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José Luis Parra y Carlos Faubel

"La inversión en Almussafes irá en la línea de los 2.000 millones de Ford en Colonia"

«La inversión en Almussafes irá en la línea de los 2.000 millones de Ford en Colonia»

Dos generaciones diferentes, pero ambos vitales para lograr la supervivencia de Ford Almussafes. Carlos Faubel (València, 1964) y José Luis Parra (València, 1983) han sido las caras más visibles de UGT, sindicato que logró el acuerdo con la multinacional del óvalo para electrificar la planta. Pese a los20 años de diferencia en sus edades, ambos han pasado desde la planta de montaje a ser el pilar de la lucha sindical de la factoría, batalla en la que Faubel ya reconoce que su relevo «por capacidad y por preparación» será Parra.

Tras meses de incertidumbre se ha acabado el proceso de elección entre Almussafes y Saarlouis. ¿Qué se siente al garantizar la supervivencia de la planta?

Carlos Fauvel: Un gran alivio porque sabíamos la complejidad del momento que estábamos vivíamos sabiendo que no iba a haber carga de trabajo para todas las fábricas de Ford en Europa. C reo que es la sensación que ha compartido toda la plantilla.

José Luis Parra: Además, ves las imágenes de Saarlouis y piensas ‘podríamos estar en esa situación’ porque la otra planta es prácticamente igual a la nuestra y tiene una situación más que incierta.

¿Notan un mayor apoyo de los trabajadores tras el éxito?

CF: La plantilla han sido muy consciente de la situación que vivíamos. Al principio lo vivían con preocupación, pero, conforme se fue viendo que la decisión de Ford entre las dos fábricas era real, sí que notamos ese apoyo de que había que coger el toro por los cuernos y afrontar esta negociación. Había que ser valientes y ver si finalmente éramos los afortunados para ese futuro eléctrico. Porque el automóvil está en un momento de inflexión crucial y el sector, en un momento de transformación como no ha habido nunca .

JLP: Al final, la UGT lleva 20 años liderando el comité de empresa y lo que los trabajadores de Ford tenemos claro es que, en los momentos de muchísima incertidumbre, la UGT lo que transmite y asegura a los trabajadores es esa tranquilidad. Y ellos esperan que solventemos cuando lleguen a la mesa problemas como la reducción de los puestos de trabajo que traerá la electrificación .

Se ha sabido poco de las negociaciones. Ahora que se conoce el resultado, ¿se puede desvelar ya cuántas reuniones se dieron y cómo fueron?

CF: Hubo momentos muy complicados en las negociaciones y el punto de inflexión fue cuando dijimos que esto había que sustanciarlo y teníamos que hacer un viaje a Colonia, a la central, para un acuerdo. Esos fueron los momentos más decisivos y delicados. Además, nunca nos habíamos visto inmersos en un proceso así. Llegas a un acuerdo y luego tienes un proceso de seis meses de licitación.

JLP: También cuando vimos una apuesta de Ford en Alemania en conjunto, que salía el comité de empresa alemán que representa a 20.000 trabajadores dispuestos a hacer una oferta que englobase a todos los trabajadores de Ford en el país. Con eso en Almussafes pensamos: ‘van todos juntos para salvar una planta’. Hasta los de Colonia, que ya tenían su futuro asegurado.

Pero, ¿cuántas veces se reunían con la empresa para esa licitación?

JLP: Hemos llegado a tener hasta tres reuniones por semana y mínimo una para tratar todo este proceso.

¿Se habló en ellas de algo más aparte de la plataforma, como, por ejemplo, los modelos que llegarían?

JLP: Al final de lo que estábamos hablando en todo este proceso era de recibir esa inversión que te permite transformar una planta de vehículos de combustión hacia la electrificación. Era eso más que qué modelo en concreto vamos a fabricar.

¿Saben a cuanto ascenderá esa inversión? ¿Similar a la de Colonia?

CF: Concretamente no, pero la inversión en Colonia estaba cifrada en alrededor de 2.000 millones de euros. Transformar una fábrica grande como esta hacia la electrificación va a requerir una inversión muy importante. Quizá no tanto como en Colonia, pero irá en esa línea. Y respecto a los modelos de los que hablabas, no sabemos cuáles serán en concreto, pero sí que serán dos. Además, una de las líneas fundamentales del acuerdo ha sido basarse en esas posibles proyecciones futuras de producción y cómo se podría atender la demanda si esos modelos triunfan. Dar a la empresa esa flexibilidad para producir.

