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Concentración inmobiliaria

La falta de suelo, el encarecimiento de las materias primas y la desinversión de los fondos han impulsado un proceso de fusión de las grandes promotoras inmobiliarias

Promoción Sky Homes de Neinor en València. |Germán Caballero

Las grandes promotoras que hoy controlan el negocio inmobiliario en València y su área metropolitana están en el inicio de un baile de concentraciones que impulsa la consolidación del sector inmobiliario. La falta de suelo en las grandes ciudades españolas (como pasa en la capital del Túria), el encarecimiento de las materias primas que ha elevado un 12,5 % el coste de la construcción de viviendas desde que empezó el año y la desinversión de los grandes fondos que están detrás de algunas de las grandes promotoras españolas han impulsado ese proceso de concentración. El pistoletazo de salida lo ha dado Neinor Homes, que ha anunciado el inicio de negociaciones para comprar Vía Célere. La operación planteada por Neinor sigue un proceso que inició el propio grupo a principios de año con la adquisición de Quabit (heredera de la denostada Astroc de Enrique Bañuelos) a través de una ampliación de capital e intercambio de acciones que valoraba a su antigua competidora en 370 millones de euros. Las grandes promotoras (la mayoría cotizadas en bolsa y con capital de fondos internacionales) controlan el 38,59 % del mercado de la Comunitat Valenciana con 7.558 viviendas en construcción. Cuando se consume la compra, Neinor será el mayor promotor de la Comunitat Valenciana con 1.913 viviendas en ejecución (1.066 de su cartera y 847 de la de Vía Célere). Las otras grandes inmobiliarias son Aedas Homes (1.731 viviendas en la C. Valenciana), Metrovacesa (772) y Habitat (636).

Daniel Cuervo, secretario general de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), cree que la concentración no influirá en una subida de los precios de los pisos. «El mercado seguirá estando muy atomizado pese a algunas operaciones corporativas que ya se han consumado o se pueden producir». Cuervo subraya que una de las claves de este proceso son los tiempos que manejan los grandes inversores. «Los fondos de inversión tienen una vida limitada ya que están estructurados para desinvertir en un horizonte temporal cerrado. Puede ser uno de los motivos de la operación de Neinor y Vía Célere. Para el fondo que está detrás de Vía Célere -el estadounidense Värde- es una opción debido a que la salida a bolsa que preparaba hace tres o cuatro años no se produjo». Los fondos llamados en un futuro a desinvertir para abonar plusvalías a sus inversores son Bain (Habitat), Cerverus (Inmoglaciar), Castlelake (que controla el 70 % de Aedas) y Oaktree (que compró el año pasado Solvia Desarrollos Inmobiliarios).

José Manuel Martínez, subdirector general de Olivares Consultores, coincide en que «los fondos tienen un plazo de entrada y salida. Normalmente son cuatro o cinco años. Eso puede resolverse con una mayor concentración o con la venta a otro fondo». Martínez apunta que la concentración refuerza el nivel de las empresas. «Cuanto más grandes son, mejor rentabilizan los costes de estructura. Estas empresas necesitan volumen de negocio», precisa. El subdirector general de Olivares insiste en que estas operaciones permiten a la vez comprar suelo. «Es importante porque ante la actual falta de suelo ganan tamaño de golpe», destaca. Martínez admite que no le gustan ni los monopolios ni los oligopolios , «pero al final el mercado es soberano». En cualquier caso, no cree que estas operaciones acaben afectando al precio de los pisos en Valencia porque seguirán quedando muchas promotoras medianas.

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