Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Colección Alexandra: Los artesanos del lujo

La empresa familiar de Burriana ha fabricado la mayor parte de los muebles del nuevo Ritz de Madrid, un proyecto que esperan les consoliden dentro de un sector en crecimiento

Juan Manuel Ventura posa en uno de los sillones fabricados para el Ritz. | F. BUSTAMANTE

No cualquier compañía recibe el encargo de participar en el rediseño integral de un icono del lujo como es el hotel como el Ritz de Madrid. Una de las elegidas para este proyecto fue la valenciana Colección Alexandra, una empresa familiar del mueble con sede en Burriana que ha sido la responsable de fabricar buena parte del mobiliario que ya habita las cientos de estancias del exclusivo edificio y que confía en que este trabajo les abra todavía más las puertas a un modelo de negocio, el de los proyectos residenciales de alta gama, «con mucho futuro» y que consideran «clave» para la «supervivencia y crecimiento» de su firma.

Los muebles de la firma castellonense están presentes en seis plantas del lujoso hotel madrileño. | EMV

El desafío ha sido tan exigente como satisfactorio, según cuenta Juan Manuel Ventura, gerente de Colección Alexandra y que junto a su hermano Jacobo lleva las riendas de la empresa fundada por su madre, María José Guinot, en 1994. El principal reto fue tener que elaborar hasta 73 modelos diferentes de muebles muy específicos y que, a diferencia de lo habitual, no habían sido diseñados por ellos sino por los encargados del cambio de cara del hotel, el arquitecto Rafael La-Hoz y los diseñadores parisinos Gilles & Boissier.

Estancia del nuevo Ritz, con muebles de Colección Alexandra. | EMV

Han sido tres años de duro trabajo para elaborar 1.276 piezas, desde camas hasta espejos pasando por sillas, mesas o vitrinas. «Todos los elementos son de una calidad altísima y exigen unos acabados muy concretos», destaca Juan Manuel Ventura, que celebra que el grupo Mandarin Oriental, propietario del Ritz, ha quedado «muy satisfecho con el producto y también por el cumplimiento de los plazos y la instalación».

Solo esa última parte, la del montaje del mobiliario, llevó siete meses. Los elementos se volvieron en contra de Colección Alexandra, ya que a la pandemia se unió uno de los peores temporales de la historia reciente, Filomena, que azotó con especial dureza a la capital española. Cada uno de esos 1.276 muebles fueron fabricados en sus instalaciones de Burriana y trasladados poco a poco a Madrid en casi 30 viajes que realizaron 21 camiones.

Amoldarse al diseño de terceros fue nuevo, pero no el trato con el sector del lujo. Esta pyme familiar acostumbraba a producir mueble clásico desde sus inicios, desde esa década de los 90 en la que «la Comunitat Valenciana era una potencia mundial del sector», recuerda el gerente. Gracias a la pujanza de Feria Valencia exportaban a casi los cinco continentes y amueblaron palacios y embajadas en más de 60 países.

Pero el canal de distribución tradicional, el de las tiendas físicas de decoración e interiorismo, fue perdiendo peso y provocando cierres de fábricas en cadena. «Muchos colegas han desaparecido, especialmente desde la crisis de 2008», lamenta Ventura. «Gracias a nuestra juventud nos adaptamos y pudimos subsistir, abriendo una nueva línea más contemporánea pero que mantiene nuestro ADN, la artesanía y el ‘made in Spain’».

Precisamente esa combinación entre tradición y modernidad es lo que, en su opinión, les ha valido para recibir la adjudicación del proyecto del hotel madrileño, que presupuestaron en 1,5 millones de euros. «El estilo de los muebles del Ritz es clásico, entre francés y español, y con toques innovadores que aportan un aire contemporáneo», explica. Pero hay otra clave que marca diferencias en el sector del lujo y que Colección Alexandra sabe atender, según el responsable de la empresa. Se trata de la atención al cliente.

Colección Alexandra Los artesanos del lujo

«Hay quien ofrece mejor precio pero no un mejor servicio», reivindica. Para dar ese trato personalizado, a su entender, juega a su favor el hecho de ser una empresa familiar y de un tamaño relativamente pequeño —cuenta con 45 trabajadores—. «Esta capacidad de relación personal en la atención al cliente es clave en el sector, aporta un valor añadido diferencial».

El lujo también sufre

En contra de lo que muchos pueden pensar, Ventura destaca que «el sector del lujo sí se ha visto afectado por la pandemia», aunque admite que no ha sido un golpe «muy grave». Participar en la redecoración del Ritz ha sido un balón de oxígeno para la empresa castellonense, si bien el virus les ha privado del que iba a ser «el mejor año» de su historia, haciendo caer su facturación, que ronda los 6 millones de euros, en un 8 % frente al incremento del 25 % que preveían antes de la llegada del coronavirus.

Hay varios motivos. El principal es que se paralizaron muchas obras de viviendas, lo que frenó otras tantas ventas de muebles que tenían programadas. Además, el gerente añade que pese al tipo de cliente al que se dirigen, su nicho también se vio afectado por las restricciones a la movilidad. «Además de la suspensión de ferias, que son puntos de encuentro que generan ventas, provocó la desaparición de las visitas que recibíamos a nuestra fábrica». Ventura se refiere a clientes que volaban desde diversos puntos del mapa para «ver los acabados» y asegurar los pedidos.

Con todo, Colección Alexandra ha logrado superar la crisis sanitaria y sus efectos económicos sin recurrir a los ERTE ni a los créditos ICO y mira al futuro con optimismo aunque con cautela. «Creo que 2021 es pronto para la recuperación. El rebote de verdad no llegará hasta que no nos permitan viajar, pero llegará...aunque habrá que esperar a 2022». Y añade que confía en que el proyecto del Ritz les consolide como fabricantes de terceros, un modelo «con mucho futuro».

Compartir el artículo

stats