Surge como consecuencia de la proliferación incontrolada de células malignas en el pulmón y es el tercer tipo de tumor más frecuente a escala mundial, con un diagnóstico de más de dos millones de nuevos casos en el año 2018. El cáncer de pulmón es, atendiendo a estos indicadores, no solo una enfermedad con un elevado índice de morbi-mortalidad, sino también una de las más comunes con un pronóstico poco favorable, como también ocurre en la sociedad española,
Así, el informe Las cifras del cáncer en España elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) establece que de los más de 277.000 nuevos casos de tumores malignos que los expertos prevén diagnosticar este año, el 11 % corresponderá a cánceres de pulmón. Unas cifras que afectan significativamente a los hombres, pues tres de cada cuatro de estos tumores diagnosticados en nuestro país corresponden a varones.
No obstante, existe una clara tendencia a la disminución del cáncer de pulmón en hombres y, por el contrario, un claro aumento de la incidencia de este mismo tumor entre las mujeres por su incorporación al hábito de fumar en las últimas décadas
Y es que, condicionantes como la edad y la incorporación de malos hábitos, como el sedentarismo o el tabaquismo —también el denominado humo secundario de los cigarrillos— ayudan a conformar un modelo paciente prototípico: hombre, mayor de 55 años y fumador.
Un escenario ante el que la concienciación y el diagnóstico precoz adquieren un valor adicional, pues un abordaje y tratamiento temprano de la enfermedad aumentaría en un 90 % las probabilidades de curación de los pacientes. Este es, precisamente, uno de los principales objetivos que persigue la celebración del Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Pulmón, que se celebra cada 17 de noviembre. Este año bajo el leitmotiv de la prevención.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de pulmón?
Como en muchas otras patologías, los síntomas del cáncer de pulmón pueden variar en función del paciente, aunque sí hay rasgos que se manifiestan de forma reiterada. Como explican los especialistas de la Unidad de Oncología de Quirónsalud Torrevieja “el cáncer de pulmón no produce síntomas en su etapa inicial y puede confundirse con otras patologías respiratorias”. No obstante, entre los síntomas comunes destacan:
- Sensación de falta de aire y dificultad para respirar
- Tos persistente
- Esputos manchados de sangre
- Molestias y dolores torácicos
- Cansancio reiterado
Por ello, la detección precoz es fundamental para discernir el tipo de enfermedad respiratoria. En este sentido, las pruebas más sencillas y accesibles que puede realizarse cada paciente son la anamnesis y la exploración clínica, para realizar de inicio un despistaje de esta enfermedad.
Tras esta valoración se realizará un estudio radiológico a través de una radiografía de tórax y de la tomografía computerizada (TC).. “Si el resultado nos informa de la existencia de un tumor, deberá completarse el estudio de extensión, habitualmente con PET/TC, para conocer exactamente la extensión de la enfermedad y, en base a ello, planificar el tratamiento adecuado”, Indican los oncólogos de Quirónsalud Torrevieja.
Tratamientos para el cáncer de pulmón
Los hospitales de Quirónsalud, con un amplio equipo multidisciplinar de profesionales especializados y unidades clínicas, ofrece un tratamiento del cáncer de pulmón fundamentado en tres intervenciones: la cirugía torácica, la radioterapia y la oncología médica. Utilizarlas de forma independiente o combinada dependerá, en esta instancia, de la decisión consensuada entre el comité de tumores, integrado por cirujanos, oncólogos, radioterapeutas, patólogos, radiólogos, biólogos moleculares, farmaceúticos y médicos nucleares.
- Cirugía torácica. Esta intervención quirúrgica permite la extirpación del tumor.
- Radioterapia. Es una técnica de irradiación que destruye las células cancerosas y contribuye a reducir tumores.
- Oncología médica. Es la responsable de los tratamientos sistémicos, terapias que afectan potencialmente a todo el organismo.
Importancia del Transcriptoma en el tratamiento del cáncer de pulmón
En torno al 25 % de los tumores presentan anomalías de su genoma, para las que existen fármacos específicos diseñados para actuar sobre esa alteración, también en el cáncer de pulmón. Además del genoma, con el estudio del trasncriptoma, como relata el doctor Manuel Sureda, oncólogo de la Unidad de Oncología del Hospital Quirónsalud Torrevieja, “el estudio de transcriptoma —RNA de la célula tumoral— facilita información personalizada sobre aspectos relevantes para el tratamiento, como la resistencia del tumor o la sensibilidad a fármacos”.
Hace más de una década que el Hospital Quirónsalud Torrevieja incorporó el transcriptoma a sus prácticas de forma habitual, aplicando estrategias terapéuticas específicas con diferentes grados de beneficio clínico de hasta en un 70 % de los casos estudiados. “Estudiar en tiempo real las características moleculares de mayor relevancia para el tumor en cada momento de su evolución, cuáles son sus fortalezas y sus debilidades, y administrar así al paciente un tratamiento personalizado”, como matiza el doctor, es su objetivo principal, pues los tumores cambian frecuentemente de características para poder sobrevivir “al ambiente hostil de las defensas del organismo”.
En este sentido, como pronostica Sureda, este estudio se ha revelado como “una herramienta de primer orden para poder ofrecer una terapia personalizada con mayores probabilidades de eficacia”.
Claves para prevenir el cáncer de pulmón
El tabaco es, como coincide en señalar la comunidad de expertos, el principal causante del cáncer de pulmón. De hecho, hasta el 90 % de los nuevos diagnósticos, como detalla la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se producen en personas fumadoras. No obstante, existen otros factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad:
- Tabaquismo
- Contaminación ambiental mediante la inhalación de gases
- Alteraciones moleculares
- Factores de origen genético
De este modo, para prevenir la enfermedad la primera acción que debemos incorporar es dejar de fumar, seguida de un cambio de rutinas que potencien hábitos de vida saludable, como el ejercicio físico o el seguimiento de una dieta equilibrada.
