En marzo 2020 el mercado del delivery despegó con esta noticia y sin anestesia para los restaurantes: si tienes envío a domicilio puedes vender. Como todo, hay negocios más preparados que estaban en las plataformas y con el delivery en marcha y hubo restaurantes de mantel blanco que estaban a cero y que además no tenían, ni de lejos, la idea de vender a domicilio por la complejidad de sus platos para soportar un envío en un cajón de una moto que parece una coctelera, que en verano arde y en invierno hiela. Las aplicaciones, al ser las únicas intermediarias entre clientes y restaurantes, se convirtieron en indispensables y por aquel entonces en Kento solo teníamos una. No suponía ni un 7% de nuestras ventas, así que ni siquiera le hacíamos caso…. Pero en ese momento entramos en todas las plataformas, modificamos una tienda para destinarla únicamente para el delivery de València y organizamos sistemas de producción solo con este fin y ahora supone un 33%. Cuando bajó la marea y durante 2021 el delivery para muchos restaurantes de València supone una pata indispensable, hemos normalizado este canal de ventas, cada vez estamos más cómodos, cada vez damos mejor servicio a nuestros clientes, que a su vez han encontrado un nuevo «gasto fijo» cada mes, aparte de Netflix y demás cuotas, que es el «Santo Delivery». O lo que es lo mismo: «Qué cómodo y ¡qué ofertas hay!» «¿para qué voy a salir de casa?», «si me pongo una peli y pido»... y … «No hay repartidores cerca», «solo recogida en el local». El 12 de agosto de 2021 entró en plena vigencia la ‘ley rider’ (Real Decreto-ley 9/2021) en España. Esta ley regula la relación entre los repartidores y las empresas de delivery, y esta regulación, por el motivo que sea, no les encajó a las plataformas, que por el momento han reducido sus plantillas. Y las que no lo han hecho, están bajo lupa, para ver si el modelo que están usando se ajusta a la ley. El resultado por el momento es que muchos restaurantes no pueden vender y muchos clientes no pueden comprar, porque los riders que protegía esta ley no tienen trabajo. Imagino que en el futuro las aplicaciones solo existirán para captar pedidos y luego cada restaurante se organizará para entregarlos, con una flota propia de motos, riders y sistemas de seguimientos.