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Las vacas y las cabras ya comen naranjas

El pienso para el ganado elaborado con restos de la poda de cítricos comienza a comercializarse en cooperativas. reduce costes y emisiones de metano de los rumiantes

Los promotores de este proyecto también quieren extender el pienso entre el ganado vacuno. | EMV

Un proyecto para valorizar los restos de poda de cítricos ya se ha hecho realidad. ¿Quién ha dicho que las ramas de naranjos o limones no son buenos también para los animales? En estos tiempos de economía circular y de lucha contra el cambio climático son bienvenidas las iniciativas que contribuyen a estos dos objetivos. Así lo entiende la Unión Europea , que ha seleccionado un proyecto valenciano pionero en el ámbito de la alimentación para rumiantes capaz de transformar brotes y hojas -residuos sin prácticamente ningún valor comercial- en productos ricos en nutrientes y muy apreciados por estos animales.

La primera tarea para elaborar el alimento es tritutar los restos de poda de los cítricos | EMV

Se trata de piensos útiles para alimentar cualquier población de animales de esta especie (vacuno, ovino, caprino, cebú, búfalo de agua, yaks o cérvidos) e incluso herbívoros como la familia de los camélidos (dromedarios, camello, llama, alpaca o la vicuña). Parece que tiene mercado, según el grupo de investigadores agrupados a través del programa Life Low Carbon Feed , quienes han concluido años de investigación con un resultado sorprendente: las cabras que comen este ‘manjar’ emiten entre un 8% y un 22% menos de metano, un gas de efecto invernadero.

José Castro, director de proyectos de la Unió de Llauradors y coordinador general del proyecto, es uno de los artífices del innovador alimento. El técnico de la organización agraria valenciana cuenta que la fabricación de este suculento alimento para el ganado permite «poner en valor» toneladas de residuos cítricos de las explotaciones agrarias; es decir, colocarlas en el mercado tras convertirlas en pienso y a un precio muy competitivo respecto a otros alimentos: entre 120 y 200 euros por tonelada.

Hasta ahora, un gran parte de los restos de poda de cítricos son quemados, contaminando el aire con partículas perjudiciales para la salud y generando gases de efecto invernadero que tanto aceleran el cambio climático. La otra opción, cada vez más extendida en los campos de agrios, es el triturado e incorporación de los restos al suelo. Eso se traduce en un ahorro en el abonado, una mejora en la estructura de la tierra de cultivo y una eliminación de los riesgos causados por la quema de ese material vegetal.

Y la tercera opción es convertirlo en alimento para el ganado. «Se ha demostrado que los rumiantes que consumen este pienso, de grandes características nutricionales, emiten menos metano a la atmósfera y aumentan su producción de leche. En concreto, estamos evitando el 20% de los gases que se emitirían si comieran un pienso convencional», explica Josep Antoni Nebot, presidente de la Fundación de la Comunidad Valenciana por una Economía Baja en Carbono (Fundación Lowcarbon Economy). Sin duda, parece que la alternativa de utilizar las podas para alimentación animal es la mejor. Esta solución ha sido posible gracias a la creación del citado Life Low Carbon Feed , proyecto financiado por la Unión Europea a través del programa de acción climática y ambiental de Bruselas.

El ganadero Fernando Renau, impulsor de Renau Escrig CB, en Vall d’Alba, ofrece el nuevo pienso a las cabras. | EMV

Solución a los problemas

Según Castro, la generación de este tipo de alimentos aporta un gran valor al campo porque «la Comunitat Valenciana arrastra históricos problemas medioambientales con la gestión de las podas de los cítricos, uno de sus principales cultivos». Este pienso, equilibrado en pajas y proteínas, es muy apreciado por las cabras, «un animal ciertamente caprichoso a la hora de comer y que no se adapta, por ejemplo, a los restos con paja de arroz», explica el técnico de la Unió de Llauradors.

Castro reconoce que el resultado final se ha logrado después de pruebas con ingredientes que no han funcionado. Había que añadir al pienso otros más nutritivos que elevaban su coste. « Sin embargo, con las podas naranjeras no han hecho falta otros añadidos y, por tanto, abaratamos el coste de esta materia prima para los ganaderos», puntualiza el técnico de la organización agraria.

La iniciativa, después de varios años de gestación, ha tenido detrás un amplio equipo de investigadores. El trabajo se enmarca dentro de un proyecto liderado por la Unió de Llauradors i Ramaders . En el equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV), además de Carlos Fernández, investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología Animal de la UPV y responsable del proyecto en esta institución, han participado Tamara Romero, Pilar Molina y Nemesio Fernández, del Instituto de Ciencia y Tecnología Animal, y José Vicente Martí, José Luis Palomares e Ion Pérez-Baena, del departamento de Ciencia Animal. «Se trata de una propuesta que cumple con uno de los principios de la agricultura y ganadería sostenible: las 3R -reutilizar, reciclar y reducir- sin perjudicar ni alterar el nivel productivo de los animales», afirma Carlos Fernández.

Además de la coordinación de la Unió de Llauradors y la investigación de la UPV el proyecto contó con la participación del Ayuntamiento de València, el de la Vall D’Uixò, la Fundación Low Carbon Economy -Vall d’Uixò, Airatec Biomass, UNIPROCA (asociación de cabreros) -de Talavera de la Reina (Toledo), y Area Europa SCARL-Bolonia. Y la Comisión Europea seleccionó este proyecto a través del programa Adwards Life 2021.

Inversiones y empleo

El nuevo alimento generará inversiones y nuevos puestos de trabajo, según Castro. Se ha probado ya en granjas de cabras de la Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía. «Los resultados fueron muy buenos. Las cabras y ovejas se lo comen. Ahora queremos extenderlo a las vacas», apunta el técnico de la Unió. Prueba del éxito es que grandes industrias del sector como Nanta o Piensos Sol se han interesado por el pienso con sabor a cítricos.

Además, los promotores del pienso se han lanzado a comercializarlo entre cooperativas citrícolas como la de Onda, interesada en esta actividad. Por el momento, industrias como Agroplus, dirigida por Felipe Robledo, tiene previsto comprar restos de podas, transformarlas y ponerlas en el mercado. Para el desarrollo de esta aventura empresarial se han evaluado diversos parámetros: recogida y transporte, tratamiento de la materia prima, así como la producción y distribución a la central logística y a las explotaciones ganaderas. Las empresas del sector hacen números. Y todo indica que salen las cuentas.

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