Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) han desarrollado y patentado un nuevo sistema para fabricar vigas que revolucionará los sectores de la arquitectura, edificación y la ingeniería civil, según sus creadores. Las nuevas vigas están fabricadas con piezas de plástico impresas en 3D que se pueden ensamblar como si fueran módulos de Lego (el popular juego de construcciones) y una capa de hormigón de altas prestaciones. Sus ventajas son múltiples: pesan hasta un 80 % menos que las vigas de hormigón o que las metálicas, con lo que no se necesitan grandes grúas ni camiones para transportarlas e instalarlas; ahorran tiempo y costes en mano de obra y material; y se pueden imprimir y ensamblar en la misma obra, lo que facilita su instalación en cualquier lugar por complicado que sea su acceso. A todo ello se le suma que aprovechan como materia prima plásticos reciclados, dando una nueva vida a este producto y avanzando así hacia una construcción más sostenible. El sistema elimina la necesidad de los costosos cimbrados.

El desarrollo de estas innovadoras vigas es fruto de casi tres años de investigación. «Nuestro objetivo era plantear una alternativa a las actuales estructuras de hormigón armado. Éstas están formadas por perfiles que se construyen en toda la longitud de la pieza, lo que requiere costosas instalaciones y son difícilmente transportables», apunta José Ramón Albiol, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación (ETSIE) de la Universitat Politècnica de València. La principal novedad se encuentra en el perfil polimérico de la viga, compuesto por múltiples segmentos longitudinales que se pueden ensamblar y hormigonar en el lugar donde se quiere instalar la estructura. La viga se refuerza con elementos que garantizan la rigidez de la estructura y además no lleva ningún componente metálico. De esta forma, se evita la corrosión y se reduce el peso de la estructura.