El grupo Volkswagen advirtió el miércoles durante su anuncio de la gigafactoría de baterías de Sagunt que el talón de Aquiles del país para que despeguen las ventas de los vehículos eléctricos es la falta de puntos de recarga. España está a la cola de Europa en puntos públicos de recarga del coche eléctrico y necesita multiplicarlos por 20 en 8 años. Las patronales de fabricantes de automóviles (Anfac) y de concesionarios (Faconauto) advierten de que para alcanzar en España un parque de 3 millones de turismos eléctricos en 2030 como exige el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima es imprescindible tener instalados como mínimo 340.000 puntos de acceso público en 2030 en todo el país de los que 31.289 deben estar en la Comunitat Valenciana. En la actualidad, España cuenta con 11.517 puntos y la C. Valenciana,1.611. El Gobierno aprobó hace tres meses un plan dotado con 525 millones de euros para digitalizar las redes (para el almacenamiento de energías renovables) e impulsar la recarga de vehículos eléctricos en la vía pública, aunque no se ha concretado su distribución.
Las dos barreras de entrada al coche eléctrico son el alto precio de los modelos (que va a bajar en cuanto comience la producción en serie con criterios de economía de escala con plantas como la de Sagunt) y la falta de puntos de recarga. El presidente de Seat, Wayne Griffiths, alertó durante la presentación de la gigafactoría valenciana de la importancia de transformar el negocio del vehículo eléctrico, que en España solo tiene una penetración del 7,5 % (turismos eléctricos puros e híbridos enchufables). El presidente de la compañía recalcó la necesidad de impulsar una red de puntos de recarga de baterías en el país. Según Griffiths, la crisis derivada de la pandemia ha adelantado «por lo menos diez años» el camino hacia la consolidación del coche eléctrico. Volkswagen se ha aliado con Iberdrola para desarrollar una red de infraestructuras de recarga pública. Al igual que la patronal, el grupo germano e Iberdrola estiman que España necesita cerca de 350.000 puntos de recarga pública urbana e interurbana. Iberdrola se ha comprometido a desplegar la infraestructura para asegurar «una capilaridad suficiente incluyendo carga rápida y ultrarrápida para dar servicio a los principales corredores y ciudades del país», según las dos compañías.
Anfac y Faconauto sostienen que para garantizar un despegue ordenado de la movilidad eléctrica el año que viene ya debería haber disponibles 70.000 puntos recarga de acceso público (7.000 en la Comunitat Valenciana), 120.000 en 2025 y 340.000 en 2030. Las dos patronales lamentan que la falta de electrolineras genera inseguridad «a la hora de adquirir un vehículo de esta tecnología». «De seguir con la tendencia actual de matriculaciones, no alcanzaremos los objetivos de descarbonización con los que el sector está absolutamente comprometido. Es necesario multiplicar por ocho las ventas de los turismos electrificados y alcanzar una cuota de mercado del 40 % en 2030», aseguran los fabricantes y vendedores.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) revela en su último informe sobre electromovilidad que el desarrollo de los puntos de recarga en países de nuestro entorno como Alemania, Francia e Italia va equilibrado en todo el territorio mientras que en España está «muy desequilibrado». España representa el 12 % del territorio europeo y solo tiene el 3 % de puntos de recarga mientras que Italia supone el 7 % y ha instalado el 6 % y Francia con el 14 % dispone del 21 %.
La Comunitat Valenciana es la segunda autonomía española por puntos de recarga públicos con 1.661 por detrás de Cataluña (3.549) y por delante de Madrid (1.601) y Andalucía (1.327), según Anfac. El conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent, incide en que la Comunitat Valenciana «es un territorio de referencia en la implantación de una red mallada de puntos de recarga para los vehículos eléctricos». Climent destaca que desde 2017 se ha multiplicado por 11 el número de puntos de recarga públicos y esa tendencia se va a intensificar puesto que las peticiones de ayudas del plan Moves III para la electrificación han agotado el presupuesto previsto de 10,5 millones de euros. Las subvenciones públicas van a permitir la instalación en la Comunitat de 200 estaciones de recarga rápida, 154 semirrápidas y 532 convencionales. La Generalitat va a solicitar al Gobierno una ampliación del presupuesto.
Ricardo Pardo, director de la empresa instaladora Pardo Bosque, explica que la mayoría de los puntos que están colocando permiten la recarga del 80 % de la batería del vehículo en 20 minutos. «Los estamos instalando en centros comerciales, hoteles, aparcamientos de empresas y gasolineras. Una electrolinera de 8 puntos de recarga rápida cuesta sobre 800.000 euros. Son infraestructuras financiadas con fondos europeos», precisa. «En la zona de Patraix ya hay una gasolinera que ofrece el servicio de recarga», añade. En el caso de los particulares, un cargador privado ronda los 1.000 euros. Este tipo de instalaciones domésticas recargan el vehículo en 8 horas y permiten recorrer 500 kilómetros por 3 euros .
