobiliario juvenil Muebles Ros, que cerró 2020 con una facturación de 21 millones de euros (superior a la de 2019. «El año pasado fue mejor de lo esperado y este ejercicio confiamos en alcanzar los 25 millones de facturación», subraya Enric Ros, CEO de Muebles Ros (que tiene su sede en Artesa de Segre y da empleo a 300 trabajadores). Ros explica que «desde la crisis de 2007 el sector del mueble de hogar está muy dañado. Muchas empresas han cerrado y si se suma la irrupción de actores como Ikea se puede comprobar que ha quedado bastante debilitado. El covid, que de entrada nos dibujaba un panorama desolador, ha puesto en valor la importancia del hogar y su mobiliario. Ya sea por necesidad (tras años sin invertir) o por disfrutar, el hecho es que ha dado aire a un sector que no se ha sabido transformar y al que le queda mucho para llegar a entender que el cliente ha cambiado. Sin embargo, a pesar del momento dulce que vivimos todo a punta a que el ocio volverá a desplazar al gasto en el hogar».

El montaña rusa del mueble

Las exportaciones representan el 37 % de la facturación de los fabricantes de mueble en España y se han visto penalizadas por las limitaciones impuestas al comercio en determinados países y por el colapso del tráfico marítimo por la falta de contenedores. Aun así, Amparo Bertomeu, directora general de la Asociación Nacional de Industriales y Exportadores de Muebles de España (Anieme), insiste en que a pesar de las dificultades por la pandemia las exportaciones solo han caído un 10 % en 2020. «En el primer semestre acumulábamos una bajada del 21,5 %. Yo lo veía muy negro. En el segundo semestre hemos recuperado un 11,5 %. El esfuerzo que hemos tenido que hacer para revertir la situación ha sido tremendo. Hay mercados en los que hemos crecido mucho como en Francia. No sabemos cuánto va a durar el tirón», confiesa Bertomeu. El año pasado las empresas españolas exportaron por valor de 2.086 millones de euros.

Teletrabajo

Los fabricantes de muebles de oficinas han sufrido por el incremento del teletrabajo (que en Madrid todavía ronda el 45 %) y se han visto obligados a reinventarse. La empresa alicantina Actiu (especializada en mueble de oficina y que en 2019 facturó más de 90 millones) afirma que su prioridad el año pasado fue capear el temporal y mantener a sus 350 empleados. La compañía ha readaptado su oferta a los cambios que se están produciendo en las oficinas, con modelos flexibles que combinan el teletrabajo con el trabajo presencial en mobiliario compartido. Soledat Berbegal, consejera de Actiu, señala que cada vez se potencian más esos proyectos a través de «espacios polivalentes para optimizar los recursos».

Kiko Torrent, presidente de la Asociación de Industrias del Mueble y Afines de la Comunitat Valenciana (Avima), subraya que a pesar de todo los fabricantes son optimistas. «Esta crisis ha servido para poner en valor la importancia del hogar. Antes de la pandemia la gente valoraba más gastarse mil euros en un iPhone 11 que en un sofá y eso ha cambiado», asegura Torrent.

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