La startup valenciana Laky, que está siendo acelerada en Lanzadera, ha desarrollado un sistema que permite prescindir de las llaves físicas para abrir cualquier tipo de puerta. La compañía, cofundada y dirigida por la licenciada en Matemáticas Ruth Remolar, comercializa un mecanismo de apertura digital que facilita a las empresas la gestión de apartamentos o espacios de trabajo y a los particulares olvidarse de las llaves. El modelo de negocio está basado en el pago de una suscripción mensual que parte de 99 céntimos por cinco llaves digitales. Ruth Remolar explica que durante el confinamiento de la primavera pasada comprobó la utilidad del sistema para gestionar los accesos al garaje comunitario a través del móvil y el potencial que tenía para facilitar la entrada a edificios de apartamentos.

En el caso de accesos comunitarios, Laky solo requiere de la instalación de un chip que controla el mecanismo electrónico de la puerta. Para una vivienda particular, hay que colocar un mecanismo que cuesta 250 euros y que permite olvidarse de por vida de las llaves y el quebradero de cabeza que supone para algunas personas no saber dónde las han dejado.

«Somos una empresa muy tecnológica y con todos los procesos automatizados para escalar de forma rápida. Nuestro modelo de negocio se basa en la suscripción como Netflix. A un particular le cuesta 9,99 euros al año o 0,99 euros al mes por cinco llaves digitales que puede compartir con quien quiera, familiares o amigos que vayan a su casa cuando no ésta. Creemos en el coste bajo. En el caso de una comunidad de vecinos, instalamos el sistema (el chip que va a la puerta) de forma gratuita», destaca Ruth Remolar. El coste para una empresa que quiera disponer de 150 llaves digitales (por ejemplo una corporación que esté en un edificio de oficinas) ronda los 450 euros al año.

Las llaves digitales de Laky están protegidas contra los ciberataques. «Lo hemos validado con los expertos en ciberseguridad de Lanzadera. Es completamente seguro. Es más seguro que compartir el mando del garaje o un juego de llaves que cualquiera puede copiar», señala la cofundadora de la compañía. El sistema es especialmente útil para la gestión de apartamentos turísticos ya que los propietarios pueden controlar la hora de entrada y salida de los huéspedes.