La Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO) ha incorporado desde el mes de agosto el PET-TAC con 18F-PSMA, una prueba de imagen que permite una detección muy precoz de las recidivas en el cáncer de próstata cuando los niveles de PSA son muy bajos.

El cáncer de próstata es el tercer tumor en mortalidad masculina con 6.000 casos nuevos al año en España. La experiencia de los profesionales del IVO en el diagnóstico y posterior tratamiento permite personalizar y adaptar las terapias para los tumores de próstata a cada paciente de forma individual. Los doctores José Rubio, jefe de Servicio de Urología del IVO y Rafael Díaz, jefe de Servicio de Medicina Nuclear responden a Levante-EMV y explican en qué consiste esta nueva prueba y qué supone en la lucha del cáncer de próstata.

Dr. Rafael Díaz, ¿el PET-TAC es una técnica de diagnóstico o un tratamiento?

Se trata de una técnica de diagnóstico por imagen que se realiza en el Servicio de Medicina Nuclear.

Dr. Rafael Díaz, ¿en qué consiste esta técnica? ¿Dónde se realiza?

El PET-TAC consiste en la administración intravenosa del radiofármaco 18F-PSMA y la posterior adquisición de imágenes con el equipo PET-TC. Se realizan imágenes de territorio pélvico para valorar la zona prostática, así como de cuerpo entero para valorar la posible existencia de lesiones en otros órganos (ganglios o hueso, por ejemplo). Se trata, por tanto, de una técnica de imagen no invasiva para el estudio del cáncer de próstata con incremento de la expresión del antígeno prostático específico de membrana (prostate-specific membrane antigen, PSMA).

Esta técnica diagnóstica de elevada sensibilidad permite realizar un seguimiento muy preciso de los pacientes tratados previamente de cáncer de próstata.

Dr. José Rubio, el cáncer de próstata es el tercer tumor en mortalidad masculina con 6.000 casos nuevos al año en España. ¿Por qué es tan novedosa?

Esta técnica se lleva desarrollando en otros países como Alemania y Australia, pioneros en su desarrollo, durante los últimos cinco años y su uso clínico ha sido exponencial durante ese periodo, pero su incorporación a nuestro país ha sido más tardía. Esta técnica es tan novedosa porque se ha conseguido un radiofármaco mediante la unión de un isótopo (18Fluor) y el PSMA.

El PSMA es una proteína transmembrana presente en todos los tejidos prostáticos. Su concentración es más elevada en el cáncer de próstata, mostrando expresión de PSMA en casi todos los adenocarcinomas de próstata, así como en la mayoría de las lesiones tanto primarias como metastásicas. Dicho radiofármaco permite que al inyectarlo por vía intravenosa se fije de forma selectiva en las lesiones metastáticas del cáncer de próstata.

"Esta técnica diagnóstica de elevada sensibilidad permite realizar un seguimiento muy preciso de los pacientes tratados previamente de cáncer de próstata"

Dr. Rafael Díaz - Jefe del Servicio de Medicina Nuclear del IVO

Dr. José Rubio, podríamos decir entonces que con esta técnica hay mayor probabilidad de detectar enfermedad local o metastásica. ¿Podría explicarlo?

Es correcto, pero su aplicación más práctica es en la mejor caracterización de la enfermedad a nivel regional (ganglios pélvicos) y a distancia (metástasis viscerales u óseas), puesto que a nivel local la resonancia magnética multiparamétrica añade una información de volumen, morfología y extensión del tumor más precisa que, por ejemplo, una planificación prequirúrgica.

Dr. José Rubio, ¿supone esta técnica una revolución en el diagnóstico precoz de las recaídas del cáncer de próstata?

Sí, claramente. De hecho, ya hay escenarios donde ha desplazado al TAC y al rastreo óseo, que eran las técnicas radiológicas y de medicina nuclear que teníamos disponibles hasta la actualidad.

Esta técnica, al permitir detecciones muy precoces, ¿permite mejorar la eficacia de las terapias antitumorales?

Correcto. Tras una prostatectomía radical, con niveles tan bajos como un PSA de 0.5 ng/ml, permite con sensibilidades crecientes en función del PSA una detección de la progresión, lo que posibilita, en muchos casos, el tratamiento precoz con técnicas como la radioterapia (SBRT) o incluso la cirugía de rescate.

Dr. José Rubio, ¿cuándo se prescribe esta técnica de diagnóstico? ¿A qué tipo de pacientes?

De momento, la Agencia Española del Medicamento sólo autoriza la realización de PET-TC con 18F-PSMA cuando aumenta el PSA tras cirugía o radioterapia del tumor primario, estando reflejada la utilidad en estos casos en las diferentes guías clínicas consensuadas por los diferentes especialistas.

Fachada del Instituto Valenciano de Oncología (IVO). LEVANTE-EMV

Dr. Rafael Díaz, ¿cuándo empezó a aplicar el IVO esta técnica? ¿Cuántos casos se han realizado en el IVO?

Esta técnica está disponible en toda España desde agosto de 2020, momento en el que empezamos a realizarla en el IVO. Hasta la actualidad hemos realizado aproximadamente 16 estudios.

Dr. Rafael Díaz, ¿cuál es la diferencia con las técnicas convencionales aplicadas en Medicina Nuclear? ¿Es cierto que con estas técnicas algunos tumores de próstata pasan inadvertidos?

Hasta el momento se han utilizado básicamente dos técnicas para pacientes con cáncer de próstata en los Servicios de Medicina Nuclear. Una, la gammagrafía ósea de cuerpo entero (rastreo óseo) que permite la detección de enfermedad metastásica en el hueso. Por otro lado, utilizamos el PET-TC con 18F-colina. Sin embargo, el PET-TC con 18F-PSMA permite una más adecuada caracterización de enfermedad a nivel regional y a distancia (metástasis en otros órganos).

Dr. Rafael Díaz, ¿dispone el IVO de un Laboratorio de Radiofarmacia capaz de fabricar el radiofármaco 18F-PSMA?

El Servicio de Medicina Nuclear del IVO trabaja mediante una radiofarmacia externa. Ello permite recibir a diario las dosis individuales para cada paciente al que se va a realizar un estudio en nuestro servicio, bien en la gammacámara SPECT-TC (Medicina Nuclear convencional) como en el equipo PET-TC. Dichas dosis o radiofármacos cumplen con todas las garantías de calidad de cualquier otro fármaco que se administra a un paciente y asegura cumplir las normas de protección radiológica en el manejo de isótopos.