El catedrático José Millet ( La Font d’En Carròs, 1968) deja en una semana su puesto como vicerrector de Empleo y Emprendimiento en la Universitat Politècnica de València tras ocho años de intenso trabajo y la dirección del Instituto IDEAS (catalizador del emprendimiento en la UPV) después de 16 años. Millet ha adaptado en València con éxito el sistema de impulso del emprendimiento de Silicon Valley y las universidades estadounidenses, y asegura que el ecosistema valenciano va por el buen camino y solo le falta una mayor implicación de las grandes empresas (como ya está haciendo el presidente de Mercadona, Juan Roig, con Lanzadera) y la entrada de más inversores. Millet subraya el futuro profesional que ofrecen las carreras tecnológicas y recomienda a los jóvenes de 18 años apostar por las vinculadas a la transformación digital y la revolución verde.

Usted es uno de los referentes del impulso de la innovación en València, ¿por qué lo deja?

Lo normal es que ahora que entra un equipo nuevo, el próximo rector de la Politècnica (José Capilla) elija a las personas que considere para su equipo. El objetivo del Instituto IDEAS UPV es potenciar la creación de startups por parte de alumnos y de empresas de investigadores y personal de la Politècnica. Pero, por supuesto, seguiré ligado a la innovación. Son muchos años y creo que sería una lástima perder todo lo que puedo aportar.

¿Qué sinergias tienen con el ecosistema emprendedor valenciano?

Muchas. Siempre he buscado colaborar con la Administración y con todo el ecosistema. He visto cómo nació la primera aceleradora en València y en poco tiempo hubo una eclosión. La primera aceleradora española se instaló en València impulsada por Bbooster. Es nuestro deber poner en contacto nuestras startups con las aceleradoras.

Más allá de las startups, ¿hay transferencia de innovación de la universidad a las empresas?

Startup UPV (el ecosistema de startups de la UPV) lleva diez años. La gente de fuera no se lo cree. Empezó siendo muy pequeño con apenas tres mesas. Ahora hay una cincuentena de startups y han pasado más de 800. En ese momento en España no había nada. Yo he ido mucho a Silicon Valley, donde está la universidad de Stanford, y a la costa este, donde se encuentra el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts, situado junto a Boston). Veía lo que se hacía allí y me di cuenta de que algunas cosas se podían trasladar aquí y otras no, porque somos culturas distintas. Comprobé que la estructura de funcionamiento del MIT es muy interesante. Está el emprendedor y a partir de él las universidades, instituciones como los institutos tecnológicos, las grandes compañías (corporates) y el capital riesgo (venture capital). Yo este esquema lo repetí aquí. Al poco tiempo Lanzadera organizó el programa corporate (que propone a las startups retos para cubrir las necesidades de las grandes compañías). Aquí nos faltaban las corporate y el venture capital.

¿Qué nos diferencia de Silicon Valley?

Allí lanzas una idea y tienes alrededor a varios inversores. Aquí pasa al revés. Tienes a varios emprendedores a los que les cuesta encontrar el capital riesgo. Las corporate también vivían al margen del emprendimiento. Eso ha cambiado. Tenemos el ejemplo de Lanzadera del presidente de Mercadona o las apuestas de Repsol y Telefónica. Las grandes corporates han entendido que pueden obtener beneficios a largo plazo.

Entonces, ¿nos podemos comparar a Silicon Valley salvo por el volumen de capital riesgo?

Somos comparables porque los ejes ya están con la entrada de las corporates y el capital riesgo, pero nos falta la intensidad de esos ejes. No hemos llegado a esa madurez. Esta crisis nos ha sacudido, pero no hay vuelta atrás. Estamos en el buen camino.

Por compararnos, ¿qué representaríamos? ¿un 10 % de Silicon Valley?

Entre un 10 % y un 20 % de Silicon Valley. Ojo, ya no solo España. El 82 % de los unicornios (las startups que logran una valoración de 1.000 millones de dólares) están en Estados Unidos y China. El 18 % restante es del resto del mundo. Israel, Japón y Canadá están por encima de Europa ... que debe espabilar.

¿Cree que Europa está dormida?

Decir que está dormida en temas de innovación sería demasiado castigo, pero se ha quedado rezagada. En España solo tenemos dos unicornios: Cabify y Glovo.

¿Cómo está València a nivel nacional?

A nivel universitario fuimos los primeros. El Instituto IDEAS fue decano en la universidad española al promover el emprendimiento desde 1992. Nuestro ecosistema de startups está muy bien, pero es difícil compararnos con Madrid o Barcelona. La principal diferencia con Madrid son las corporates que están allí. En cualquier caso, la UPV es un referente absoluto en innovación. Los representantes de la universidad de Berkeley que vinieron a visitarnos se quedaron alucinados con lo que tenemos aquí.

¿Están condenados los emprendedores a emigrar a Madrid y Barcelona?

Espero que no. En València y en Málaga se están haciendo las cosas muy bien, pero nosotros podemos mejorar. A mí me citó el Ayuntamiento de València hace unos meses para analizar estrategias de recuperación. Di varias recomendaciones. Una era crear una agencia para atraer talento de cualquier parte del mundo. Lo dije hace un año y en ese tiempo hemos visto cómo Canarias se ha puesto las pilas.

¿Le han hecho caso?

Yo lo he preguntado varias veces y no lo he visto. El talento no llega sin más. Yo propuse que la agencia facilitara la llegada de talento informando a los emprendedores, por ejemplo, de qué pisos tienen a su alcance o a qué colegios internacionales pueden ir sus hijos. La cuestión es facilitarles la vida. El buen tiempo ayuda, pero no es suficiente. Deben tener calidad de vida y servicios.

¿Qué índice de las startups de la Politécnica tiene éxito?

Antes de la pandemia íbamos muy bien. Teníamos un índice de supervivencia a tres años de entre el 70 % y el 80 %. Ahora tenemos que actualizarlo porque la pandemia ha dejado algunos sectores como el turístico muy tocados.

¿Qué carrera tiene más futuro?

En Telecomunicaciones hay paro cero y sueldos importantes. Todo lo que esté relacionado con las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) tiene mucha salida: Teleco, Informática, la doble titulación de ADE/Teleco y ADE/Informática. Lo vinculado con la descarbonización de la economía (el conocido como ‘Green Deal’ para reducir las emisiones de CO2 ) y la transformación digital tienen mucho futuro. El problema es la demanda de los estudiantes. No sé si es por la dureza, pero no hay excesiva demanda en Informática y Telecomunicaciones. Sobre todo en el caso de las mujeres, cuyo porcentaje en carreras tecnológicas ronda el veinte por cien. Tenemos que despertar las vocaciones por las carreras teconológicas en quinto y sexto de Primaria.