JLP: Lo que hemos hecho al final es dar a Ford la tranquilidad de que si traían la inversión aquí, ningún coche se iba a quedar por hacer.

¿Les han especificado a nivel de volúmenes cómo puede llegar esa producción a la planta?

CF: No, pero porque yo creo que todavía no hay una previsión de qué volúmenes se pueden fabricar. Es algo aún aventurado porque estamos hablando de una cosa a partir de 2025, que será un cambio radical en el sector del automóvil, en modelos nuevos. También qué demanda va a haber en el mercado y qué porcentaje va a tener Ford… Muchas incógnitas.

Volviendo al proceso, ¿cómo ha sido el apoyo desde las instituciones?

CF: Nos consta que ha habido reuniones y una apuesta decidida de la Generalitat en la propia figura del presidente, Ximo Puig, que ha estado muy pendiente de la situación. Nosotros hemos tenido reuniones también con él y creemos que se ha hecho lo que se tenía que hacer para dar a Ford las garantías de futuro para esa transformación de la planta.

¿Se han sentido solos como sindicato durante la negociación?

CF: Si miras un poco la historia de Ford viene siendo así. En las negociaciones más importantes las hemos afrontado en solitario y la prueba es que cuando has llegado al final, cuando crees que tienes que rubricar el acuerdo, normalmente ha estado solo la firma de UGT. Más que un sentimiento de sentirte solo pues es algo que estas acostumbrado y que sabes que tienes la responsabilidad de tirar hacia delante y ser valiente en este tipo de decisiones. Porque luego la plantilla es la que te juzga.

JLP: Durante todo el proceso sí hemos notado el respaldo de los trabajadores de la fábrica, que eran los que nos animaban a alcanzar un acuerdo que garantizase nuestro futuro. Sabían que los únicos que eran capaces de lograrlo eran los de UGT.

¿Fue una decisión valiente hacer público el acuerdo de Colonia cuando Saarlouis no lo hizo?

CF: Nos costó muchas conversaciones internas decidir qué hacíamos. Teníamos presiones incluso de la dirección europea para no hacer público el acuerdo, pero al final decidimos que teníamos que hacerlo público y darlo a conocer a la plantilla, que supieran lo que habíamos hecho. Teníamos la tranquilidad de que habíamos hecho todo lo posible. Al final creo que esto ha sido valorado. En Alemania es diferente, están acostumbrados a que si negocia el sindicato hay una confianza plena en lo que haga.

Mirando al futuro, ¿puede ser Almussafes ese pilar eléctrico de Ford en Europa por encima de Colonia?

JLP: Si Ford quiere tener relevancia en Europa, Almussafes va a ser un pilar fundamental. Pero no rivalizamos con Colonia, que tiene otra gama de vehículos.

Pese a la victoria, la electrificación traerá remodelaciones en la plantilla. ¿Temen que pueda llegar a ese 30 % de salidas que se habla en otras plantas como Seat?

JLP: Lo que era fundamental para nosotros era asegurar ese futuro. No sabemos cuál es el impacto que va a tener la electrificación de la planta en la plantilla aún porque no se ha hablado, aunque es evidente que los vehículos eléctricos necesitan menos mano de obra. Pero la prioridad era la supervivencia porque no se puede encarar una reestructuración de la misma manera sabiendo que tienes el futuro asegurado o que es incierto.

CF: Al tener el futuro garantizado tendremos base para forzar a la compañía a negociar situaciones y evitar realidades traumáticas.

Otro foco es el Erte en la fábrica por la crisis de suministros, ¿cómo valoran el papel de la empresa?

CF: Está haciendo todo lo que puede, y hasta lo que no puede, por producir, porque el Kuga tiene muchos pedidos, está funcionando muy bien y afortunadamente lo tenemos en la fábrica. Nunca he vivido una situación como la que se está viviendo desde que está la crisis de los semiconductores, estando tan apurados para conseguir las piezas en la cadena de suministros.

Almussafes y Sagunt convierten a la autonomía valenciana aún más en un polo industrial. ¿Confían en que esta mejor posición repercuta en una mayor garantía de futuro?

CF: Caminamos hacia un escenario privilegiado en lo que es industria. Que se haya podido conseguir que se instale una gigafactoría de baterías, de cara al futuro que eso va a tener, es muy importante.

JLP: Sobre todo para los trabajadores que nos dedicamos a la industria y, especialmente, al sector del automóvil porque al final esa apuesta por reindustrializar la Comunitat Valenciana es evidente. Es importante. Todos los que estamos en el sector estamos de enhorabuena.

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