Esta semana ha llenado las portadas de la prensa deportiva, y no tan deportiva, el terremoto generado en el fútbol por la propuesta fallida de la superliga europea. Tranquilos que aquí no hablaré de fútbol ni de equipos, pero sí que me parece interesante analizar, cómo hacemos con las startups, la evolución del modelo de negocio que está sufriendo del fútbol y la influencia que está teniendo en ello la transformación digital y el cambio de mentalidad de la sociedad y los espectadores.

Se quejaban algunos directivos de los principales clubs de la desafección de los jóvenes con el fútbol y el deporte en general. Cómo diría un profesor mío, «de aquellos lodos, vienen estos barros». Es evidente que influyen muchos factores, pero el cambio de modelo de televisión en abierto basado en publicidad, a un modelo premium de pay per view, es evidente que provoca un cambio en la manera de seguir y consumir. Esto se ve muy claro en los modelos de negocio de startups basados en publicidad, los que tratan de tener un modelo dual freemium, y los que son de pago.

Veamos cómo se comportan estos modelos de negocio. Claramente las redes sociales en general se basan en ese modelo gratuito, que busca un rápido crecimiento y boca oreja, para monetizar posteriormente vía publicidad. Esto se puede hacer y conviene hacerlo en proyectos que son muy mass market, donde prácticamente todos los ciudadanos son público objetivo. Cuando nos trasladamos a un nicho algo menor como podría ser Dropbox o Linkedin, ya conviene introducir una fuente de ingresos premium, pero manteniendo como hacen ambos una fuerte componente gratuita que permite mantener ese nivel de afección y boca oreja. Solo cuando vas a un público objetivo muy delimitado al que le generas gran valor, (como soluciones Saas para alguna tipología de empresa), suele funcionar mejor una aproximación de pago por uso, o de suscripción con demo trial.

Pues bien, este análisis se ve claramente reflejado en el fútbol, ese cambio de modelo que se hizo hace unos años hacia el pay per view, elevó inicialmente la fuente de ingresos, pero tiene consecuencias a largo plazo. Todos somos conscientes que cuando Moto GP o Fórmula 1 eran competiciones en abierto, muchos lo veían y hablaban de ello, lo que hacía que otros se sumasen a seguirlo con facilidad y se entraba en una espiral positiva en cuanto a afección del público. Desde que está en pay per view… bueno, pues se habla menos. Lo mismo ocurre con el fútbol, aunque debido a su arraigo, el cambio ha sido más gradual. Pero sin duda el caso del fútbol será siempre diferente, ya que si se quiere mantener como un deporte de masas, es prácticamente inviable implantar un modelo premium. Por tanto la pregunta es: ¿Qué transformación debe vivir el fútbol para ser la próxima sensación de Netflix y mantenerse como deporte de masas? No parece que sea convertirse en un nicho, más aún en algo premium.