La digitalización en el campo de la salud ha evolucionado desde la ‘connected health’, con aplicaciones para el intercambio remoto de información entre médicos y pacientes, a la ‘smart health’, donde smartphones y otros dispositivos permiten una monitorización continua y ofrecen mayor protagonismo a las personas en el cuidado de su propia salud y estilo de vida. La gestión agregada de estos datos (Big Data) permite, además, analizar tendencias y apoyar la toma de decisiones en políticas sanitarias.

Por ejemplo, para promover de forma eficaz un envejecimiento saludable cabría analizar nuevos datos relevantes sobre la salud y hábitos de vida de las personas en diferentes entornos, comprendiendo sus necesidades y preferencias con el paso de los años e identificando los parámetros que inciden en su salud física, cognitiva, psicológica y social.

Se estima que la historia clínica electrónica posee solo un 10% de la información que explica nuestro estado de salud, generalmente asociada a episodios agudos o traumáticos. Nuestro código genético, de creciente aplicación práctica, aportará un 30% más. El 60% restante escapa de los sistemas médicos actuales y tiene que ver con cómo vivimos y nos relacionamos con el entorno, representando un ingente volumen de información a lo largo de la vida.

Desarrollo

Algunos expertos abogan por el desarrollo de ‘Smart Health Data’, un abordaje inteligente, desde el conocimiento, que orienta la obtención y el análisis de datos a los beneficios para la calidad de vida individual y colectiva. Por su parte, la Inteligencia Artificial y los dispositivos wearables en Europa permitirán salvar miles de vidas al año y reducir el gasto sanitario. La ‘smart health’ generará valor social y económico, evolucionando hacia sistemas sanitarios más eficientes, accesibles, inteligentes, digitales, sostenibles y resilientes.

La «Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027» incluye la salud como sector estratégico para impulsar el desarrollo empresarial y social, llevando al mercado productos y servicios innovadores competitivos y de alto valor añadido que, a su vez, facilitarán la transformación digital de la sociedad.