Potenciar la creatividad infantil desde la familia, desde lo cotidiano, en el día a día, es un factor clave en la educación y el desarrollo de niños y niñas. Fernando Botella, responsable de la cuarta ponencia del ciclo Gestionando Hijos, la programación de conferencias virtuales que organiza Prensa Ibérica en València a lo largo del mes para madres, padres y profesionales, subrayó en su charla la influencia superlativa que tienen los progenitores en el desarrollo creativo de los hijos.

Para acotar el término, uno de los coach ejecutivos más prestigiosos del país, explicó que la creatividad no consiste en dar papel y pinturas, no es un arte, no son manualidades que requieran de destreza previa y tampoco es genialidad. Según Botella, «la creatividad no es una cuestión de suerte, es algo que se trabaja y que, cuando se hace, mejora la fluidez mental». El profesor, para refrendar su alocución, recordó la cita de Ken Robinson: «No puedes crear si no estás dispuesto a equivocarte».

El CEO de la consultora Think&Action y experto en talento y coaching, está convencido de que la creatividad proporciona a los niños y niñas fluidez mental, originalidad, capacidad analítica, flexibilidad, visión amplificada a la hora de valorar situaciones o discusiones y capacidad de síntesis, facultades todas ellas «que permiten al individuo socializar, entender su entorno».

"El error al intentar algo nunca se debería castigar, hay que aceptar las imperfección de nuestros hijos y despertar su curiosidad"

Fernando Botella - Coach Ejecutivo y profesor

Fernando Botella, entusiasta en la transmisión de su mensaje, define la creatividad «como la capacidad de ver la realidad de una manera desacostumbrada». O sea, mirar más allá, salirse de los límites, en sus propias palabras, «colorear fuera de los márgenes del dibujo». Para él, «requiere un esfuerzo y sirve para desarrollar la perseverancia», dado que, a juicio de este coach ejecutivo, autor del libro ¿Cómo entrenar la mente? Y Aprender de forma exponencial, la creatividad en los seres humanos «se aprende» y, en la medida de lo posible, «no hay que coartarla».

Consejos para potenciarla

Botella considera fundamental favorecer la experimentación en los niños y niñas, «no castigar el error y aceptar la imperfección de nuestros hijos». Tiene muy claro que hay cinco formas de activar la creatividad.

  • Despertar la curiosidad (la imaginación) porque eso permite a los individuos conectar con el futuro, abrirte la mente.
  • Dejar que los menores tengan su propio tiempo, uno que les pertenezca solo a ellos, fuera de las actividades escolares y extraescolares porque no todo el tiempo del hijo es propiedad de los padres.
  • Acompañar a los niños y niñas en el aprendizaje, en la experimentación, dedicarle parte de tu tiempo, preguntarle, indagar en las cosas, las situaciones y los temas con él.
  • Estimularle para que ponga en práctica el verbo hacer. Cuantas más cosas haga, más fácil será que encuentre su verdadera vocación, que se apasione por las cosas, que se conozca y explote sus facultades creativas.
  • Trabajar en equipo porque las ideas nacen de la suma, de la unión de esfuerzos, del contraste de pareceres.

Fernando Botella deja un último consejo para que la familia sea un entorno propicio para el desarrollo de la creatividad de los hijos e hijas: «Demos más peso a sus sueños que a nuestras excusas (lo que no conseguimos y quisimos ser, lo que hemos proyectado para ellos). Escúchenles, pregúntenles, dedíquenles el tiempo a desarrollar eso que más les gusta». La receta parece sencilla, ahora solo hace falta aplicarla.